la desaparición del bello rostro despertó a Miriam de su estupor. sacudió la cabeza suavemente y llamo dulcemente - ¿que hace esperando fuera de la academia príncipe Elias?-
Elias dentro del carruaje sobaba su frente con desespero, aunque estaba molesto no contestar podía ser grosero, -en realidad lady Letter, estoy esperando a Bennet y a Elizabeth-
Miriam frunció su ceño, aunque se veía enojada no dejaba de ser encantadora sin embargo por dentro estaba llena de furia y celos - ¡¡siempre es esa bastarda!!- grito en su corazón.
-¿ha esperado mucho príncipe Elias?, las clases aun no comienzan ¿estarán haciendo algo importante ahora?- dijo suavemente.
Elias frunció el ceño, aunque no veía su cara solo por su tono y palabras sabia que esta dama no tenia buenas intenciones hacia sus guardias, prácticamente era decir que no lo tomaban como algo importante. Elias estaba a punto de responder hasta que escucho una lejana voz que sacudió su enojado corazón, como arte de magia una cálida sonrisa broto de sus labios.
-ahh.... no hace mucho vimos a Lady Letter dentro de la academia, como es que en tan solo unas pocas horas después ya esta calumniándonos frente al príncipe.... que tristeza- suspiro la voz.
Elizabeth atravesaba la multitud de damas, caminaba elegantemente mientras su largo cabellos negro volaba con la brisa. en contraste a las demás damas, ella usaba unos pantalones negros con algunas ataduras de cuero con unas botas negras, una camisa blanca de manga larga con gemelos de plata con la talla de la guardia real, su cabello en una cola alta atada con un listón rojo sangre combinaba con el rojo de sus labios. detrás de ella sir Bennet camina respetuosamente tratando de no tocar a ninguna dama, igual que Elizabeth usaba pantalones negros pero tenia botas azules y un chaleco manga larga azul con detalles negros y dorados sobre una camisa blanca y guantes negros. su cabello castaño oscuro estaba atado en una coleta detrás de su cabeza, dos grandes ojos verdes miraban asustados al carruaje en medio de la multitud.
Miriam se sobresalto un poco hasta que sus ojos cayeron sobre Bennet, camino hacia el con una mirada coqueta casi dando saltos ignorando por completo la mirada profunda de Elizabeth y la multitud que hablaban de ellas.
-¡sir Bennet que gusto verlo!- sonrió Miriam.
Bennet la miro un poco disgustado, frunció el ceño y busco por el rabillo del ojo por ayuda pero solo vio a Elizabeth ignorarlo y caminar directamente a la cara sonriente del príncipe en la cortina del carruaje. suspiro en su corazón y miro a Miriam.
-Lady Letter, buen día- dijo secamente, camino a su lado y siguió sin darle otra mirada.
Miriam se sobresalto y su IQ pareció regresar. miro a los alrededores y escucho sus murmullos. irritada se dio la vuelta bruscamente miro a Elizabeth que conversaba con Elias y Bennet, su mirada se volvió venenosa.
-le pido disculpas su alteza, se nos presento un problema y nos entretuvimos- dijo Elizabeth, sonreía rígidamente, no solo vean la brillante sonrisa del príncipe, el enojo en sus ojos era aterrador.
-ohhh... y exactamente cual es ese problema que hizo que dos de los mejores caballeros de la guardia real de la actual generacion olviden sus deberes eh?- dijo sonriente.
Bennet se atragantó con su saliva, ¿debería contarle la masacre que observo en el bosque?. Miro a Elizabeth queriendo decir algo solo para ser interrumpido por su dulce voz y brillante sonrisa, aunque sus palabras lo dejaron helado.
-¿quiere verlo?- se apoyo languidamente contra el carruaje mirándolo sonriente.
-cre. Creo que no seri... -
- muy bien- Elias miro su sonrisa y respondió inconscientemente, no presto atencion a la mirada llena de advertencia de Bennet.
Miriam miro sus espaldas desapareciendo entre la multitud y su corazon se lleno de resentimiento.
-¡hermana Miriam!- un grito llamo su atencion. Miro hacia el joven que corría hacia ella y su mirada venenosa fue sustituida por una dulce y amable sonrisa.
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Holisssss!
Estos dias eh estado en mi casa limpiando mi armario donde guardo papeles, entre ellos encontre los primero bocetos y la primera versión que hice de esta novela.
Aunque lo conserve no habia nada especial, hasta que vi unas viñetas de un dialogo de la novela, casi lloro de risa. Al parecer hasta el yo que la escribió (hace unos dos años calculo) sabia que Elizabeth era muy Mary-sue. Obviamente cambie mucho esa historia casi no queda nada de ella solo algunos personajes y tramas, pero me pareció que escribir los dialogos seria lindo asi que aqui esta!!.
-----Elizabeth miro a Pivionne en blanco.
-¿puedes repetirlo?, creo que escuche mal-
-la pequeña de la que se enamoro el señor Lurem (al final se los explico) era hija mia y de un humano, es decir, ademas de tener sangre del rey demonio tambien era descendiente de dios- explico.
Elizabeth se golpeo la cara. Al sentir dolor volvio a mirar a Pivionne.
-¿esta bromeando?-
-yo no bromeo- respondio Pivionne.
Elizabeth miro el suelo y susurro.
-¿en que clase de Mary-sue me estoy convirtiendo?-
- ¿mary-sue?- pregunto Pivionne inclinado la cabeza.
Elizabeth sacudió la cabeza varias veces, su rostro estaba lleno de disgusto.
-¡¿para que necesito tanto poder?!- grito.
-...- Pivionne suspiro - ni siquiera yo lo se, pero es para algo-
-¡entonces solo dios lo sabe, ¿no?!- grito Elizabeth asqueada.
-ya te dije que no lo se- Pivionne fruncio el ceño mientras respondía.
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Eso fue todo el dialogo de las viñetas.
En las primeras versiones que hice las habilidades mágicas no venían de las hadas si no de la sangre y núcleos en los personajes, como una novela de cultivo. Se supone que Elizabeth reencarno por que su alma habia sido separada y usaba solo sus poderes demoniacos pero despues saque la descendencia de dios de la manga.
Ya sabrán que aunque la actual Elizabeth si es algo Mary-sue, la historia para mi aun ni entra en el primer arco. Asi que aun falta que se conozcan mas cosas.Bueno no se las alargó mas. Bye!!
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¡¡La Emperatriz Bastarda!!
FantasyArienelis Bon Armetia la hija de una familia de Marqueses la cual desde pequeña a sido maltratada por ser considerada una bastarda, es abandonada en el bosque a esperar su muerte por hambre o para ser asesinada por bestias, por azares del destino ll...