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09: 30 de la mañnana con su mocosito de ocho años en clases, su amado pelirrojo aun dormido en la cama podía poner en marcha su plan, sabia que una vez que Camus despertara lo haria papilla por mantenerlo despierto hasta la una de la noche y apagarle la alarma para ir a trabajar, pero él tenia vacaciones y quería pasar un día al menos con su pareja.

Preparaba el desayuno mientras esperaba escuchar el grito de enojo de su adorado francés.

- ¡Milo!

Y no tardo en llegar, en menos de un minuto salio de la habitacion un Camus con solo sus boxer puesto hecho una furia, estaba seguro que el que se quedara dormido era culpa suya.

- ¿Que pasa Camie?- le sonrio lo más inocente te que podía, pero ni con eso disminuyo el enojo del mencionado.

- Nada de "Camie" ¿Por qué no me despertarte?

- ¿Por qué? Porque quiero estar al menos un día completo contigo y el borreguito, y si no lo hacia así me iba a costar un mundo entero el convencerte.

- Pero podía perder permiso en el trabajo o por lo menos avisar.- ya estaba que le daba un buen golpe en la cabeza con una cuchara que se encontró en la mesa.

- ¡Ah! No te preocupes por eso, ya avise que no iras a trabajar. Tenemos todo el día para nosotros, mi hermoso Ángel de ojos azules.- le guiño un ojo.

Camus suspiro, Milo no tenia remedio simpre salia con sus dobles sentidos, y era culpa suya el seguirle el juego.

- ¿Que voy a hacer contigo?

- ¿Mh? No lo sé...- se le acerco lo suficiente para tomarlo de la cintura, y acercarlo lo más que podía a su cuerpo- amarme, y nunca dejarme.

Unió sus labios con los ajenos, Camus se resistio unos segundos no iba a darle en el gusto, pero su resistecia se vio rota cuando su adorado griego recorrió su cuerpo con sus manos de una forma bastante descarada y le ayudaba mucho que no llevara nada mas puesto que sus boxers. Sus manos tiraban de las hebras azules de su pareja. Un lijero olor a quemado rompió el momento.

- ¡Se me queman las tostadas!

Se separo de su esposo para tratar de salvar su desayuno, Camus quedo con la respiracion agitada, hace mucho que no se besaban así. Tal vez no fue mala idea quedarse en casa.

Pasaron el resto de la mañana entre caricias y viendo peliculas, una de ellas trataba de la eterna rivalidad de los Ángeles y los Demonios, en eso Milo recordó la apariencia que tenia Camus cuando era un Ángel de la Muerte, esas enormes alas negras, los cabellos largos más largos que ahora y de color aguamarina, y esos ojitos azules que fueron los primeros en llamar su atencion, ellos eran lo que más extrañaba de ese Ángel, pero ahora su bello pelirrojo era su mundo y ese bello Ángel un recuerdo.

- ¿En que piensas?

- En el color de cabello que tenias antes.

- ¿Que el rojo no te gusta?- jugaban con uno de sus mechones rojizos entre sus dedos, haciendo malpensar por un segundo a Milo.

- Nunca dije eso.- lo rodeo con sus brazos- Cam, ¿Y si hacemos otro cosa? Shion sale de clases a las tres de la tarde, apenas son la una y media, tenemos tiempo para tu sabes qué.

- Eres un pervertido, pero no te lo voy a negar.

~•~

- ¡No le hice nada!

- ¡Mentira!- dijo una vocecita a su lado.

Saga trataba de arrancar de Abel, su hermano mayor lo encontró maltratando de nuevo a Shion y penas lo vio trato de escapar pero el mismo niño castaño de siempre le puso el pie logrando que tropezara y que Abel lo atrapara, y ahora ese mismo niño lo estaba delatando.

- ¡No me mientas Saga! Te vi, le voy a decir a mamá para que te de un buen castigo.

- ¡No quiero!

- Sabes que le toco a Kanon la ultima vez.- Saga trago saliva los castigos de su madre no eran nada bonitos, si el de su gemelo fue difícil de cumplir no quería ni imaginar que le tocara uno peor. El de cabellos oscuros miro al niño parado al lado de él, sonrio con una pizca de maldad- Oye enanito, ¿Como dices que te llamas?

- ¡Dohko!

- Bien Dohko, te doy permiso para que le des una patada en el trasero.

Ni siquiera había terminado de decir la oracion cuando ya le había dado la patada, ese mocosito le caía bien, le recordaba un poquito a él cuando era niño.

~•~

Ya en la noche se encontraban los cuatro juntos, hablando de un tema un poco complicado para ellos.

- ¿Ya se lo dijieron a Dohko?

Dégel negó, había tratado de no decirle nada a su hijo de que tendrían que mudarse a Francia por una transferencia del trabajo de Kardia, si le había enseñado un poquito de francés esas dos semanas para que no le costara tanto adaptarse al lugar.

- Aun no, sé que no se va a querer ir, más que nada por lo que me dijo Kardia, que ellos debían estar juntos porque tenían algo incluso más fuerte que lo nuestro... quizó negarse para no separar a los niños.

-Pero es una oportunidad única la que tiene , y tarde o temprano volverán a Grecia, ademas nosotros podemos ir a visitarlos en las vacaciones.

- Tengo miedo, sabes.- miraba a su hijo jugar con su primo y su tío- miedo de que vengan por él tambien, o que los ataquen a ustedes y no estar para ayudarlos.

- No tienes que preocuparte por eso, sabremos como actuar. No dejaremos que nada malo pase, solo preocúpate que ese niño aprenda francés. Te voy a extrañar.

- Aun no me voy Camus.

- Ya lo sé. Si te encuentras a papá por ahí, golpealo por mí.

- Esta bien.

A la semana de esa conversación Kardia, Dégel y Dohko partían rumbo a Francia, ninguno de los dos niños querían separarse del otro. Shion termino llorando en brazos de Camus pidiéndole a su papá que Dohko que se quedara con ellos o que lo dejaran ir con él. Solo se calmo cuando Milo le prometió que irían todas las vacaciones a verlos.

Una promesa que no pudo cumplir por más que lo intento. Nunca coincidieron las vacaciones de los mayores.

Fueron cinco largos años.

🐯🐏

Hola!

Próximo capitulo comenzamos con el romance de verdad, saben que no me gusta tenerlos muchos tiempos solo como amigos, se me secan las ideas xD

El día que yo actualice antes de las 10 o 11 de la noche va a nevar. 😅

Voy a experimentar con una pareja crack en el próximo capitulo, no sera por mucho pero espero sea interesante 😉

ScropioNoMilo.💕

El Recuerdo de un Demonio. [3.Temp.] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora