El Príncipe ©

Capítulo 8: Un cambio

Abro mis ojos y veo una hermosa casa  grande de color blanco, a su alrededor un jardín de rosas y grandes árboles forman un bosque.

— Creí que sería diferente —  digo mirando por la ventanilla.

— ¿Acaso creías que vivo en un castillo gótico? ¡Claro que no! — dice riendo —  no soy para nada fan de eso.

— Bien, — digo y hago una pausa —  ¿Vives sólo?

—  No — responde deteniendo el auto frente a la gran casa —  otras personas viven conmigo, ya los vas a conocer.

Asiento y abro la puerta; bajo y observo todo el lugar, es realmente bello. Camino hasta el maletero y saco mi maleta, él solo camina hasta la puerta y se detiene para mirarme.

—  ¿Vienes?

— Si —  respondo y comienzo a caminar hasta él —, lo siento.

Abre la puerta y el aroma a rosas de el interior invade mis fosas nasales; camino lentamente con la maleta a mi lado sin dejar de observar detenidamente cada escultura y pintura de la habitación, él toma mi mano junto a la manija de la maleta y me indica soltarla, enseguida una señora de edad avanzada entra, viste un vestido negro pero no parecido a los que las empleadas usan normalmente, ella toma mi maleta y se retira haciendo una reverencia.

— Siéntate — dice en un tono autoritario — Elisabeth llama a los demás. —  dice y una joven igual vestida que la mujer anterior se retira, no había notado que estaba ahí.

— Estoy nervioso —  me atrevo a decir antes de sentarme — no se que hacer o qué decir lo siento.

— Ya deja de pedir perdón por todo —  dice él tomando una tasa de la pequeña mesita — eso sería un adelanto en esta relación, recuerda que ahora vivirás aquí.

Asiento.

Oigo ruidos de pasos entrando a la habitación, intento ponerme de pie pero él me lo impide. Respiro hondo y sólo espero agachando la cabeza, oigo los pasos detenerse y veo como él se pone de píe.

— Jimin — dice él mirándome —  te presento a mi familia, aunque no tenemos la misma sangre realmente nos queremos como si fuéramos una familia.

— Hola — digo poniéndome de píe —  soy Jimin —  sonrió, mis mejillas se ponen rojas inmediatamente.

—  Oye no te sientas tímido —  dice un chico con cabello castaño —  ya eres parte de esta familia, soy Jin —  dice extendiendo su mano —  bienvenido.

— Muchas gracias — sonrió y tomo su mano aceptando el saludo — gracias.

— Pues bienvenido —  dice el chico de cabello rojo — Soy Taehyung.

— Muchas gracias —  hago una reverencia.

— Bienvenido — dice el chico de cabello negro — Soy Hoseok.

— Bienvenido, — dice otro de ellos —  soy Jungkook.

— Namjoon —  dice el otro sonriendo. — bienvenido.

—  Gracias —  hago una reverencia nuevamente — gracias a todos.

— Bien ahora que todos nos conocemos —  dice Min Yoongi — Jin por favor, ¿Puedes llevar a Jimin a su nueva habitación?

— Claro —  asiente — creo que en este niño deberíamos hacer un cambio de look, se ve muy... Tierno.

— ¿Que? —  pregunto mirando para todos lados. —  Yo creo que estoy bien así.

— Créeme niño necesitas un cambio —  dice él, — creo que veremos eso en tu nueva habitación.

Así como cambia mi vida, cambia todo de mi.