El NIDO

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-¿que era esa extraña piedra que usaste antes y porque la usaste?- pregunto Elizabeth de repente.

- ¿Eso?, ahhhh.. bueno puedes llamarla gee..ma de transportación... si, gema de transportación- respondió Zack entre murmullos.

gema de transportación, nunca he oído de eso, una magia tan extraña y que es lo suficientemente poderosa como para desviar la magia oscura, es extraño que nunca se hablara de ella antes, pensó Elizabeth.

-¿de donde proviene esa piedra?- pregunto. 

- es una gema que se consigue solamente fuera del continente- respondió Zack, ella sabia que en el gran continente existía la creencia que mas allá del mar no había nada excepto un pozo sin fondo que se tragaba todo, por eso nunca se a viajado mas allá del mar visible, aunque claro, las cosas no se alejan mucho de la realidad.

-¡¿fuera del continente?!, ¿hay algo mas allá del continente?- grito exaltada Elizabeth. ya sea como antigua emperatriz o como actual Elizabeth nunca ha escuchado de alguien que se  atreviera a ir mas allá del mar, mucho menos que encontrara y trajera algo de allí. 

-bueno hay algo, pero no cualquiera pude ir a ese lugar- respondió Zack,  lo pensó un momento y agrego - aunque no es imposible, hay muchas historias que dicen que hay un lugar llenos de tesoros, como este tipo de gemas o incluso hay hadas con atributos especiales- como la que tienes en tu cuello, agrego en su mente.

Elizabeth se sobresalto y sostuvo la gema gris en su collar, frunció el ceño y agradeció a la profunda oscuridad que la rodeaba de lo contrario seria muy sospechosa. 

-Odi, ¿sabes algo de eso?- 

- no mi ama, en mi memoria además de la existencia de la ama están algunos recuerdos del antiguo maestro, aunque los recuerdos son algo difusos.- respondió en su conciencia.

Elizabeth frunció aun mas su ceño, pero no dijo nada.

-¡pero es muy extraño, nunca antes había pasado nada igual como ahora, esa piedra tiene magia muy poderosa y para poder crear una distorsión en la magia de la piedra!, ¡¿quien sabe que magia podría hacer semejante hasaña?!- dijo Zack con voz fingida.

Elizabeth no le presto atención, se dirigió hacia la oscuridad que le rodeaba hasta topar con una de las paredes de la cueva.  tomo una de las espinas de su látigo y la froto con fuerza contra la pared rugosa. la espina era dura, larga y afilada, con la fricción se creo una chispa y con ella se creo un pequeño fosforo. 

la luz de la espina encendida era fuerte y clara, aunque en medio del mar de oscuridad que las rodeaba era como solo una gota de agua en el desierto. 

-busquemos la salida-  dijo Elizabeth camino por la cueva observando su estructura, aunque tenían una fuente de luz y la oscuridad que las rodeaba no era tan espesa como antes aun no podían ver muy lejos.

-¡no te pongas ansiosa!, ya te dije que mi compañero encontrara a los otros pequeños estudiantes- 

Elizabeth no respondió solo apretó sus dientes y siguió caminando con firmeza.

-umm, ¿no podríamos solo destruir hacia arriba y salir de la cueva?- pregunto Zack con dudas, hay que decir que pensar no es su fuerte, para ella si no es de la manera pacifica solo hay que usar los puños.

Elizabeth camino hacia una de los pasillos de la cueva, dentro del pasillo había un enorme cráter en el suelo que se comía una parte de la pared de la cueva, - no se puede, estamos muy profundo, si tratamos de subir todo lo que destruyamos podría hacer colapsar todo sobre nosotras- 

Zack solo asintió y no siguió hablando, solo se acerco al enorme agujero inundado de oscuridad y pateo una piedra que estaba junto a ella, la piedra tenia mas de diez segundos cayendo pero aun no golpeaba el fondo del cráter.

-vaya que es profundo- dijo Zack poniendo ambas manos detrás de su cabeza, parece que no solo están muy profundo si no que también tienen mucho debajo de ellas.

Elizabeth solo miro de reojo y siguió por otro de los pasillos que estaban de la cueva. Zack se volteo a mirarla dando la espalda al agujero, sus ojos azules se veían profundos, su pupila se volvió blanca y alargada, observo a los cientos.. no, miles de huevecillos de bestia dentro del cráter y los pedazos de polvo de roca en sus zapatos.

Zack saco de dentro de sus bolsillos un artefacto con tecnología que no se desarrollaría hasta dentro de miles de años mas en el futuro y lo apretó suavemente, una señal rápida y silenciosa viajo a través de la cueva, rápidamente un pequeño mapa apareció sobre el artefacto, las luces tenues sobre el creaban el sistema de cuevas, sin embargo eso no era lo que buscaba, millones y millones de pequeñas luces rojas, con miles de luces de luces rojas medianas y otros cientos de luces rojas mas gordas se movían por cada pasillo de la cueva.

Los ojos de Zack se atenuaron y de ella broto un aura tenebrosa, su sonrisa se volvió cruel , una batalla tan grande, ella no la dejaría pasar.

-¿que haces parada?, vamos rápido- hablo Elizabeth.

Zack volteo hacia ella, su aura brutal desapareció y su expresión volvió a la normalidad caminando hacia ella con una sonrisa petulante, -¡ya voy, pero espérame!- grito mientras corria hacia ella.

¡¡La Emperatriz Bastarda!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora