Pasaron meses desde el acontecimiento, Jimin no había salido de su habitación, a fin de cuentas ya no tenía a nadie, ni a Alice, ni a Yoongi. Las personas más importantes en su vida se habían ido.
—Jimin - dice Jin entrando a la habitación- tienes que salir, hay varias personas buscándote.
— No quiero ver a nadie
— Es importante - insiste - estas personas quieren saber si su rey puede protegerlos.
— No tengo la estabilidad para cuidar de mi mismo Jin- susurra - no creo poder cuidar a todo un clan... no pude proteger a Yoongi.. ni a Alice..
— Yo confío en ti- dice él - confío en que puedes, todos confían en ti.
— Iré enseguida- dice después de unos minutos - reúne a todos en la sala.
Un poco después, los murmullos en la sala desaparecen al ver al joven chico entrar, los presentes lo ven con atención esperando a que el chico hable.
— Se que todo este tiempo no estuve para ustedes- dice sin levantar la mirada - pero necesito que sepan que estoy aquí para proteger a mi gente, la rivalidad entre nuestros clanes debe terminar, vivamos en un ambiente de paz... sólo eso pido, no quiero más violencia, más sangre y muerte.
— ¡Larga vida al soberano! - grita un hombre.
— ¡Larga vida al soberano! -gritan todos con una sonrisa.
En los labios del chico se forma una leve sonrisa, la profecía se cumplió, llegó el hijo de ambos clanes, venció al mal y logró unir a ambos clanes para vivir en armonía, aunque eso le haya costado la felicidad, pero quizás en mucho tiempo el reencuentro podría ser inevitable, la muerte no podría separar al amor, el amor puede perdurar durante siglos, incluso después de la muerte.
— Min Yoongi- susurra el chico mirando al cielo - prometo buscarte, ya sea con otro rostro... Yo se que me amaras por toda la eternidad, algún día volveremos a encontrarnos.
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El Príncipe ©
Hayran Kurgu"El pasado puede volver para destrozar tu vida" Esas eran las palabras que mi madre me decía cada noche antes de dormir, seguido de un "Pero, yo estoy aquí para evitarlo" entonces volvía a dormir como el niño que era en ese entonces, nunca supe que...
