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Kardia sentia en los más profundo de su ser que algo andaba mal, demasiado mal, con su hermano, con Camus, pero en especial con Dégel, algo le decia que ignorará a los otros y fuera en busca de su tomatito lector o seria demasiado tarde.

Corrió al hospital en que trabaja su pareja con el corazon latiendole como un loco. Ese día se supone que Dégel volvia temprano a casa, sabia que en ocaciones se tardaba más por alguna operacion que se complicaba, pero esas veces de alguna forma se las arreglaba para avisarle, sin embargo esta vez no fue así y su instinto comenzó a torturarlo con esa fea sensación.

Equivocado no estaba, su amado francés esta a punto de cometer una locura, una que le sacaria de encima a ese hombre obsesionado con su primera muerte, pero que también podría llevarse su vida de tan arriesgada que era.

Minos no estaba de acuerdo pero debía seguir el plan y tratar de ayudar a evitar una tragedia lo más posible, cosa que en su anterior vida no hubiera hecho jamas. Siguió el plan de Hades lo llevaría al lugar de trabajo de Dégel Fortier como si fuera un paciente más tratando de que nadie lo reconociera como un reo fugitivo, una vez ahí él ya no tenia nada más que hacer.

- ¿Seguro que estará aquí?

- Aunque no lo este, en cualquier momento vendrá.- trato de sonar lo más convincente posible.

- Perfecto.

Hades entro al consultorio confiando cien por ciento en que esta vez no fallaria. Apenas entro la puerta tras de si se cerro, dejando ver a ese hombre de cabellos rojos por el que cayó en la carcel hace 20 años, del que por fin se vengaría.

- No me digas... Minos te aviso, ya no se puede confiar en nadie, pero esta bien me facilitas el trabajo.- sonrio de tal forma que hizo sentir a Dégel una sensación de terror, la que aumento al ver como sacaba de entre sus ropas una especie de cuchillo - ¿Comenzamos...?

~•~

- ¿¡Como que Écarlate era un Arcángel, y un buen padre!? En estos tiempos fue un asco de hombre.

- ¡Milo!

- Lo siento papá pero es la verdad, hizo que te separaras de mi madre, dejo a su esposa e hijos y no le importo nada, me cuesta creer que sea la misma persona.

Asmita estaba igual de confundido que Milo, preguntándose; por cuantas vidas había pasado su padre para cambiar tanto del Arcángel que era. Shijima por su parte no podía creer todas la informacion nueva que tenia. Todo ese tiempo odio a su hermano por abandonarlo en medio de una guerra y a su padre por no hacer nada para evitarlo, y ahora ese rubio llegaba con semejante informacion, ademas que alguien aún lo buscaba como buscaban a Shion.

- ¿Quien me busca?

Milo y Mystoria pararon su pequeña discusión al escucharlo, el mayor se acerco a su demonio amado para darle su apoyo y dejarle en claro que no lo dejaría solo.

- Suikyo.

-¡Lo matare! -Esta vez fue Dohko, que sostenia entre sus brazos a su borrego dormido- nadie se mete con mi familia y sale ileso.

- ¿Como vas a hacerlo si ahora era apenas un mocoso? Ya no tienes el poder de antes.

- No me subestimes, rubio teñido. Seré un niño pero no quiere decir que no recuerde mis años en las guerras.

Mejor se callaba ese niño no era tan inofensivo como parecía, nadie en ese lugar lo era.

- Asmita sera mejor que te vayas, si te necesitamos en algo yo te busco, hermano.

~•~

El mal presentimiento había aumentado en su pecho, nunca el camino al hospital se le había hecho tan largo, lo sentía, su pareja estaba en peligro y si no se apuraba nada bueno saldría de esta vez. Entro al establecimiento como loco preguntando por Dégel, todos le decían que ya se había ido, cosa que no era cierta pero sus compañeros de trabajo no lo había visto hace mucho, eso lo desespero aun más.

Si alguien no le daba una misera pista de donde diablos estaba metido ese francés le daría un colapso en cualquier momento. Tuvo la suerte de encontrarse con un medico que parecía perro obejero, el le dijo donde estaba su pareja y la locura que estaba haciendo, sin perder el tiempo corrió lo más que sus piernas le daban hasta ese lugar, encontrando la puerta con seguro y sonidos de una pelea. Sin importarle nada tiro la puerta de una patada.

- ¡Deja a Dégel ahora mismo!

La escena que se encontró hizo que su furia creciera aún más. Su amado francés se encontraba en el suelo con Hades encima forcejeado para que un cuchillo no lo hiriera en el cuello.

- Kardia...

Hades se vio en desventaja e intento escapar, no sin antes hacerle otra herida su victima cerca del ojo derecho. Quiso escapar pero el griego no lo dejo, peleo con  hasta la policia llego al hospital.

- ¡Dégel reacciona! No se te ocurra dejarme ¡Me oíste! 

Un suave caricia fue su única respuesta, agradecía enormemente que todo esto ocurriera dentro del hospital, sino la historia podría ser otra.

- No te preocupes cariño mío, te pondrás bien.

~•~

Milo decidio volver a su casa con su hijo y su sobrino. Shion no quería mirar a Camus porque se sentía culpable de su situación, ademas que quería llorar como nunca antes lo había hecho. Lo hizo una vez que sintió los brazos de su pareja y los de Milo rodearlo con cariño, haciéndolo sentir protegido y en familia una que no lo dejaría solo sin importar las sircuntancias.

Milo solo podia pensar que ver a su adoración francesa en esa cama por tres días seria una completa eternidad, y también estaba seguro que no podría dormir nada hasta que lo viera abrir de nuevo esos ojitos carmesí que tanto le gustaban. Ya llamaría a Kardia para contarle lo que había pasado sin saber que él también se llevaría una sorpresa.

Tras tres largos días Camus por fin abrió sus ojos, sin reconocer el lugar donde estaba, sin saber que hacia ahí, y sin saber nada de esa vida.

🐯🐏

Lo sé paso el tiempo y los sucesos muy rapido pero en el próximo capitulo se sabrá por qué ¡Se lo juró!

¡Cubos en problemas! 😣

ScorpioNoMilo 💕

El Recuerdo de un Demonio. [3.Temp.] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora