Capítulo doce: "Me pregunto que se sentirá"Artemisa Rosier, un nombre para nada común que al cruzar por boca de cualquier alumno causaba estragos. Con sus trece años de edad, se la conocía como una persona de terrible carácter, un temperamento chispeante como el fuego y una bruja de puro talento para cualquier cosa que se propusiese...excepto pociones y claro, los cambios hormonales de los muchachos que no dejaban de fastidiarla. Finn parecía no desear otra cosa que pasar el rato con ella, y para desgracia de la pelirroja, ya no la trataba como a un niño más con quien jugar o golpearse en la cancha de Quidditch cuando festejaban una victoria. Odiaba que la actitud de su más grande amigo ahora fuera más extraña de lo normal al igual que la de los demás muchachos, pero al fin y al cabo seguía siendo su camarada y lo quería como a nadie. Ya se le pasaría, ya entendería que con ella siempre había límites que respetar.
Le iba de maravilla así, con su grupo de cinco amigos intacto desde el primer año y con el trabajado pero perfecto perfil de alumna ejemplar según el terrorífico Severus Snape. Conocía a Severus fuera del ámbito escolar; lo había divisado varias veces dentro de la mansión Lestrange asistiendo a las reuniones que su tía protagonizaba con los hombres de las túnicas negras y máscaras escalofriantes. Al parecer eran colegas muy cercanos, ya que él demostraba tener cierta inclinación al favoritismo por la presencia de la joven Rosier en sus clases, siempre y cuando no se metiera en problemas.
Todos la consideraban como alguien muy amable si es que se llegaba a caerle bien, pero la reputación que emanaba de su grupo de amigos era lo que hacía que nadie se le acercara. Sus amigos te analizarían de pies a cabeza, descubrirían tus fortalezas tanto así como tus debilidades y harían que te arrepintieras de haber hablado de ellos en vano. El líder de aquel pequeño grupo de egolatras, Finnegan Toddley, era el cretino más grande en Hogwarts luego de cierto rubio malhumorado llamado Draco Malfoy.
Draco Malfoy y Artemisa Rosier no habían cruzado palabra alguna salvo claro para desearse la muerte. Aún así, estaba claro que la enemistad entre él y Finn era la que ganaba por diferencia. La pelirroja sabía lo que le convenía, así que aunque siempre intentara proteger a su azabache mejor amigo de las patrañas de Malfoy, jamás se interpuso en el camino de aquel rubio de ojos tan grises como un cielo abrasador. Nunca hubo un día en el cual no hayan cruzado miradas, y nunca hubo una vez en la que uno de los dos no la haya apartado. Las miradas eran sutiles y disimuladas, ya sea en los vestuarios del campo de Quidditch cuando acomodaban las escobas en el armario, en medio de una preparación de algún mortífero elixir en la clase de pociones o cuando caminaban por las mazmorras intentando llegar a su sala común.
¿A que se debía todo eso? Ninguno de los dos sabía porque continuaban haciéndolo cuando no había testigos, pero tampoco ninguno se esforzó por establecer contacto con el otro...claro, hasta ese tercer año.
La pelirroja arrastraba su valija con recelo y cansancio por la plataforma 9 3/4, con la ausencia de su tía y la falta de ayuda con su equipaje, su humor ya había cambiado de mal en peor. Pero todo aquello no le importaba, después de todo se dirigía a lo que consideraba su mas preciado hogar, Hogwarts.
- ¡Sorpresa!- le gritaron con alegría a sus espaldas, y la persona dueña de aquella aguda voz no tardó en columpiarse sobre los hombros de la pelirroja como si se tratara de un clabbert molesto.
Artemisa Rosier cayó al suelo con quien sea que se encontraba sobre ella, estrechándola en un brusco abrazo. Sus valijas se dispersaron por doquier y su estrígida, Ero, comenzó a batir las alas y morder los barrotes de su jaula asustada hasta la médula. Con la ayuda de aquella colonia de rosas embriagadora que se desprendía su atacante, descubrió que evidentemente se trataba de una de sus mas grandes amigas, Annabelle Port. Sabiendo aquello, correspondió a la bruja.
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UNA ROSA NEGRA {DRACO MALFOY}
FanfictionArtemisa Rosier carga con un apellido temido por la comunidad mágica. Siendo solo una huérfana a causa de la copilada muerte de ambos padres, Artemisa es puesta en manos de familiar en familiar, hasta acabar con una de las mortífagas más peligrosas...