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Mientras se encontraba en su jet privado no podía dejar de pensar en lo que podría estar por venir, no podía de pensar en Katherine, pensó en llamarle, pero debía de mantener distancia y concentrarse en el propósito de su viaje. Uno de ellos es llevar mercancía, diferentes tipos de droga para venderla en esa locación y hacer negocios con narcotraficantes de Alemania; y ¿Por qué se iría a Alemania? Dentro de la ciudad de Londres, a pesar de ser el más temido, hijo del narcotraficante dominante, tenía más riesgo a que le hicieran más daño con el propósito de derribar su puesto, quitarle sus ganancias, diferentes tipos de clanes se han unido para llevar a cabo su plan, cosa que Harry ya había evitado anteriormente y ahora en Alemania nadie se le podría acercar sin ser autorizado antes, gracias a su alianza con personas altamente imponentes. Y los negocios que llevaría a cabo son: engrandecer su negocio, recuperar lo perdido en la balacera anterior y tener refuerzos ante cualquier situación.

Su traslado había concluido, la noche había llegado y bajo la oscuridad y la luz de la luna, bajaron del avión cajas y demás cosas que transportaban drogas y narcóticos. Por viajar en Jet privado evitaban la aduana y registrar dicho aeroplano.

Su marrón cabellera se despeinaba con las ráfagas del viento mientras bajaba de las escaleras con su BlackBerry en la mano.

-Señor, la limosina lo espera. - le informó un hombre con una revolver en su pantalón.

Su celular emitió un sonido indicando una llamada entrante, la contestó adentrándose a la lujosa limosina mientras la c cargaban con sus pertenencias y entre otras cosas.

-Diga.

-Edward, me enteré que vendrás a Alemania. - habló el hombre al otro lado de la línea con el acento muy marcado.

-Sí, de hecho, ya voy al hotel.

- ¿En qué hotel te hospedarás?

-Un momento. - abrió la ventanilla que lo separaba del conductor. - ¿A cuál hotel nos dirigimos?

-Al Empire, señor.

-Al Empire, el de siempre.

-Entonces será un gusto recibirte, nos vemos pronto.

Colgó sin responder o despedir, no era necesario. Aquel dicho hotel es dónde han pasado varias cosas, en el que siempre se aloja durante su estancia. Llegó al lujoso hotel con una desagradable sorpresa y recibimiento en el Lobby.

- ¿Qué haces aquí? - cuestionó con evidente disgusto.

-No te emociones cariño, no vine aquí por ti. Vine por negocios. - Barbara Palmer se encontraba en el mismo lugar con un elegante vestido rojo escotado.

- ¿Negocios?

-Sí ¿Estas sordo?

-Aquí tiene su llave señorita. - enunció una joven al otro lado de recepción entregándole la llave de su suite, la cual, Barbara la arrebato bruscamente.

-Si me disculpas, tengo maletas que desempacar. Adiosito. - meneo su cadera retirándose del lugar con varios hombres detrás con carros maleteros.

Harry bufó negando la cabeza, no podría ponerse más difícil.

- ¿En qué suite la alojaron?

-No podemos proporcionar información personal, va en contra de...

-Me importa un carajo. Me llamo Edward Styles, ya tengo reservación.

-Una disculpa señor Styles, es la Junior Suit A-115

-Bien, quiero mi llave.

-Sí, un momento.

-Discúlpala, es nueva aquí. - llegó Auguts, conocido por parte de Harry. Se ha encargado de varios asuntos, es de confianza. - Agatha yo me encargo. - la joven se retiró totalmente apenada por lo intimidante que puede llegar a ser. - Aquí tiene. Suite Avenue. A-116

Baby GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora