El Príncipe ©

Capítulo 2: Atractivo misterio

Después de mi encuentro con ese hombre en la tienda no volví a saber de él, ni verlo.
Por varios días volví a la tienda para, algún día, tener la suerte de volver a ver a ese extraño que había captado mi atención.

— ¡Jimin! — grita mi madre golpeando la mesa con su mano — ¡Te estoy hablando! ¿Por que tus calificaciones han bajado?

— Lo siento mamá, —me excuso — creo que e estado distraído estos días, lo siento no volverá a pasar.

— Claro que no volverá a pasar — dice poniéndose de pie mostrando molestia —, no puedes descuidar tus estudios. Jimin, esto es serio; es tu futuro.

— Lo se mamá —murmuro — sólo discúlpame, por favor.

—Ve a estudiar.

Me pongo de pie rápidamente haciendo caso a su orden para evitar más problemas de los que ya tengo, camino rápidamente hacia mi habitación, al llegar cierro la puerta detrás de mí y me coloco sobre ella mirando directo al techo para después soltar un suspiro.

— Basta Park Jimin —  me digo a mi mismo — Deja de pensar estupideces.

Camino hasta la cama y tomo un libro de matemáticas que se encontraba ahí; por un rato leo y observo cada página sin entender nada hasta que finalmente el sueño me vence y me quedo dormido.

                                 ✡️✡️✡️

Camino por un bosque, mis pies descalzos, mi ropa casi desgarrada. Mi corazón late fuerte y comienzo a correr sin ninguna dirección, mi cuerpo tembloroso es detenido repentinamente por una figura la cual no logro ver con claridad, elevo mi rostro encontrandome con él. Si, él, ese hombre al cual había visto antes en la tienda él está ahí frente a mi mirándome con sus profundos ojos color carmesí, sus labios rojos como la sangre y su piel tan blanca como la nieve, abro la boca para hablar pero de ella no sale nada, como si mi voz no existiese como si nunca hubiera podido hablar. Él dibuja una sonrisa en sus labios.

— Encuentrame Jimin —  dice sonriendo —  Encuentrame ahí afuera, encuentrame ahora que puedes, Encuentrame mientras seas libre de ellos.

Las ganas de hablar me desesperan pero cuando más intento menos puedo, siento como una extraña fuerza me lleva lejos de él.

                              ✡️✡️✡️

Pego un pequeño salto y me siento en la cama mirando para todos lados con la intención de encontrarlo, pero no, él no está ahí todo fue un sueño. Me tiró hacia atrás y mi cabeza cae contra la almohada, cierro mis ojos y respiro hondo.

— Encuentrame... —  digo —  Encuentrame —  repito — Encuentrame... ¿pero como? No se mi siquiera quien eres...

— ¿Jimin, con quien hablas? — dice mi madre entrando a mi habitación.

— Con nadie — digo abriendo mis ojos —  sólo estoy repasando un texto para una tarea de literatura.

— Bien —  dice ella aún desconfiando —  te traeré un sándwich de jamón y queso, ¿quieres algo más?

— ¿Hay jugo? —  pregunto sentándome nuevamente en la cama.

— Si, hay de naranjas y de fresas.— responde sonriendo.

— Tráeme uno de fresas, por favor.

Ella asiente y sale de la habitación.

Afuera de la acogedora habitación del joven Park Jimin un hombre de piel blanca, labios rojizos y ojos carmesí observa al chico con una leve sonrisa en sus labios.