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Le carcomía, le quemaba, le lastimaba por dentro ver como se llevaban a Kath. Una vez más se echaba la culpa a sí mismo de algo que no pudo evitar. Sabía perfectamente que intimidar con ella conllevaría peligro, pero no pudo impedirlo, se repetía una y otra vez lo débil que fue por no haber controlado sus sentimientos.

Observó como la camioneta iniciaba a arrancar, pero pudo alcanzar a ver las placas "UsH11J15". Movió su pierna intentando desatorarla, lo logró rompiendo el pants que llevaba puesto, se levantó, tomó su arma y apuntó a las llantas; ya era tarde, ya estaba demasiado lejos.

- ¡No! - exclamó tirando el arma sujetando su cabeza con ambas manos. De su pierna derramaba sangre. No le tomó importancia, no había tiempo para pensar en heridas.

Zayn lo sabía, ya lo sabía todo. Lo supo desde un principio, cuando vio a la mujer en aquel bar, se acercó a ella y le ofreció una bebida, días después se enteró de quien era madre. Las intenciones eran utilizar a Alice, la madre de Kath, de diferentes maneras, pero cuando Alice supo que sus hijos sabían lo de ella con Zayn se alejó de él y se fue a España con unas amigas, Zayn no se enteró de esto último así que decidió hacer un allanamiento a la casa de Harry y llevarse a la chica como rehén para convencer a Harry de que le diera el anillo.

Una señora rechoncha se acercó a Harry. Era la Señora Smith.

- ¿Estas bien niño?

-Si.

- ¡Dios mío! Tienes una herida en la pierna.

-No es nada.

-Llamaré a una ambulancia. - de su bolso tejido a mano saco un celular; cojeando, Harry se acercó a ella a arrebatarle el aparato.

- ¡No! No lo haga

-Bien, te puedo ayudar, vivo cerca de aquí.

No parecía tan mal idea, la gente comenzaba a acercarse a ver el accidente provocado, no debía de ser visto y los policías pronto llegarían. Se subieron a un auto de los 70's estacionado a unos metros del accidente.

- ¿Cómo logró salir de la casa? - preguntó Harry confundido haciendo presión en su pierna

-Ya había acabado mi turno, estaba a unas cuadras de la mansión cuando escuche balazos.

No contestó. Se limito a marcar en el móvil arrebatado a Francis.

- ¿Diga?

-Fran, soy Harry.

-Harry, que alivio, ¿estás bien?

-Si. Se llevaron a Kath. - decir esto último le hizo un nudo en su garganta.

-Carajo, ¿viste quién era?

-No, pero vi las placas del auto.

-Bien mantente en contacto conmigo. Estamos en la zona del accidente hablando con los policías. Yo me encargo de esto ¿Dónde estás?

-Bien. Tengo que colgar. Te llamo luego.

Minutos después llegaron a una pequeña casa de madera. Abrió la puerta la puerta de la casa y al entrar Harry se sentó en un sillón marrón de "mal gusto" según H. La señora salió de un cuarto con un botiquín y ropa limpia.

-Era de mi hijo. - informó brindándole las cosas que traía en mano. - Puedes cambiarte en el baño si guastas tomar una ducha hay...

-Si, sí. ¿Dónde está el baño? - interrumpió bruscamente.

-En aquel pasillo a la derecha.

Sin más, adentró a dicho baño y comenzó a curar sus heridas, no era profunda, por lo que no necesitaba puntadas. Tomo una rápida ducha quitando de su cuerpo las manchas de sangre y de su cabello la tierra y el escombro, al salir, se puso una gasa en su herida y se cambió de ropa, consistía en un pantalón de mezclilla, una camiseta negra manga larga y unos tenis Nike. Tiró su ropa y salió del baño; supo que había sido grosero así que intentaría disculparse con la señora que ha dado años de su vida en ese trabajo.

Baby GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora