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No estaba seguro cuánto tiempo llevaba corriendo, solo que ya sus piernas empezaban a dolerle y que las lágrimas seguían corriendo por sus mejillas de forma rápida.

Sentía unos llamados que poco a poco fueron extinguiéndose cual llama ante el agua.

Finalmente vio su vivienda, abrió la cerca para pasar y volver a cerrarla tras sí, corrió por el jardín hasta llegar a la puerta de entrada.

Su madre estaba trabajando, iba a llegar en dos horas más para ir a ver a Clare con él como normalmente hacían.

Se tropezó y calló al suelo, se levantó rápidamente sin dejar de llorar y subió las escaleras.

Una vez arriba, se encerró en su habitación y se lanzó a su cama sin dejar de llorar por un segundo. Se abrazó de su peluche preferido y trató de acurrucarse con este.

— Soy un idiota, soy un idiota —se repetía constantemente.

Y era simplemente que sentía aquel dolor desconocido para él hasta aquel entonces. Un dolor que quizás tuvo que develar siendo aún muy inocente para ello, muy iluso, muy... soñador.

Un dolor para el cual era demasiado... infantil.

El dolor del rechazo del primer amor.

— ¡Ahora ya ni siquiera querrá ser mi amigo! —sollozó con la cara contra su cojín de la película animada Cars, que hacía juego con su cama de auto.

Sí, quizás Roger fuese demasiado grande para estas cosas, pero el chico simplemente temía madurar y defraudar a sus padres, temía convertirse en alguien como su progenitor masculino, en provocar más sufrimiento del que ya había habido por la enfermedad de su hermana.

Desde que la pequeña rubia conocida como Clare Taylor había quedado en coma, Roger había dejado de crecer.

Exactamente ese día había sido el último de su crecimiento mental y había perdurado aquellos años como un niño de 12 años que siquiera empieza aún la pubertad. 

Fue a muchos psicólogos, puesto que su estado mental era bastante preocupante, pero todos concluían en lo mismo.

"Señores Taylor, la razón por la que Roger sigue siendo... así, es producto del vacío dejado por su hermana, tanto en él como en ustedes. Se propuso dejar de madurar y así lo hizo, de forma tajante. No estoy seguro de a qué trastorno corresponde, puesto que no es ni Ásperguer ni Autismo, pero lo más acertado podría ser un desorden post-traumático".

Su madre había sido la más comprensiva, mientras que su padre... lo tomó de otra manera.

— ¿Rog? —sintió numerosos golpes en la puerta principal— Rog, sé que estás ahí... ¿Puedo entrar?

— ¿J-John? —preguntó mientras comenzaba a sentarse y se secaba los ojos con el dorso de su mano.

Miró hacia afuera mediante la ventana, y allí pudo ver, desde arriba, la cabeza castaña de su amigo, quien seguía tocando la puerta.

Siguió secándose lágrimas que aún caían y se peinó un poco el cabello antes de abrir, al hacerlo, John rápidamente le dio un fuerte abrazo.

— Rog... lo siento muchísimo... —le dijo—. Si con Brian no funcionó... es porque hay alguien más esperándote, solo tienes que ser paciente.

— ¿C-Cómo supiste?  —preguntó el rubio algo desconcertado.

— Eh...

— John, dime... por favor...

John suspiró.

— Brian  me dijo que fuera a verte porque está preocupado por ti... —respondió el castaño.

— Es un buen amigo —musitó el de ahora hinchados orbes azules mirando hacia sus zapatos.

— Rog, escucha... Brian fue el primero de muchos, pronto encontrarás a quien amar y que te ame devuelta —trató de consolarlo el chico—. Sé que es difícil olvidar, pero...

— D-Debe pensar que doy pena —interrumpió el rubio.

— Claro que no, Rog...

— A-Ahora cada vez que me vea sentirá lástima —siguió—. Y se alejará de mí.

— Rog, tranquilo...

— S-Soy un estúpido —soltó mientras nuevamente comenzaba a llorar— N-Ni siquiera sé por qué lo dije, solo... s-sentí que debía decirle... p-pensé que... que quizás... tenía oportunidad.

John no estaba seguro de qué decir, pero sí de qué hacer. 

Y eso hizo.

EL castaño lo abrazó fuertemente y Roger se dejó abrazar mientras también le correspondía al castaño.

— Vas a salir adelante, ¿sí? —le dijo.

Roger asintió aún sin que la espesa y dolorosa cascada dejara de correr hacia fuera de sus grandes zafiros.

Porque a veces el amor duele.

(...)

— Por Dios, Brian, grandísimo idiota que eres —espetó la castaña, el de rizos se tapó la cara con ambas manos.

— Pero a mí no me gusta Roger —se justificó—. ¡Me gusta Freddie!

— ¡Sí, pero pudiste ser más sutil! —exclamó  Melanie—. El pobre chico debe estar destrozado. Solo piensa en como tú te sentiste cuando Anita  te rechazó.

Brian miró hacia el lado contrario a donde se encontraba su prima mientras recordaba cuando aquella chica que había robado su corazón le había dicho que tenía novio. No había sido nada grato.

— Brian, di algo —dijo la chica tronando los dedos para sacar al de rizos de su extraño trance.

— L-Lo siento...

— Escucha, hagas lo que hagas, no seas distinto con él, en ninguno de los dos sentidos —le dijo—. No querrás ni ilusionarlo para terminar de destrozarle el corazón, ni hacerlo pensar que ya no quieres nada con él porque le gustas.

— Supongo que tienes razón... —suspiró.

— Por supuesto que tengo razón —dijo Melanie—. A veces simplemente hay que ponerse en el lugar de las demás personas, ¿comprendes?

— Sí...

— Quizás debas hablar con él, pero dale un tiempo para que su corazón pueda sanarse, debe estar sintiéndose realmente mal. No puedes obligarlo a nada.

— ¿Entonces debo esperar a que él me busque?

— ¡No, imbécil! ¿Estás escuchando algo de lo que te estoy diciendo?

— ¡Agh, esto es complicado! —exclamó el de rizos mientras colocaba su cabeza en su propio regazo.

— Lo sería menos si escucharas lo que te digo —respondió Melanie rodando los ojos—. Primero que nada, espera a cuando se note más seguro, más feliz, más cercano a ti,como antes. Luego, le pides hablar. Si te dice que no, le dices que está bien y tiempo después vuelves a pedírselo y así hasta que acepte. Sé que el amor no se obliga Bri, pero quizás fuiste algo duro con él, ¿no?

— Quizás sí... —suspiró Brian—. Haré eso... espero que para los ensayos de la banda para las competencias no sea incómodo...

— Espera a ver como van sucediendo las cosas, pero trata de arreglarlas con Roger.

Childish [Maylor] {TERMINADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora