La cascada

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—Querido Dios Deidi — comenzó a rezar el blondo— te pido por favorcito qué no dejes que Suki le haga más travesuras a mi abuelito, lo de la mosca en su sopa no fue mala suerte, fue mi amado llevando acabo su venganza. — Miro al Dios Fugaku y se mordió el labio — a usted no le pido nada por qué se qué debe estar orgulloso de nuestro Suki.— por favor que ya lo perdoné, amén y gracias.

Sasuke entro a la habitación fingiendo que no había escuchado nada sobre la oración antes dicha por el blondo. Se saco las pantuflas de dinosaurios y se acomodó junto al chiquillo que sería su esposo cuando fuesen lo suficientemente mayores como para casarse.

—Sasu— susurró el blondo— la foto de mi abuelito tiene demasiados alfileres ¿No crees que le duela?

Sasuke infló las mejillas y luego dejo salir el aire — sí, tienes razón Naru, yo solo estaba enojado, pero es familia y ya le voy a quitar todas esas cosas.

Naruto suspiró más tranquilo.

—Pero sí me vuelve a decir niña me vengaré peor.

El blondo hizo un puchero — mi abuelito es bromista Sasu, debes conocerlo más, pero intentaré hablar con él para que sea más amable contigo.

La puerta se abrió y por un resquicio se asomó el abuelo Jiraya.— Niños— susurró

—Pasa abu, estamos despiertos

—Mañana quiero llevarlos a la cascada a nadar un rato ¿Que dicen? Además me gustaría disculparme con Sasuke.

El pequeño azabache se sonrojo y saco la foto llena de alfileres y se la tendió a Jiraiya — yo también quiero pedirle perdón señor.

Jiraiya miro asombrado la fotografía y soltó una carcajada que resonó por toda la habitación; se limpió una inexistente lágrima— con razón me dolía mi bello rostro.— despeinó el cabello negro de Sasuke y le guiño un ojo. — ¿entonces estamos bien niño?

—Muy bien.

Naruto suspiró por qué de nuevo tendrían paz familiar.

—Entonces a dormirse, mañana será un bonito día.

Los niños asistieron y Jiraiya los arropó para luego salir con una sonrisa en el rostro, entro a su habitación y encontró a su esposa leyendo un libro sobre medicina tradicional.

—¿Ya te disculpaste con el niño Uchiha?

—Sí, mañana los llevaré a la cascada— Jiraiya se sentó a su lado y se rasco la nuca —¿Puedes preparar ese rico pay de queso para mañana?

Tsunade le acarició la mejilla de forma dulce —claro cariño, ahora ven a dormir, debes estar agotado.

🖤🖤🖤🖤💕

Sasuke sumergió el dedo gordo del pie para comprobar la temperatura del agua, la calidez envolvió la porción de piel y una sonrisa se dibujó en su pequeño rostro, entusiasmado busco con la mirada a Naruto. Sus mejillas se volvieron rojizas. El pequeño blondo llevaba puesto solo la parte inferior del traje de baño dejando expuesta su piel canela y su pancita.

—E-el agua está tibia Naru

—¡Genial! ¡Vamos a nadar Suki! el abuelo está colocando una tienda de campaña para ver las estrellas más tarde.

Sasuke asintió y tomó la mano de Naruto para entrar juntos al agua.

—¡No me sueltes Naru, no se nadar y tengo mucho miedo!— gritó asustado el pequeño azabache mientras se aferraba al cuello del blondo.

El blondo hincho el pechito y sostuvo fuerte a su pequeño futuro esposo.— no te preocupes Suki yo te cuidare y te enseñaré a nadar, por hoy solo vamos a buscar un lugar seguro para que disfrutes del agua.

Sasuke asintió y le dio un beso en la mejilla a su héroe,el pequeño azabache aguanto su sonrojo y continuó aferrado al rubio durante un largo tiempo.

Al final aprendió a flotar y nadar, pero se lo guardo como un secreto por qué estar bajo los cuidados de su futuro esposo lo llevaron a fingir que no pudo aprender nada. Sin duda pasar la tarde siendo abrazado y consentido fue maravilloso.

SasukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora