Capitulo 3: Pistas.

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Salgo de la habitación resfregando mis ojos con ambas manos; camino hasta el baño y me dedico a hacer mis necesidades antes de lavar mi rostro y peinar mi cabello, cabello que nuevamente desparramo con mis manos. Salgo y camino hasta mi habitación con la intención de buscar mis zapatos y cambiar de piyama, pero algo capta mi atención; sobre la cama hay un pequeño libro tapa dura que dice "El misterio del príncipe Young soo" con el ceño fruncido tomo el libro entre mis manos y observo a mi alrededor.

—Supongo que madre lo dejo para los trabajos de historia — sonrío y me dirijo a la cocina con el libro en la mano.

Mi madre se encuentra frente a la cocina cocinando huevos mientras el agua hierve lentamente; camino hasta la mesa y me siento en la primera silla ella de inmediato se gira.

— ¿Como amaneciste? — pregunta ella.

— Bien — respondo — ¿tu dejaste este libro en mi habitación? — pregunto extendiendo el libro.

— No — dice ella con el ceño fruncido — no recuerdo haberlo dejado o haber llevado un libro a tu habitación.

— Apareció en mi cama — cuento mientras como un pedazo de pan tostado — cuando volví del baño estaba sobre la cama, lo que me resulta extraño es que cuando fui al baño no estaba.

— Es extraño — dice ella — pero léelo, quizás te interese, aprovecha.

— Si mamá — asiento con una sonrisa — llevaré mi plato a mi habitación y comeré ahí mientras leo.

— Bien — dice ella cargando un poco de huevo en mi plato junto a tostadas y café — mañana vendran para conectar el cable de la televisión.

— Bien — digo después de tomar el plato — saluda a papá, creo que después iré un rato al parque así que no estaré cuando venga.

Ella asiente y sonríe.

Coloco el plato sobre la mesita de noche y me siento en la cama, abro el libro y comienzo a leer.

"Se dice que hace muchos años vivió una familia real; los emperadores eran bondadosos y justos, su joven hijo el príncipe Young soo se preparaba par acceder al trono, un día el príncipe decidió visitar a los aldeanos para poder ayudar a su pueblo y ganarse sus corazones, tal como había hecho su padre. Fue entonces cuando el príncipe visitó una pequeña casa un poco destruida ahí se encontraba un viejo aldeano que, según decían, estaba enfermo. Young soo con la intención de ayudarlo lo visitó; desde ese día todo cambio para él y su familia pues una maldición cayó sobre ellos.

Desde mucho antes estaban destinados a la destrucción; el joven príncipe volvió a su palacio, nadie supo nada más de él hasta que el caos comenzó. Los aldeanos contaban de un monstruo que succionaba la sangre de las personas para después dejarlas sin vida en algún lugar, los ataques siguieron y la noticia llegó al emperador que enseguida tomo cartas en el asunto.

Pasaron meses y aunque los ataques eran pocos el miedo hacia imposible vivir a los aldeanos; un día cualquiera un joven aldeano llegó al palacio a pedir ayuda para su familia y caminó, caminó por el palacio sin recibir atención de nadie pues no había nadie ahí, su atención fue captada cuando vio una puerta de color negro; dentro de oían llantos y gritos.
El joven abrió la puerta sin saber lo que allí se encuentraba; su corazón latio fuerte pues ahí se encontraba el desaparecido príncipe Young soo, llorando y gritando junto a los cuerpos sin vida de sus padres.

— Lo siento, — decía — Lo siento — repetia
No quise hacerlo, no debí hacerlo lo siento mucho...

Él lo notó y enseguida se puso de pie mirando al joven aldeano con temor, no parecía un monstruo, parecía un hombre devastado, hundido en la tristeza.

Ayúdame — dijo el príncipe — Ayúdame por favor...

— ¿Q-que necesita? — el joven pregunto en un tartamudeo.

— Ayúdame a salir de aquí  — respondió el príncipe — Ayúdame a escapar, no quiero que nadie me encuentre aquí.

— Lo ayudaré — dijo el joven — solo si promete ayudar a mi madre, está muriendo.

— Hay medicamentos aquí — dijo él — toma todos los que quieras pero ayúdame.

El príncipe acompañado del joven aldeano salieron del palacio; una turba de aldeanos los encontró en el camino todos creían que el príncipe había matado a sus padres pues un sirviente del palacio propagó la noticia.

El príncipe escapó sin ser visto mientras que el joven aldeano murió quemado justo en el mismo lugar.

Dicen que el príncipe aún existe como un demonio chupa sangre, esperando que el joven que lo ayudo a escapar regrese, cuando eso pase cumpliría su promesa, salvar a su madre. Pero algunos dicen que va más allá de una promesa, algunos dicen que el príncipe se enamoró de él a primera vista, que él es su salvación, que es él quien lo sacará de su infierno."

Suspiro, ¿puede esto tener relación con mi sueño?





El Príncipe ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora