Son las 2 A.M. y no he dormido nada de nada, así que me levanto de la cama para ir a la cocina por un vaso con agua, cuando subo paso por la habitación de mis padres, me asomo a la puerta y noto que ambos están dormidos, visualizo el teléfono de mi papá, y me arriesgo a ir por él, está encendido aunque está bloqueado, noto que se están moviendo (quizá por la luz que emite el teléfono celular) así que salgo al pasillo, e intento descifrar la clave del teléfono y la contraseña es en formato de clave (números), intento dos veces las cuales fueron erróneas, la tercera es la vencida, y así fue, era mi fecha de nacimiento.
Busco en el historial de WhatsApp, reviso los contactos y cada nombre de mujer que encuentre veo la foto de perfil para ver si es esa mujer. Finalmente, el encuentro de nombre Alejandra Barrios, me envió el contacto a mi teléfono y borro la evidencia. Dejo el teléfono donde lo encontré y regreso a mi habitación. Después de eso solo pude dormir tres horas antes de despertarme para ir al colegio.
Mi despertador me saca de mi profundo sueño, al intentar apagar el despertador de mi celular lo arrojó al suelo, el cual me obliga alejarme del trio que más disfruto (mi cama, mi almohada y yo) me levanto y voy hacia el baño, tengo unas ojeras horribles, parezco mapache; intento no pensar es eso así que me cepillo los dientes, me baño, visto y bajo a desayunar.
- ¿Que hay para desayunar? – le pregunto a Edward y a mi mamá.
- Pan tostado con queso crema y huevos revueltos – responden al unísono.
- Que rico, justo lo que necesito - me digo para mis adentros - replico al sentarme en la isla a desayunar.
- Coman rápido para no llegar tarde – dice mi mamá corriendo de aquí para allá.
- Está bien.
Llego al colegio con normalidad, la mañana está fresca debido a la tormenta. Lluvia, viento, frío, cama, almohada son las palabras que vienen a mi mente y por muy raro que parezca desearía estar en cama durmiendo como una bebé. Entro al salón indiferente, como lo hago ahora, solo saludo a Nath y a Edgar, quienes me devuelven el saludo, me siento en mi silla y al ver que no ha llegado la profesora correspondiente a la hora, decido descansar un poco, ósea dormir.
El ruido de mi nombre, resuena una y otra vez en mis oídos, un estruendo me levanta de golpe, era mi profesor menos preferido, el de música, ese profesor es irritante, pero al mismo tiempo es buena onda. Aquí vamos, pienso.
- Atemis, ¿la escuela es para aprender o para dormir? – me reprocha.
- La verdad profesor, la escuela es un lugar donde nos "forman" para ser ciudadanos de bien, pero a veces las personas asignadas a educarnos no cumplen con su labor de dar clases y ahora dígame usted que es mejor ¿Dormir si tu profesora no vino o estar deambulando por los pasillos y hacer que os llamen la atención? - respondo muy seria.
Escucho risas por la inesperada respuesta que le di al profesor.
- Ehh... creo que en esta ocasión tiene razón. – dijo algo aturdido por la respuesta.
- Gracias – dije alzando las manos a la altura de los hombros en señal de tregua. Continúe con su clase.
Esa siesta de 40 minutos, me sirvió un poco, solo un poco, aun así, tenía sueño, pero podía controlarlo. Quería saber si mi papá volvería a ver a esa mujer, así que hable con Nath.
- Nath necesito que me cubras en las tres horas restantes de clase – debo hacer algo importante. Traeré una nota de la enfermería. – le digo casi en susurros.
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Una Chica Diferente
RomanceMuchas personas piensan que todas las chicas quieren maquillaje, ropa costosa y bolsos de moda; pero Atemis es diferente, ella prefiere los libros, el café, el olor de la lluvia. es una persona virgen de sentimientos y de corazón, nadie tiene sentim...