17.

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Cinco malditos días escondiéndose de las autoridades, cambiado su apariencia para no ser reconocido, se vio obligado incluso a cortar su cabello oscuro el que tuvo largo casi toda su vida, una pequeñez para cualquiera pero era un punto más que le cobraría a ese Angelito Caído cuando lo encontrará.

En el los días que llevaba de libertad no había perdido el tiempo, tampoco se mantuvo en el mismo lugar para no llamar la atención; busco informacion que le dijera en donde vivia. La cuidad de Atenas es enorme y seria casi imposible que por una casualidad se lo encontrara en las calles, sin embargo tenia una ventaja, ambos estudiaron la misma carrera universitaria:  Tecnologia Medica, por lo que su rango de búsqueda había logrado disminuir bastante.

Podría encontrarlo en hospitales o en clínicas, solo tenia que vigilar los alrededores de ellos.

Fue tan fácil como lo imagino, en el tercer hospital que visito trabajaba Dégel Fortier, ahora solo tenia que planear como acercarse a él, tenia un plan algo dificil de hacer solo pero era lo más rápido que se le ocurría antes de que las autoridades o el loco de su pareja lo descubriera. A lo lejos vio a quien seria su cómplice.

- En buen momento decidiste aparecer.- sonrio con una pizca de locura, salio de su escondite para perseguir a un medico que conocia de su vida pasada.

Cuando lo alcanzo lo tomo por la espalda llevándolo a un consultorio vacío. El otro forcejeba tratando de librarse del imbécil que lo que quería secuestrar, cuando se vio libre ni pensó en correr sin antes darle un lindo puñetazo al culpable

- ¡Que te crees imbéci...!- iba a seguir insultandolo pero ese rostro lo había visto en las noticias, y tambien en otro tiempo y lugar- ¿Hades?... El Ángel que representaba la muerte ¿En serio eres tú?

El nombrado sonrió las cosas no podian estar saliendo mejor para él;  su "ayudante" tenia sus recuerdos de su vida pasada.

- Arcángel Minos, siglos sin vernos.

~•~

Por una semana se ha sentido más observado como nunca antes en su vida, siempre sentía una mirada en su persona y cuando se giraba a ver no habia nadie. Se estaba comenzando a volver loco o algo parecido.

- Shion ¿Me estas escuchando?

- ¿Eh? Lo siento Kaiser me distraje.

-  El profesor de Religion ya te esta mirando feo otra vez.

- ¿Que me ve tanto, acaso el gusto?

Su amigo ahogo una risa, seguía sin saber que le había pasado en las vacaciones para que volviera tan cambiado, pero debía admitir que salia con unas cosas bastante locas y chistosas. Shion por su parte odiaba esa clase,  el profesor pintaba a los Ángeles como los mejores seres del mundo, si tan solo supiera de lo que verdaderamente eran capaces de hacer no los adoraria tanto.

Olvidando la mirada del profesor sobre él, el resto del día se siguio sintiendo vigilado, cuando se junto con Dohko en el recreo la sensación empeoro. Estaba seguro que alguien lo estaba vigilando no podía ser otra cosa, debía buscar a alguien que lo ayudará y rápido, sabia a quién acudir para no levantar sospechas si es que era un Ángel el que lo perseguía.

Salio de su ultima clase buscado a su profesor de Lenguaje, Hyoga e Ikki serian los unicos que podian ayudarlo ahora, cuando iba a doblar por un pasillo choco con el rubio, que iba casi desesperado buscándolo.

- ¡Tienes que irte de aquí, ahora!- lo empujo con una fuerza que no pensaba que tenia.

- ¿Que?, ¿¡Por qué!?

El Recuerdo de un Demonio. [3.Temp.] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora