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Una nueva guerra entre los Ángeles y los Demonios se habia desatado. Lograron descubrir quienes eran los Demonios aliados con el territorio contrario para matar al anterior líder demoníaco, al verse descubiertos trataron de refugiarse con los Ángeles estos para liberarse de ellos los mataron y lo aprovecharon para empezar una nueva guerra con la excusa de una supuesta invación.

Era la primera guerra que comandaba, tuvo menos bajas de las que pensó tantos años entrenando, viendo como dirigía Shion dieron buenos resultados. Con lo único con lo que no contaba era que los Ángeles fueran más traicioneros de lo que parecían. Cuando la guerra parecía haber terminado, y ambos ejércitos se retiraban del campo de batalla, un grupo de Guardianes lo acorralaron comenzaron a atacarlo sin dejar que se defendiera.

Hubiera terminado muerto de no ser que Manigoldo y Albafica le ayudaron, ya con ellos pudo defenderse mejor y acabar con esos Guardianes. Pero las heridas recibidas eran muchas y profundas, existia la posibilidad que no sobreviviera a ella si no eran tratadas, lo único que le pidio al Demonio de cabellos celestes fue que lo llevara con Mystoria, si iba a morir por lo menos queria pasar sus ultimo momentos con la persona que más amaba, poder despedirse de él al menos.

Cuando Albafica llego al departamento de Mystoria, este lo miraba sin poder creer lo que veía. Shijima era un Demonio fuerte y poderoso, dificil de lastimar o engañar y verlo así de herido le hizo pensar lo peor.

- ¿Que le paso? Él nunca había vuelto así.

- Fue una emboscada de los Ángeles. Ni él mismo sabe si sobrevivirá, pero dijo que quería verte. Suerte.

Reuniendo todas la fuerzas que tenia logro llevar a su pareja a la cama sin importarle que se manchará con su sangre.

- No te preocupes, haré lo que pueda pero no dejare que mueras, ¿Me escuchaste?

Asintió, pero apenas sintio que Mystoria se alejaba lo tomo de una mano deteniendolo, no quería que lo dejara solo. Como pudo se sentó y se abrazo al cuerpo del humano de amaba como a nadie.

- Sabes que te amo ¿No?

- Callate, no sigas despidiendote , no vas a morir hoy ¿Me oíste? No voy a permitirlo. El mortal aquí soy yo no tú.- lo apretó lo más que las heridas se lo permitían.

Unió sus labios con los del pelirrojo sintiendo un ligero sabor a sangre. Si por él fuera haría pedazos con sus propias manos a esos Ángeles que le hicieron tanto daño, pero sabia que no podía no tenia tanta fuerza, ahora solo podía hacer lo posible por no perderlo. Se separaron y Shijima apoyo su cabeza en su hombro susurrando un "gracias" para luego caer en la inconscincia, asustando al pobre Mystoria que lo único que atino a hacer fue buscar un botiquín de primeros auxilios y llamar a sus hijos. Si mal no recordaba ellos eran encarnaciones de Demonios, podían ayudarlo de alguna forma, solo rogaba que se dieran prisa.

Milo llego con Dohko y Shion ya que habia pasado a buscarlos al colegio antes, se encontraron con Kardia gritandole a la puerta.

- ¡Abre viejo que nos tienes preocupados! - tocaba la puerta una y otra vez, Mystoria no les habia dicho que pasaba solo que se apurarán.- ¡Mystoria Katsaros abre esta puerta o la tiro a patadas!

Estaba apunto de hacerlo cuando su padre abrió dejando entrar a sus hijos y nietos. Dejo a los niños en la sala y llevo a los otros dos donde se encontraba su pareja.

Shion miraba a Dohko sin entender que diablos estaba pasando ¿Era realmente tan malo para que ellos no pudieran verlo?

- ¿Que crees que este pasando?

-  No lo sé, espero que no sea tan malo.

La voz con ese bello acento francés de su primo lo desconectaba del mundo, difinitivamente no podía tomarse algo en serio estando en menor cerca. Los minutos seguian pasando y ellos sin saber nada, Shion parecía borrego encerrado de las vueltas que se daba, Dohko solo lo veía ir y venir, esperando que su papá o su tío se dignaran a decirles algo. El mayor de los dos ya estaba aburrido de esa situación estaba aun pelo de entrar él mismo a esa habitación a exigir respuestas, pero estas llegaron de una forma que no se imaginaba.

El Recuerdo de un Demonio. [3.Temp.] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora