9

3.8K 149 13
                                    

Se balanceaban al ritmo de la música, los dos se miraban a los ojos y ninguno se sentía incomodo, cuándo Katherine estaba con Harry, de alguna manera, se sentía segura y eso a ella le gustaba, aunque fueran dos polos opuestos, juntos se complementaban.

El teléfono comenzó a sonar y Harry fue al escritorio a contestar sentándose en la silla giratoria.

-Si. Diga... Está todo listo para mañana... nueve de la mañana... así es... Hasta luego. - colgó. - Ven, pequeña.

A pasos cortos, se acercó a él y se sentó en su regazo, retiró uno de sus rubios mechones de su bello rostro.

-Eres hermosa Katherine, quiero que seas solo mía.

-Soy tuya, Hazzy.

Esta vez fue ella quien lo beso primero, paso sus manos por su cuello entrelazando sus dedos con los rizos chocolates de Harry, momentos después, a Katherine le comenzó a doler la espalda por hecho de estar torcida, tuvo la idea de pasar su otra pierna al otro costado de Harry sentándose a horcajadas, pero fue mala idea ya que en su zona intima le causo un ardor horrible.

- ¡Ah! No. ¡Au! - bajo sus manos a su entre pierna intentando "calmar" el dolor.

- ¿Estas bien? - negó con la cabeza y con una mueca de dolor. - ¿Qué pasa? - la preocupación comenzó a invadirle.

-Duele mucho. Aquí. - apuntó a su intimidad.

Y como si una pluma se tratase, la cargo en el aire y la sentó sobre el escritorio, sin permiso le quitó el pantalón junto con las bragas y su expresión cambio por completo, se puso pálido e intentó tocarla, pero con tan solo rozar la yema de su dedo ardió como el infierno.

- ¡NO!

Su intimidad estaba muy roja con rugosidades un poco blancas, era una imagen un tanto delicada. En el momento en el que Katherine vio cómo se encontraba su parte el miedo le invadió.

-Hazzy...

-No bebe.

-¿Qée me pasa? - una lagrima recorrió su mejilla.

-No... No lo sé, te llevare con un doctor.

Unos golpes en la puerta lo sobre saltaron.

-Ahora no Samantha, retírate. - grito sin abrir la puerta. - Vale, llamare a tus padres, te llevare a casa.

Intento subir su ropa, pero ardía.

-No Harry, me duele.

-Solo aguanta un poquito, en el auto te lo podrás quitar.

-Está bien.

Si abrochar el pantalón, se bajó del escritorio e intento seguir el paso de Harry, pero le era difícil caminar sin sentir dolor, parecía pingüino al caminar.

Al llegar a recepción Harry pido llamar a su chofer.

-Llama a Francis y dile que traiga mi auto a la puerta.

-Si señor.

-Hazzy no puedo caminar.

Se asomo al pasillo y la cargo en sus brazos al estilo nupcial. Solo el conserje, la secretaria Samantha y un joven que estaba esperando en recepción vieron como Harry cargaba a la joven Katherine quien escondía su rostro empapado de lágrimas en el cuello de Harry.

Francis ya estaba en la entrada con la puerta abierta esperando. Harry le entregó una bolsa en particular a Katherine.

-Aquí hay una falda, por si te la quieres poner.

Baby GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora