Capítulo 14
Cuando Olivia se separó de ambos se sintió idiota, ¿por qué tenía que hacer todo lo que su madre le pedía? Era cierto que ella debía obedecerle, pero no de esa manera, no en la manera en que ella se sintiera manipulada, no en la manera en que ella se sintiera como una robot.
Estaba cansada, cansada de la vocecita en su cabeza que le susurraba todas las noches "Despierta, despierta, tienes que despertar" Estaba a punto de estallar; al principio, la primera vez que se escuchó a si misma decir eso, sintió miedo, miedo de que se estuviera enloqueciendo, no había motivo para despertar porque ella no estaba dormida, así que no entendía por qué su mente le repetía una y otra vez aquello.
Durante los últimos años había podido olvidar eso, había aceptado que la vocecilla probablemente estaría allí para siempre y que nadie podía ayudarla, hasta que conoció a Alisha. Descubrió a una chica con una personalidad única, parecía natural en su forma de ser, parecía emanar toda la tranquilidad que alguien podría buscar en una persona, y Olivia la envidió, la envidió por parecer siempre feliz, y así fue como empezó a querer ser alguien que no era, empezó a querer ser como Alisha.
«No, no como ella–Pensó–.Solo quiero ser feliz, de la misma manera en que Alisha parece serlo»
Pero ese era el problema, ella quería ser feliz, con ella misma y con lo que la rodeaba, pero, ¿quién era ella? ¿Cómo ser feliz con ella misma si no sabía quién era? Había intentado averiguarlo, en los días que había faltado al instituto y había preferido ir a caminar para encontrar respuesta, pero no le llegaba ninguna; tal vez por eso todos pensaban que ella era una robot, porque no tenía personalidad definida, aunque todas las personas parecían robots andando por ahí, todos tenían personalidad, una personalidad vacía, que solo quería satisfacerse con tecnología y dinero, a la gente no le importaba nada más que esas dos cosas, pero a ella lo único que le importaba era ser feliz ¿tal vez por eso ella era diferente, porque, a pesar de que podía tenerlo todo a ella no le importaba ese poder, ni la tecnología ni el dinero? ¿Acaso era eso lo que estaba mal con ella?
Porque eso parecía. Recordó cuando los niños pequeños la veían y se reían de ella porque prefería no llevar su tableta de última tecnología al instituto, sino que se la pasaba observando el cielo mientras los otros niños jugaban con sus LiPos y tabletas, recordó como había tenido que dejar que su madre le curara algunas heridas que le habían hecho aquellos niños, recordó como había tenido que soportar el dolor de la curación para que no le quedaran cicatrices, aunque era demasiado fácil, solo pasar el aparato con la luz sobre la herida y ya jamás quedaría marca de eso, lo difícil era soportar el dolor.
Era una ironía, que las personas pensaran que la tecnología era maravillosa, que la amaran, pero que el pensar que la hija de la presidente fuera un robot los atormentara tanto.
¿Cuántas veces tenía que demostrar su dolor para que las personas se dieran cuenta que ella no era una estúpida máquina? ¿Acaso no se daban cuenta que los robots no podían sentir el sufrimiento y ella sí?
Caminó furiosa hasta la aula mientras se preguntaba por qué su madre querría que los tres llevaran el collar, no tenía sentido, aunque tampoco tenía sentido que ella le hubiera obedecido, era como si algo la obligara a hacerlo y ella no pudiese detenerlo
(...)
Alice estaba nerviosa, Alexander le había pedido que lo acompañara a donde él vivía y que conociera al chico que lo había adoptado, realmente se sorprendió, no pensó que él quisiera que lo conociera.
Cuando salió del instituto lo vio esperándola en una esquina.
–Recuérdame por qué quieres que conozca a Estive.
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Ambición
Ciencia FicciónAlice es una chica de 14 años que despierta en una ciudad desconocida luego de haber sido parte del proyecto de su padre y ser sometida a varios experimentos desde muy pequeña. A medida que pasa el tiempo Alice se da cuenta que no solo está en un l...