Acuerdo

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-entonces... ¿eres la emperatriz Aritesa?- dijo Elias boquiabierto.

-así es, aunque creo que el titulo de emperatriz no sigue vigente después de tantos años, ademas actualmente cambie mi nombre por lo que llamarme Elizabeth esta bien- dijo sonriente.

-es... realmente impactante, es casi....- murmuro el rey

-¿imposible?, yo también lo creo pero también creo que hay una razón para esto..- dijo Elizabeth mirando seriamente al cielo- cuando era joven mi madre me contaba muchas historias sobre el destino, después comencé a creer fielmente que el destino existía-

-¿a que te refieres?-

-que todo sucede por algún motivo, el que mi alma regrese al gran continente significa que hay algo que necesitara de una existencia como la mía para manejarlo, quizá sea pronto o quizá muchos años en el futuro, no podría decirlo con seguridad pero mi instinto me dice que sera demasiado malo-

-puede tener sentido, quizá este relacionado con el debilitamiento de las piedras de barrera- dijo Elias

-lady Elizabeth, me gustaría saber que planea hacer de ahora en adelante-

-ahh.. planee ir a la capital imperial para obtener conocimiento de la situación actual del reino después de todo las cosas cambian mucho en mas de mil años y estar atrapada dentro de la mansión del marques me limita de muchas formas- dio un suspiro

-¿es esa la petición que tenias para nosotros?-

-si, a menos de que no sea posible, antes pensé que podría ser un problema si descubrían mi identidad pasada pero como es un secreto conocido por pocos no creo que sea muy problemático que haga aparición en la capital real-

-me parece razonable y así podría ayudarnos con los asuntos de la corona, ¿no es asi padre?- dijo Elias

-ciertamente suena tentador, pero tener una existencia legendaria como la emperatriz Aritesa como un simple ayudante no me parece correcto, después de todo legítimamente el trono le pertenece-

- realmente es así- ambos se callaron y se perdieron en sus pensamientos.

-no se preocupen por eso, no quiero el trono- tomo el collar en su cuello y jugueteo con el -prefiero ser un caballero o algo por el estilo, no quiero volver a los días de estar rodeada de funcionarios que en lugar de buscar soluciones buscan poder-

-ya veo, si no es molestia para lady Elizabeth esta bien-

-si lady Elizabeth quiere aprender podría ir a la academia como un estudiante especial, podría quedarse al lado mio si alguna vez se le necesita en el palacio para que no llame la atención- sonrió Elias aunque sus ojos brillaban con picardia -¿que esta pensando?- pensó Elizabeth.

-me parece buena idea, y si es posible también me gustaría que no se revele mi relación con el marques Armetia-

-claro que si- dijo el rey con una sonrisa, en realidad aunque no lo dijera no lo daría a conocer para impedir que el marques sacara provecho de Elizabeth.

-otra cosa que me causa intriga lady Elizabeth, ¿como puede ser la emperatriz Aritesa y lady Arianelis a la vez?-

-concuerdo, no me imagino la causa de esto-

-bueno es algo extraño de explicar- tomo nuevamente su collar y reflexiono -supongo que tiene que ver con mi magia supongo-

-¿su magia, habla de las llamas negras?-

-no son exactamente llamas, son mas bien sombras-

-¿sombras? nunca e escuchado de ese poder-

-eso es obvio, ademas de Odi, no hay otra hada como el- dijo eso y un brillo broto de su cuello hasta transformarse en un atractivo joven con el cabello blanco y un traje negro y blanco, esto sorprendió a Elias y al rey. - la identidad de Odi es algo que ni el esta seguro, pero el dice que su anterior amo se hacia llamar el Amo de la traición, aunque nunca supe a que se refería o a quien-

-saludos a su majestad y al príncipe Elias- se inclino Odi, sonriendo brillantemente.

-esto... eres. ¿eres un hada?- tartamudeo el rey

-a si es majestad-

-un hada que puede tomar forma humana y mostrarse a las personas que no son compatibles a su elemento, es.... demasiado..- murmuro Elias.

-¿extraño, trascendente?-dijo Elizabeth entre risas.

-iba a decir impresionante pero no te equivocas lady Elizabeth-

-bueno, Odi es ciertamente una existencia especial, pero no todo el merito se lo lleva Odi, en realidad cuando era Aritesa ya mostraba signos de una enfermedad que era indectectable para los médicos, no fue hasta que contrate con Odi que supe que mi alma estaba dividida-

-¿alma dividida, eso es posible?-

-al parecer, pase toda mi vida como Aritesa buscando la otra parte de mi alma sin éxito, cuando morí Odi almaceno mi alma y me selle junto con el dentro del bosque Evertiel, no fue hasta hace un par de días que Arienelis rompió el sello al caer en la cueva donde estaba Odi-

-escuche que lo menciono el marques antes, ¿realmente te fugaste con tu amante?- pregunto Elias, su voz parecía un poco áspera y dura.

-¡claro que no!, el marques castigo a Arienelis por haber rasgado el vestido de Gianna, siempre fui una espina en el ojo de toda la mansión del marques así que esperaban librarse de mi en el bosque-

-¡realmente ellos..- Elias estaba a punto de maldecir hasta que vio a su padre mirándolo severamente, así que se contuvo tosiendo un par de veces. - el marques Armetia es realmente indigno de su puesto-

-eso no es lo importante ahora, asignare a Elizabeth como tu escolta y asistirá a la academia contigo, espero que lady Elizabeth asista a Elias para ser un buen príncipe heredero-

-no se preocupe majestad, mis años de experiencia en la corte no palidecen en contraste a mis días en los campos de batalla- dijo sacudiendo la mano despreocupadamente.

mientras terminaban de charlar se acerco la princesa Rose con una rosa en sus manos -¡mire lady Elizabeth esta rosa es muy hermo......- miro sorprendida a Odi que estaba detrás de Elizabeth -...sa- termino de hablar y corrió detrás de Elias para esconderse, estaba muy sonrojada.

Odi solo inclino un poco la cabeza con una sonrisa radiante.




¡¡La Emperatriz Bastarda!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora