Capítulo 13

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Capítulo 13

Olivia sintió la mano de su madre sacudiéndola para que se levantara, quejándose abrió los ojos los cuales se encontraron inmediatamente con los de su madre, esta le sonrió con sus labios pintados de color carmesí.

Olivia se incorporó mientras su madre se alejaba dejándole una bandeja con el desayuno y a su lado unos collares bastante lindos, la pelirroja se extrañó ante el servicio de aquella, esta nunca le llevaba el desayuno a la cama.

–No me mires así, Ginn–dijo burlona–.Quería tener un detalle contigo, ¿acaso es tan malo?

Olivia negó con la cabeza mientras probaba el desayuno, luego se quedó aún más extrañada cuando vio que su madre se sentaba a sus pies.

– ¿Te encuentras bien?

–De maravilla... ¿tú no?

Olivia no le respondió, en vez de eso evadió su pregunta y agregó– ¿Para qué los collares? –señaló las cadenas de cristal que le habían atraído en cuanto su madre le pasó la bandeja.

–Son para tus amigos–su cara se iluminó, pero al ver que Olivia no parecía comprender lo que ella le decía añadió un poco seria–.Ya sabes cariño, de los que tanto me has hablado, la chica y el chico...hace unos días me comentaste que la chica era muy especial para ti, así que dije ¿por qué no darle un detalle? Después de todo es la primera amiga de la cual me comentas.

Olivia estaba segura de que ella no le había hablado nunca de Alisha y mucho menos de Alexander, en realidad nunca había hablado nunca con nadie de ambos, ni mucho menos de Alex, lo que había pasado entre él y ella siempre había estado guardado para sí misma, pero aun así no le dio mucha importancia, tal vez se le había escapado en alguna conversación que había tenido con su madre y ahora no se acordaba– ¿Por qué hay tres collares?

–No quería que tú te sintieras mal, después de todo casi nunca te doy detalles, hay uno para ti, son bastante lindos ¿no te parece?–tomó uno con delicadeza, al alzarlo, Olivia los pudo observar mejor y allí notó que su madre tenía razón, eran bastante lindos; el que su madre tenía en las manos parecía ser el que tenía el dije más grande y al que Olivia le pareció más llamativo por el gran rubí que poseía–.Este es el más hermoso, hija, quiero que se lo des a tu amiga ¿bien? Sé que tal vez te pueda gustar a ti, pero tú también tendrás uno, además no es como que uses muchas joyas, en cambio, a tu amiga, este le encantará, después de todo es una chica, ya sabes cómo somos– Luego le guiñó un ojo.

Antes de que su madre saliera de su habitación se giró hacia ella y le dijo en un tono muy serio–Esta vez espero que si vayas a clases, Ginn.

(...)

Luego de haber pasado pasado casi dos horas frente al espejo se quitó la camisa azul y decidió ponerse un sencillo suéter negro que le resaltaba la blanca tez.

Había decidido ponerse más linda de lo habitual, con pendientes en sus orejas, el cabello oliéndole a vainilla y cepillado. Intentó estar guapa pero no demasiado, para no hacerse notar mucho.

«Julio 7» dijo para sí mientras sonreía, aunque estaba feliz por su cumpleaños no podía evitar pensar con nostalgia que ya llevaba varios meses en ese lugar y no había hallado nada de su padre, alejó inmediatamente esos pensamientos, no quería pensar en eso esta vez, no hoy.

Hace tiempo que no celebraba su cumpleaños, no que lo recordase, esta vez ella misma se había dibujado un gran cartel en el que se leía «FELIZ CUMPLEAÑOS, A» además, había tomado a hurtadillas un pequeño trozo de pastel y una vela de la nevera del orfanato, así había celebrado su cumpleaños, en su habitación y completamente sola.

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