-¿como puedo pagarte el habernos salvado?- dijo el rey sonriente, la princesa estaba enterrada en su pecho mientras que el príncipe la miraba con sospecha.
-no es necesario mi rey, vi a las bestias y me apresure a ayudar por motivos egoístas, el que me recompense por algo así me corromperá - respondió en una leve sonrisa, sus ojos estaban medio abiertos.
-ya veo- dijo el rey pensativo.
-no creo que eso sea motivo para rechazar una recompensa señorita..- hablo el príncipe incitando a Elizabeth a decir su nombre -el que me recompensen solo le restara diversión a mi venganza- pensó Elizabeth.
- su alteza, recientemente cambie el nombre que me dieron al nacer por uno con mas significado para mi, por favor le pido me llame Elizabeth - agacho su cabeza suavemente -espero que dejen de insistir en recompensarme- pensó.
- muy bien señorita Elizabeth, disculpe si sueno algo rudo pero ¿me podría contar sobre usted?, nunca he visto o escuchado de alguien con sus habilidades y me intriga la forma en que logro vencer a usted sola a un grupo de bestias que 20 de mis mejores hombres no pudieron ni rasguñar-
-su alteza, en estos momentos me es muy difícil contestar su pregunta-
-¿podemos saber el porque?- pregunto el rey
-le pido una sincera disculpa a su majestad pero me es imposible-
el príncipe miro a Elizabeth con tristeza y confusión, el rey por su parte parecía haber entendido un poco la situación, o eso pensaba Elizabeth, eso de no poder saber lo que piensa con seguridad la ponía un poco nerviosa.
la princesa que hasta ahora estaba en los brazos del rey miro a Elizabeth, su mirada estaba llena de decisión y confianza.
-señorita Elizabeth, tenga por seguro que si en algún momento necesita ayuda puede contar con migo, el salvar la vida de mi querido padre y hermano es algo que no me puedo quedar sin pagar- tomo las manos de Elizabeth que aun sostenían el látigo, Elizabeth sonrió una vez mas hacia la princesa.
-princesa es usted muy amable, pero no creo que merezca su ayuda- soltó sus manos de las de la princesa.
-¡eso es algo que no esta en discusión!- exclamo el príncipe.
-señorita Elizabeth, no solo el que salvara a mi familia si no el que sus habilidades sean tan formidables, simplemente no puedo dejar pasar su ayuda- añadió el rey.
-sus majestades, me honran sin embargo lo hice por razones egoístas- mientras declinaba solo pensaba en alguna excusa para irse.
sin notarlo el príncipe se puso frente a Elizabeth y la miro fijamente, cuando Elizabeth levanto su vista los brillantes ojos del príncipe la miraban, un hermoso rostro la miraba con intensidad creando un apretón en su corazón -que extraña sensación, ¿porque me mira así?- pensó Elizabeth.
-no importa si no lo dices en este momento, ya que estoy seguro que nos veremos nuevamente, espero que para entonces ya tenga una petición en mente- Elizabeth abrió los ojos como platos, sintió como su cara se calentaba -¡por favor no diga cosas así tan fácilmente!, eso me sorprendió- grito en su cabeza.
cuando quiso responder su estomago gruño, puso rápidamente una mano en su estomago y bajo la mirada avergonzada -¿porque justo ahora?- pensó. una serie de carcajadas retumbaron en sus orejas teñidas de rojo -pero que humillación-.
-lo siento mucho sus majestades pero realmente necesito irme, pido una disculpa por mi atrevimiento- dijo con la cabeza agachada dándose la vuelta.
-¡espera!- el príncipe la tomo su mano para detenerla, su rostro estaba un poco rojo por la risa -aun no me ha respondido-
-su alteza si en algún momento en el futuro nos volvemos a ver, tenga por seguro que le tomare la palabra- no quiso girar su rostro para no enseñar su rostro que debía estar mas rojo que una manzana, -tengo que tener cuidado de este príncipe, su apariencia y personalidad me devoraran- pensó Elizabeth.
El príncipe la soltó de su agarre y rápidamente se dirigió al bosque, camino por unos minutos pensativa hasta que se detuvo apoyándose en un árbol cercano-¡ah que vergüenza!, ¡¿acaso el príncipe es un casanova?!- grito en su mente.
Elizabeth conocía a la familia real solo de nombre hasta que el tercer principie que era un año menor que ella visito su casa para cortejar a su hermana mayor Gianna, sin embargo nunca vio a algún otro miembro de esa familia, pero sabia sobre ellos por los rumores que se llegaban a sus oídos por las sirvientas.
El rey era un hombre benevolente y amable, pero era justo como rey, la reina había fallecido al dar a luz a la princesa, el primer príncipe era un joven de 17 años de muy buena apariencia que era un digno heredero al trono, el segundo príncipe de 14 años era muy misterioso y se decía que era un fenómeno con una cara bonita, el tercer príncipe de 11 años era un niño mimado y egoísta mientras que la princesa de 9 años era encantadora e inteligente.
era lo único que sabia sobre ellos, cuando soñaba con un príncipe como no sabia como eran realmente no puso empeño en conocerlos hasta que escucho que el tercer príncipe había visitado su mansión, fue entonces que se escabullo para encontrárselo pero solo fue rechazada vilmente por el, así que desde entonces pensó que toda la familia real era igual a el -que bueno que estaba equivocada- pensó.
mientras pensaba su estomago volvió a gruñir, soltó un suspiro.
-Odi, ¿puedes verificarme que no hay nadie al rededor?-
-si mi ama, no hay nadie-
soltó un suspiro, cerro sus ojos y regreso su látigo a la forma de collar e ingreso de nuevo al reino de las sombras.
-Odi ¿hacia donde debo ir?- pregunto.
-mi ama, hacia su derecha todo recto-
-muy bien-
apresuro su paso y en unos minutos ya estaba dentro de la mansión, se dirigió a su cobertizo salio del mundo de las sombras, se dio un baño y cambio sus ropas, -ahhh..... el día de hoy a sido muy largo, mi hambre pude esperar un poco mas, necesito dormir- pensó antes de caer dormida en su cama hecha de heno y colchas viejas.
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¡¡La Emperatriz Bastarda!!
FantasyArienelis Bon Armetia la hija de una familia de Marqueses la cual desde pequeña a sido maltratada por ser considerada una bastarda, es abandonada en el bosque a esperar su muerte por hambre o para ser asesinada por bestias, por azares del destino ll...