Capítulo 18

10 1 9
                                    

Capítulo 18

¿Qué estaba haciendo? Se preguntó, se sentía mal, mareada todo el tiempo y con un vacío en el pecho.

¿Valía la pena traicionar a Alexander y a Alisha por su madre? O ¿Valdría la pena arrepentirse e ir hacia ambos para contarles la verdad e idear un verdadero plan contra su madre?

Tal vez ninguna de las posibilidades valieran la pena, después de todo, estuviese en el bando que estuviese, le tocaba fingir. Con sus amigos le tocaba fingir que estaba de su lado y con su madre le tocaba fingir que era fuerte, porque lo cierto era que ella se sentía muy débil, débil por tener que traicionar a Alisha y a Alexander.

¿Por qué tenían ellos que sospechar de su madre? ¿Por qué no podían ser ciudadanos normales, como todos? Pero eso estaba mal, no hacer nada estaba mal.

« ¡Dios! ¿Pero qué estoy haciendo? » Pensó mientras las lágrimas le caían por las sonrosadas mejillas. Se tocó el collar de cristal que llevaba colgado en el cuello, el que era igual al de Alisha y Alexander, apretó fuertemente el dije, como si tuviera la esperanza que al hacer eso obtendría respuestas.

Pensó que tal vez no tenía alternativa, en ambos bandos estaba perdiendo, con sus amigos se arriesgaba a que su madre triunfara y los tres lo perderían todo, y con su madre se arriesgaba a que Alex y Alisha tuvieran razón, que en realidad en su madre no podía confiar, pero con ella tenía más posibilidades de ganar, su madre era inteligente, estuviese ella con su madre o no, ella ganaría. Pero no podía ser ignorante, no podía saber la verdad y simplemente no hacer nada.

Cuando tuviera la completa confianza de su madre recompensaría a sus amigos, así sería más sencillo, porque ella sabría todo sobre los planes de su madre. Pero por el momento debía soportar el dolor de saber que no estaba haciendo lo correcto.

Caminó lentamente hacia su casa, pero se sentía tan cansada que con la LiPo llamó a Fred para que la recogiera.

–Hola señorita Olivia–dijo este cuando la vio.

Olivia no estaba de ánimos para iniciar una conversación con una máquina en forma de humano, últimamente parecía odiarlo, sentía un rencor por él que no podía soportar, parecía que odiara a la maquina porque en algún momento creyó ser una, así que se dedicó a ignorarlo mientras miraba por la ventana, siempre le había gustado viajar en las cápsulas, porque la ciudad desde las alturas se veía minúscula, pero esta vez no sintió ninguna emoción.

Cuando llegó, la casa se veía muy iluminada, y, como siempre, su madre se encontraba sentada en el escritorio.

– ¿Qué es lo que tanto haces frente a la computadora?

Su madre la miró sonriente–Monitorear la ciudad.

–Deberías monitorear tu aspecto, el rojo no te sale.

Su madre hizo una mueca–Eres muy rebelde, Ginn, por ti siempre terminamos peleando. Intento ser amable contigo y eso parece no importarte, porque siempre tienes una actitud desagradable conmigo.

–Sí, sí; no tienes que fingir amabilidad, sé que estás ansiosa por saber cómo me ha ido así que no me demoraré en contártelo.

–Intentaba no presionarte, pero está bien, como quieras.

Olivia le contó todo lo que había hablado con Alisha y Alexander.

–Aunque borrarles la memoria a los ciudadanos no es posible me hace feliz saber que has manejado el tema tan bien que parece que se lo han tragado.

–Claro, ahora todos queremos lo mismo. Reunirnos aquí; deberíamos hacer una fiesta por coincidir con ideas. Tú los querías aquí y ellos quieren estar aquí.

AmbiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora