♢《12》♢

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— ¡Roggie, mi cielo, por favor vuelve aquí! —exclamó el persa corriendo tras el rubio.

Roger no respondía, solo seguía corriendo sin dejar de llorar. Acababa de ver a uno de sus mejores amigos besarse con el chico que le gustaba, y que para colmo, lo acababa de rechazar. No era nada placentero.

En un momento, tropezó con los cordones de sus zapatillas con brillos rosados que estaban desabrochadas y se cayó. Freddie rápidamente fue con él y lo ayudó a levantarse.

— Gracias —musitó Roger y se dispuso a seguir caminando.

— Roggie, espera —pidió Freddie —. Por favor.

Roger suspiró y se detuvo mirando al persa mientras secaba sus ojos.

— Rog... lo siento tanto... —empezó diciendo—. Él me besó y... se me declaró,  pero le dije que no.

Roger se mantenía en silencio, él había visto algo, y eso no se podía negar.

— Lo empujé incluso... —siguió— Roger... en serio, lo juro.

El rubio miró hacia su derecha y suspiró.

— Te creo —musitó.

— De verdad, cariño... yo jamás te haría eso... no es algo que hace un amigo...

— Te creo —repitió Roger un poco más fuerte para que el azabache escuchara.

— ¿En serio?

El chico asintió.

— ¡Ay, gracias querido! ¡De verdad! ¡Gracias! ¡Gracias! —exclamó el persa para luego abrazarlo, Roger correspondió.

Sin embargo ¿por qué aún quería llorar?

— De nada —musitó Roger.

— ¿Quieres que te compre un helado? —propuso el persa—. Como compensación...

— No gracias, Fred... No es necesario...

— Por favor, cariño, acepta —rogó el azabache, a lo que Roger suspiró y accedió.

Se dirigieron caminando hacia la heladería. Freddie hablaba de temas variados mientras que Roger simplemente asentía en silencio o musitaba ligeros "no sé".

El rubio no dejaba de pensar que de si ya estaba siendo todo más incómodo, esto haría que lo fuese mil veces más.

Deseaba tener a su hermana para poder contarle todo, pero no podía, ella seguía en coma.

Al menos su madre era bastante comprensiva con el tema y lo apoyaba lo más que podía. Agradecía de que su madre hubiese sido Winifred Taylor y no otra.

Una vez en la heladería, Freddie le dijo que escogiera un sabor. Roger simplemente se encogió de hombros a diferencia de otras veces que decía con efusivo ánimo y júbilo "¡Frambuesa!".

El azabache suspiró y le pidió uno del sabor habitual, mientras que él pedía de vainilla.

Se sentaron, Roger solo miraba hacia la ventana sin prestarle mucha atención a Freddie o al helado.

— Roggie, come algo —le dijo su amigo preocupado.

Roger dirigió el helado a su boca y tragó sin siquiera sentir el sabor.

Freddie suspiró.

— Todo va a estar bien, cariño —dijo tras el suspiro soltado por él mismo.

— Gracias —dijo—. Debo irme a ver a Clare, adiós, Fred.

— Adios, Rog...

(...)

Childish [Maylor] {TERMINADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora