Capítulo 16

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Para las dudas sobre el capítulo anterior: sí, Rhett y Alice tuvieron relaciones sexuales, pero no, no pondré los detalles. Siento mucho si a alguien le gusta leerlos, pero yo no siento muy cómoda escribiéndolos en historias que no están enfocadas específicamente en esa temática. Espero que lo entendáis. Un beso y a disfrutar del nuevo capítulo :D


Rhett estaba enfadado cuando entró en la clase a la mañana siguiente. No necesitó preguntarlo para verlo. Había desarrollado una habilidad especial para saber qué pensaba solo con ver sus ojos.

No podía culparlo. Alice lo había estado evitando durante toda la noche anterior. De hecho, había evitado a todo el mundo menos, por un rato, a Max. Y se sentía horrible consigo misma. Rhett tampoco estaba bien. Había descubierto que Emma había muerto ese día bajo sus órdenes. Y Alice no había hecho ni un ademán de preocuparse por él.

Además, el único que sabía que Charlotte estaba en la ciudad era Max. Rhett tampoco sabía esa parte de la historia. Alice se sentía un poco incómoda teniendo que contarle que, en otra vida, había sentido algo por ella.

Volvió a la realidad cuando Rhett dejó su saco en el suelo con un golpe seco, haciendo que todo el mundo se tensara al instante. Oh, ya había vuelto el instructor estricto de siempre.

Se quedó mirándolos un momento y Alice vio que enarcaba una ceja.

—¿Por qué nadie está en su saco? —preguntó lentamente.

Al instante, todo el mundo se dirigió rápidamente a la zona de los sacos. Alice se olvidó por un momento de que era su novio y se apresuró también a hacerlo para no ser el objetivo de su enfado. Acababa de hacerlo cuando vio que Rhett se acercaba a un pobre chico que estaba en el saco de su lado. Se quedó mirándolo con los brazos cruzados y fue evidente que el chico se ponía nervioso. Y Rhett no decía nada.

Alice recordaba cuando le hacía eso a ella. Era tan frustrante saber que hacías algo mal pero que no especificaran el qué...

—¿Esa es la postura que te he enseñado? —le preguntó al chico, que se puso rojo como un tomate.

—Eh... ¿no?

—¿Me lo estás preguntando?

—No —corrigió él rápidamente, dejando de golpear.

—¿Te he dicho que dejaras de golpear tu saco, iniciado?

Volvió a golpearlo, más tenso que nunca. 

—Pies apuntando al saco, iniciado —le dijo bruscamente, y él dio un respingo para hacerlo.

Sin embargo, pareció calmarse cuando Rhett pasó a la chica de su lado. Alice vio que ella se quedaba sin color en la cara.

—La cabeza —remarcó cada palabra.

Ella lo miró un momento, aterrada, antes de de agacharla más, casi pegando la barbilla en su pecho.

Rhett podía intimidar de verdad cuando quería. Incluso Alice notó que se tensaba cuando vio que era la siguiente. Se aseguró de que estaba en la postura correcta y dio otro golpe al saco. Intentó no mostrar que se estaba poniendo nerviosa cuando Rhett se detuvo a su lado. Odiaba tanto que hiciera eso.

—Tú y yo tenemos que hablar —le dijo lentamente.

Oh, oh.

Alice no dio señales de escucharlo mientras seguía golpeando el saco. Sabía que tendría que reñirla si se detenía a escucharlo.

Ciudades de Humo (¡YA EN LIBRERÍAS!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora