Para mi ya no hay salvación.

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mientras caminaba entre la oscuridad, encontraba su camino solo tocando las ásperas cortezas de los arboles.

caminaba sin rumbo esperando a que alguna bestia viniera y acabara con su vida, su boca seca, sus labios agrietados que ardían al roce de la brisa, sus ojos caídos estaban entrecerrados tratando de soportar el cansancio.

¿por cuanto a estado caminando?, al mirar arriba solo podía observar las copas de los arboles, - ni siquiera el cielo sera testigo de mi muerte- pensó.

de vez en cuando llegaban a su mente recuerdos de su vida en la mansión del marques, como era golpeada hasta sangrar por las sirvientas, las veces que lloro hasta que su voz se rompía acurrucada en la esquina del pequeño cobertizo el cual era su habitación, las miradas de desprecio y las burlas, pensó en las formas en las cuales podría haber salido de todo eso, pero ninguna era convincente tomando en cuenta sus escasas habilidades, al final todo era claro nunca seria capaz de vivir pacíficamente.

nunca seria amada no importa lo que hiciera o que no, estaba destinada morir llena de sufrimiento, ni un príncipe azul, ni un piadoso dios la salvaría, maldijo al cielo por haberle dado un destino tan horrible, maldijo a la vida por ser injusta con ella, maldijo a cada persona existente por no ayudarla......... se maldijo a ella por haber sido débil.

estaba tan deshidratada que sus lagrimas ya no brotaban de sus ojos, su cuerpo dejo de doler gracias al entumecimiento sin embargo ella nunca dejo de caminar, así se tropezara y cayera, se levantaría y seguiría caminando, sus ojos nunca se separaron de la tierra bajo sus pies, aun si las feroces bestias gruñían en medio del oscuro bosque, seguiría caminando.

se sumergió tanto en sus pensamientos dolorosos que no noto que su escenario había empezado a cambiar, la oscuridad fue teñida de un azul fosforescente que poco a poco se hacia mas fuerte.

no fue hasta que por el rabillo de su ojo vislumbro una pequeña luz blanca brillante que porfin levanto au mirada.

el azul tiño su vista todo era brillante haciendo a sus ojos arder rápidamente cubrió parte de su rostro con su brazo.

pequeñas esferas de colores brillantes volaban entre el paisaje dejando una estela por donde andaban - ¿estos son los renombrados seres mágicos?- pensó, gracias a su nula afinidad a la magia nunca pudo sentirlos o verlos, por lo que se sorprendió ante tal escena.

mientras los miraba noto como poco a poco todos se quedaron estáticos, como si estuvieran sorprendidos o asustados, cuando finalmente sus ojos se adaptaron a la luz quito el brazo de su rostro y miro fijamente a las esferas, las cuales, juraría estaba temblando por alguna razón.

Mientras las observaba sorprendida escucho un caudal de agua, rápidamente miro alrededor con sus ojos cansados y al final del sendero por el que caminaba justo en el centro de todas las luces un pequeño lago de menos de dos metros de largo con una leve cascada de agua que salia de una gran piedra con una forma extraña.

el agua brillaba con un extraño color azul fosforescente, en las orillas del pequeño lago crecían pequeñas rosas blancas y otras plantas silvestres que nunca antes había visto.

inconscientemente había empezado a caminar hacia el lago, su sed era demasiada.

mientras caminaba a duras penas, las hasta ahora estáticas esferas de repente se pusieron en su camino como si trataran de detenerla, a cada paso que daba mas y mas esferas se interponian en su camino a su destino.

con tantas luces brillantes de diferentes colores alrededor de ella sus ojos ardian, se apoyo en un árbol cercano y con su mano libre empezó a lanzar golpes hacia las esferas.

-vamos, muévanse- formulo entre quejidos.

las esferas se dispersaban con cada uno de sus golpes, para después reagruparse, era incapaz de quitárselos de encima.

-maldición- dijo en un suspiro.

empezó a caminar mientras lanzaba golpes, se apoyo en los arboles que delimitaban el leve sendero.

Siguió hasta cuando empezó a notar en sus pies las pequeñas flores silvestres, no pudo evitar formar una leve y rígida sonrisa.

se tiro al suelo para poder alcanzar el lago aunque era incapaz de verlo por las esferas alrededor de ella, si que era capaz de escuchar el movimiento del agua.

se arrastro sobre las flores hasta que llegó a la orilla del pequeño lago.

cuando sus manos por fin iban a tocar el agua una de las esferas uso su magia para formar un delgado pilar de tierra frente a ella y un viento fuerte empezó a correr a través del bosque generando sonidos parecidos a murmullos.

no pudo evitar recordar las miradas, los golpes, sus ojos adoloridos se llenaron de ira, no solo los humanos la despreciaban también los seres mágicos.

una extraña sensación recorrió su cuerpo con ira golpeo aquel pilar con tal fuerza que lo destruyo, el fuerte impulso llevo su débil cuerpo hacia adelante haciéndola caer dentro del pequeño lago.

mientras luchaba para salir, a pesar de tocar la orilla con su mano su cuerpo adolorido y adormecido cedió ante la corriente.

mientras su rostro era cubierto por el agua, observo a las esferas estáticas - ni siquiera ellas me salvarían-

aunque morir era lo que deseaba no pudo evitar sentirse enojada.

poco a poco su conciencia se desvaneció.

¡¡La Emperatriz Bastarda!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora