Capítulo 22: Una pérdida importante.

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El sol comienza a esconderse poco a poco; el viento mueve las copas de los árboles, observo por la ventana mientras a lo lejos se puede observar a un grupo de personas acercándose a la casa, son ellos, ellos vienen a buscarlo. Salgo rápidamente de la habitación y corro hacia la cocina; todos están ahí riendo sin saber nada.

— prepárense, — digo acercándome a ellos — están llegando, busquen armas.

—¿Quienes? — Pregunta Julieth con el ceño fruncido.

— Los Ocior — respondo —, vienen por Jimin, harán cualquier cosa por llevárselo y eso hay que impedirlo a toda costa, está en juego su vida y el de muchos humanos.

— Pues que así sea — dice Jin poniéndose de pie —, vamos chicos.

Todos asienten y se ponen de píe; cada uno toma algunos cuchillos y los guardan en sus ropas, tomo uno de los cuchillos de plata que están sobre la mesa y lo coloco cerca de mi cintura.

— ¿Solamente vas a llevar eso? — pregunta Jungkook —, deberías llevar algo más.

— Así estoy bien Jungkook — digo y sonrío —, gracias.

Camino lentamente hacia afuera y ellos están ahí; parados frente a la casa con una sonrisa en sus sucios labios dejando ver sus colmillos blancos sobresalientes. Continuo caminando lentamente hacia ellos hasta detenerme en frente del jefe, ese maldito hombre.

— Min Yoongi — ríe —, ¿quieres morir?

— Me encantaría — respondo con una sonrisa —, pero todavía no llega el momento.

— ¿Donde está mi querido sobrino? — pregunta sarcástico —, su adorable tío quiere verlo.

— Si, claro. — rio — no lo verás y mucho menos te lo llevarás de aquí.

— ¿Según quién?

— Yo — sonrío — no pienso dejar que te lo lleves, no le harás daño, no le tocaras un solo cabello por que te juro que te mato.

— Tú y tu afán de proteger al niño — ríe —, su destino es morir.

— No — niego con la cabeza —, su destino es dar luz a este mundo.

— Ay Min Yoongi — ríe nuevamente —, eres tan ingenuo.

— La única razón por la que no quieres es por que te sirve para tus planes.

— Exacto — ríe.

— Y es un buen amante — dice uno de ellos —, tiene unos gemidos existentes.

— Espero que lo hayas disfrutado — digo y apreto mis puños —, por que será la primera y la última vez que lo tocas.

En un abrir y cerrar de ojos me deslizo hacia él colocando el cuchillo que antes estaba en mi cintura en su cuello; lo observo directamente a los ojos, esos ojos rojos. Sus labios se mueven y forman una sonrisa.

— Te mataré — murmuro —, al menos morirás feliz sabiendo que pediste tocarlo una vez.

— No eres capaz — dice él tiendo.

— No se acerquen — ordena el jefe —, déjenlos.

— Hazlo Min Yoongi — dice con voz retadora —, mátame si eres capaz.

Deslizo mi mano haciendo que el filo del cuchillo se deslice de un extremo a otro; gotas de sangre salpican sobre mi rostro y torso, el cuerpo cae al suelo mientras la sangre se derrama por el suelo dejando un charco en él.

— Muy bien — dice el viejo aplaudiendo —, muy bueno, ¿que te parece si ahora me encargo yo de quitarte algo? — pregunta y ríe mientras sostiene a Julieth en sus brazos.

¿En que momento? Los chicos observan agitados; veo a Jimin salir y correr hacia mi; observo la cara de mi hermana totalmente aterrada.

— Déjala — digo —, ella no tiene nada que ver.

— Erickson tampoco tenía nada que ver — ríe. —, pero lo mataste. Ahora mataré a tu hermosa hermanita.

— No — murmura Jimin caminando hacia él —, por favor no le hagas daño... T-tio por favor.

— ¡Cállate! — grita — eres insoportable niño, al igual que tu madre y tu padre.

La furia se nota en sus ojos; intento ponerme de pie pero en ese instante veo como clava un cuchillo en el pecho de Julieth, ella cae al suelo, corro hacia ella rápidamente.

—¡Julieth! — grito — No ¡No!

— Nos volveremos a ver — dice él —, en la próxima luna roja.

Diciendo esto desaparece en un humo negro; todos se acercan a mi y al cuerpo sin vida de Julieth. Mi hermana a muerto, mi vida, mi compañera.






El Príncipe ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora