Una suave brisa pasaba por aquella noche veraniega, moviendo sus cabellos con ligereza y gracia, y haciendo que su rostro se enfriara.
Una sonrisa se atrevió a dibujarse en su rostro a tiempo que miró a su acompañante. Sus manos se entrelazaron y decidieron sentarse.
— ¿Cuánto queda? —preguntó a tiempo que se recostaba sobre el pasto.
— Como... media hora —respondió realizando la misma acción y abrazándolo por los hombros.
— ¿Será algo lindo de ver?
— Sí —respondió—. Definitivamente.
— ¿Te gusta por ello? ¿Por eso quieres verlo?
— En parte, sí.
— ¿En parte?
— Si solo lo viera por su belleza, preferiría verte a ti.
Sonrió.
— No Roggie, también la veo porque me gustan estas cosas —respondió—. Aprender de lo qué hay más allá de lo conocido es realmente fascinante.
— Imagino que sí...
— Está comenzando a oscurecer —dijo—. ¿Quieres comer algo? Traje galletas... sándwiches...
— Pensaste en todo, ¿no? —sonrió el rubio.
— Hm... algo así —le devolvió la sonrisa y besó su frente—. Sacaré las galletas.
— Está bien.
Brian tomó la mochila que estaba al lado y sacó un paquete de galletas lo suficientemente grande para que ambos comieran. Luego se lo extendió a Roger, quien sacó una y comió.
— ¿Estás nervioso por volver a clases? —preguntó mientras el rubio masticaba con cierta lentitud.
— Eh... sí —respondió—. Pero aún queda bastante, creo.
— Claro, dos meses —rió el mayor.
— Tú fuiste el que preguntó —rió Roger a su vez.
— Bueno, sí —respondió—. Pero no te traje a aquí solo por ver un grupo de estrellas fugaces.
— ¿Ah no?
— No —se inclinó sobre la mochila nuevamente y sacó un paquete de regalo—. Feliz cumpleaños, Roggie.
Roger sonrió sorprendido y tomó el paquete para proseguir a abrirlo.
Un disco de Pink Floyd y un cuadro enmarcado que llamó su atención.
Dos boletos de feria para una rueda de la fortuna estaban dentro de este, la fecha databa de más de un año y medio atrás.
— ¿Son...?
Brian asintió.
La misma fecha del día que comenzaron a ser novios, la misma atracción en donde Brian hizo la propuesta y esta fue oficialmente aceptada.
— Nunca quise botarlos —explicó—. Es... es algo muy importante para mí, porque ese día te volviste mi novio y... todo mejoró.
Roger lo abrazó fuertemente y el contrario correspondió.
No fueron necesarias las palabras para expresar el agradecimiento y el amor que sentía.
Ni siquiera había recordado que era su cumpleaños, de su padre había recibido un simple "lárgate a tu habitación", y su madre estaba desaparecida del mapa. Brian sabía la razón de aquello, pero claro, mantendría la boca cerrada.
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Childish [Maylor] {TERMINADA}
Fanfic- Deja de ser tan infantil. - No. - Vamos, hablo en serio. - No quiero. [No copias ni adaptaciones] [Iniciado 27 de mayo de 2019] [Terminada el 15 de septiembre del mismo año] - Emily Adler