Vacaciones de verano (2)

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Rody le mostró los colmillos a Itachi cuándo el azabache mayor lo interrumpió mientras realizaba sus necesidades fisiológicas. De ahí en adelante el condenado animal no paraba de dejar "sorpresitas" para él cada que podía.

Itachi estaba hartó. Fue en el segundo día que decidió renunciar frente a su madre. Pero la mujer rechazo su petición y lo obligó —amenazo— a continuar hasta el fin de semana, o no tendría permiso para salir con Deidara.

Sasuke contó sus monedas y sonrió ilusionado, pensando en terminar pronto la semana y correr a la casa de su aún no marido e invitarlo (seducirlo) a un mes completo a su lado comiendo ramen todos los días.

Eso debía ser mejor que cualquier abuelo.

Rody ladró y lamió su mano en despedida. Luego le gruño a Itachi y se adentro a su hogar, la anciana regañando al animal por ser tan grosero con el joven y apuesto chico de cabellos largos

—No creó que te alcancé con la paga de una semana para alimentar la barriga sin fondo de tú noviecito por un mes.

Sasuke frunció la cejas molesto por la manera en la que su hermano hablaba sobre su Naruto.

—Yo no puedo hablar mal de nuestro Dios Deidi (por aquello del capítulo de Hangouts) pero le bajas a tú amargura o le diré a mi mami que lo metes a tu habitación y lo "golpeas".

Itachi se quedó pegado al suelo con los ojos desorbitados —¡¿Qué?!

—Yo he escuchado cuándo te dice que le duele y que ahhdjfjakskdk— Itachi le cubrió la boca — ya,ya entiendo, cállate por dios, yo te daré mi mesada de este mes y con eso le compras ramen a Narutito.

—¿En serio? ¡Woa! — se emocionó el pequeño Uchiha, luego frunció el ceño— pero no vuelvas a pegarle a Dei o le diré a papi.

Itachi asintió tan fuerte que le dolieron las vértebras y anotó mentalmente no volver a hacer tanto ruido (por qué prometer no volver a hacerlo estaba difícil)

—¡Mami ya llegamos!— Sasuke corrió hacia la cocina y se colgó de la cintura de su madre, ella dejo de mover la mezcla para la sopa y le sonrió mientras le alejaba el cabello negro de la frente.

—¿Cómo les fue?

— A mí bien mami, a Ita no tanto.

Mikoto lo miró curiosa y luego miro hacia la puerta esperando ver a sus primogénito, pero este no apareció. — ¿y eso por qué?

Sasuke encogió los hombros — estaba recogiendo la popo de Rody y la bolsa se le rompió así que sus dedos de llenaron de excremento.

Mikoto arrugó la cara asqueada. —ugh, pobre; llamó Naru y dijo qué si podías hablarle, creo que adelantaron las vacaciones y se van mañana.

Sasuke jadeó por la noticia, su cara formó un puchero y corrió escaleras arriba por su tableta.

Sukiᕦ(ò_óˇ)ᕤ

—¿te vas mañana?ಠ︵ಠ

Naru (✿ ♡‿♡)

—Hola Suki, sí ಠ﹏ಠ

Sukiᕦ(ò_óˇ)ᕤ

—Noooo, ¿Puedo ir a tu casa?

Naru (✿ ♡‿♡)

—¡Sí! ʕっ•ᴥ•ʔっ

Sukiᕦ(ò_óˇ)

—¡le diré a papá que me lleve ahora!

Sasuke salió corriendo de su habitación con su cartera de dinosaurios y se dirigió a la sala para abrir las cortinas y esperar  a qué llegara Fugaku.

A penas habían transcurrido cinco minutos cuándo lo vio llegar, no espero a que saliera del auto cuándo ya estaba en el asiento del copiloto.

Fugaku dejo salir un gritillo del susto y luego miro a su pequeño niño — me diste un susto Sasu, ¿Estabas esperando a tú papi?

—Sí papi,llévame a casa de Naru por favor.

—No— Fugaku infló las mejillas.

Los ojitos de Sasuke se llenaron de lágrimas —no quiero que se vaya de vacaciones—hipo y Fugaku dejo su actitud de padre celoso — y-yo trabaje durante tres días para llevarlo a comer lo que más le gusta durante un mes para que no se fuera y los suegros se lo llevarán antes. — y se soltó a llorar.

Fugaku torció los labios y pensó y luego de pensar mucho, mucho, tuvo que aceptar su decisión.

Carraspeo para llamar la atención de su hijo, Sasuke le miro y él le limpio las lágrimas con la yema de los dedos.

—Sube a tú habitación y...

—Pero...— Sasuke le miró con un puchero enorme

—sube a tú habitación y guarda ropa en un maleta, obligaré a los Uzumaki a llevarte, solo promete qué serás obediente mientras estés lejos

La respiración de Sasuke se quedo atascada en sus pulmones, se desabrochó el cinturón  de seguridad y salio corriendo.

—¡Quiero una foto tuya papi! — grito en medio de su apresurada carrera.

Fugaku elevó una ceja por la petición. Saco una foto de su cartera y encogió los hombros.

SasukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora