“Forgive my sins. Touch my soul.”
Cuando respiro y respiro en ti lo siento calar hasta los huesos. Y lo siento correr por mis venas. Y ahí soy fuerte, somos fuertes.
Las grietas en las paredes gritan tu nombre. Las ventanas te lloran y yo te extraño.
Todo el sexo, todas las noches que nos quedamos despiertos viendo las estrellas, pero estamos más que libres.
Tengo el mundo en mis manos como si de una propiedad se tratara.
Y todo es lo suficientemente bueno para hacer ver el océano como si fuera un estanque. Lo suficientemente bueno para convertir los valles en montañas.
Vivimos como leyendas ahora, diciendo que nunca moriremos.
Y tenemos amor…
Lo puedo sentir, lo que tú sientes, lo que yo siento, y siento que todo está en tus manos. Cuando nos tocamos, es demasiado.
Cuerpo junto con cuerpo, y todo es delirio.
No tenemos planes, no nos importa. Dejamos el tiempo pasar aunque este congelado. Y deseo que sea para siempre. Perfecto como una fotografía.
Somos uno, aun cuando se ve a través, somos uno. Y uno seremos.
Y sucederá, se caerá el cielo, y las montañas al mar.
Sabremos que fuimos juntos, que con los besos y el sexo…
Todo lo causamos.
Arriesgamos más de lo que debemos. Dejamos todo por uno. Lloramos y reímos pero al final solo soy yo y tú no estás.
Dejamos pasar el tiempo, nunca se congelo. Y pienso por qué te sostuve tanto tiempo, por qué no te solté, por que no te deje ir. Es muy tarde para soltar, cuando ya no hay que soltar.
Y tenemos amor…
No soy perfecta, nunca lo fui, nunca lo seré.
Buscábamos respuestas cuando debíamos buscar preguntas. Dábamos significados que no existían y le respondíamos a la soledad.
Oh salaz que eras…
Oh virgen que fui…
Oh, como dejar que las paredes griten por ti, que las ventanas inunde el lugar. Yo no te extraño más…
Y por ti esperare hasta que el mundo acabe, y por ti dejare caer el cielo y tierra, por ti llorare los mares, por ti dejare de existir.
Y todo es lo suficientemente bueno para hacer ver el océano como si fuera un estanque. Lo suficientemente bueno para convertir los valles en montañas.
Vivimos como leyendas ahora, diciendo que nunca moriremos. Cuando ya hemos muerto.
Y yo no estoy y tú tampoco estas…
