Si Gaara volvía a hace eso de volverse rojo como un tomate cada vez que SU novio le hablaba, iba a olvidarse de esa tregua disfrazada.
Sasuke apoyo su manito en la cadera y frunció el entrecejo, llevaban ya dos semanas de ser amigos y trató de no hacer un drama de eso pero ya no lo aguantaría más. Lo intentó, por su futuro esposo lo intentó, pero ese dolor en el estómago le estaba haciendo las cosas complicadas.
Naruto de agachó para atarle las agujetas al niño pelirrojo. Y la bomba se detonó.
Sí.
—¡¿Que no sabes ni atarte un cordón!?
Gaara se encogió y asintió.
Sasuke se agachó e hizo a un lado a su aún no marido de forma muy sutil. (Tampoco es qué buscará maltratar su mercancía)— Quita Dobe, le voy a mostrar cómo se hace.
Sasuke miro los dos cordones y se preguntó si no había otra forma menos humillante para enseñar que no fuese con el típico diálogo de las orejitas de conejo. Bufó por qué ahora mismo no podía pensar en otra cosa
El pequeño blondo por otro lado estaba en su nube personal de baba, por qué le gustaba mucho ver molesto al chiquillo de cabellos negros, le gustaba su gesto de cejas fruncidas y mejillas rojizas.
Ese niño estaba hecho para él. Suspiró.
Sasuke carraspeo y dio inicio a su explicación — Bien, doblas aquí y aquí, que parezcan una orejas del señor conejo, luego cruzas, entonces la señora coneja se mete a la madriguera por qué ella es una dama y las damas van primero, jalas despacio y listo, entend... — Sasuke iba a preguntar si había entendido pero el pelirrojo no le presto atención por estar mirando al blondo— Sasuke miro de inmediato a su futuro esposo y sintió alivio de encontrarlo mirándolo solo a él, apretó los labios y se levantó bastante furioso
—¡Deja de mirar a mi novio! — el pequeño azabache tomo de la mano a Naruto y le mostró a Gaara su anillo de neumático — ¡es mío, yo lo vi primero, busca el tuyo!
Gaara sorbió la nariz— lo lamentó Sasu. ¿Ya no serán más mis amigos?
Naruto apretó la mano de Sasuke buscando un poco de clemencia para el niño.
—Claro que seremos amigos tonto, solo deja de ver a mi Naru, ¿Okay?
Gaara sonrió contento por la nueva oportunidad.
Naruto tomó la mano de ambos niños y los llevo al comedor.
—¡Muero de hambre tebbayo!
Gaara se sonrojo por la unión de las manos.
Sasuke rodó los ojos y bufó.
—Gaara ¿Tendrás una foto?
—S-sasu...— intento conciliar el blondo pero de inmediato fue mandado a callar.
—tsh, no hables, dije Gaara— el pequeño azabache le sonrió amplió al niño de ojos verde-azulados, quien le miró un poco con miedo— entonces ¿la tienes?
Gaara asintió— mañana, mañana te la traigo Sasu.