Capítulo 27: No te vayas.

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Pasaron siete años, si, siete años.
Jimin ahora es un joven apuesto de veinticinco años. Todo este tiempo no ha salido de casa de Alice, pues ella se volvió su mejor amiga. Por otro lado, Jin finalmente tuvo a su hija, fue una hermosa niña que ahora tiene seis años. Yoongi continúa observando a Jimin cada día de su vida, cuidando cada paso y detalle de él. Tae y Jungkook se casaron, viven felices en Italia.
Hoseok y Mina también se casaron y ahora Hoseok vive junto a su bella esposa siendo casi líder de los Nefda.
Jimin se convirtió en un excelente cocinero, además de bailar increíblemente.
La vida continúa normal, un chico que no recuerda absolutamente nada de su pasado reconstruyendo su vida poco a poco, y  otro chico viviendo en las sombras cuidando de él, protegiéndolo de todo y de todos.

POV's Jimin

Oigo la puerta abrirse rápido, veo a Alice entrar agarrada de su nuevo novio mientras se dirigen a su habitación, rio bajo y continuo haciendo la cena. Después de un rato la oigo bajar y minutos después cerrar la puerta; enseguida camina hasta la cocina y me abraza por detrás.

— ¿Comiste bien? — pregunto sarcástico.

— Muy bien — responde riendo. — ¿que cocinas?

— Pollo con papas — respondo — ¿ya me sueltas?

— Aish disculpa señor delicado — dice ella saltándose y colocándose a mi lado —, ¿por que el mal humor?

— Creo que ya es hora de que me vaya de aquí — respondo dejando a un lado el pollo ya cocido y listo.

— ¿Que? — pregunta ella borrando su sonrisa —, ¿por que?

— Es que tú necesitas tu espacio — respondo y bajo la mirada —, creo que aveces me incómoda verte con varios hombres... Pero no te juzgo.

— No te vayas — dice ella haciendo pucheros, realmente se ve adorable. — Jimin tú, eres mi mejor amigo y mi consejero... No podría vivir en paz sabiendo que te vas por ahí... Todavía nececito que me hagas reír cuando termino con un novio — ríe —, cuando estoy en esos días feos donde me siento un asco... Y que tu me traes un tazón de helado y vemos películas tristes hasta llorar... Y luego tú..

— Te tiro helado en la cara — digo riendo —, y te enojas tanto que tu cara se pone roja, pero finalmente ríes y te vas a duchar.

— y cuando vuelvo ya estás totalmente dormido — sonríe y una lágrima cae por su mejilla. — No te vayas, por favor.

— No me iré — digo sonriendo —, no puedo dejar sola a una loca como tú.

Ella comienza a reír y enseguida me abraza, correspondo y sonrío. Ella tiene razón, no puedo dejarla, ella es una chica muy sensible y simpática. En todo este tiempo aprendí a quererla como una buena amiga, me ha ayudado mucho en mi recuperación.
Aunque algo que me parece demasiado extraño, últimamente estuve sintiendo que alguien me observa, que alguien por ahí está escondido todo el tiempo observando lo que hago. En las noches cuando duermo sueño con alguien, un hombre. No puedo ver su rostro, sólo escucho que dice que me ama y que algún dia estaremos juntos otra vez... Me siento extraño, como si algo no estuviera bien, como si una pieza del rompecabezas faltará y... Fuera él.

El Príncipe ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora