Solo y entre lobos [Kuroo x Yamaguchi]🔞

CINCO

Kuroo abrió los ojos despacio, se había pasado con las cervezas la noche anterior y todavía le daba vueltas la cabeza. Recordaba las risas y a Yamaguchi tan tímido y nervioso. Recordaba el final de la noche cuando pudo besar su cuello y tocarle.

«Es chico es suave de tantas maneras...», pensó recordando cada una de las pequeñas pecas sobre las coloradas mejillas de Yamaguchi.

Trató de incorporarse pero un peso muerto caía sobre su pecho, era el brazo de Bokuto que dormía plácido y desnudo a su lado.

«Uno sueña con eso y se despierta con esto...», se dijo con una sonrisa. Con cariño y cuidado le apartó y se levantó. Sin hacer ruido buscó unos calzoncillos limpios y se fue a la cocina a desayunar porque aunque sean las once de la mañana si es tu primera comida todavía se considera desayunar ¿no?

Se alegró al ver que en la cocina de la fraternidad, los "más madrugadores" se levantaban para hacer el turno de limpieza, molestando a los que quería dormir la resaca hasta la tarde. Así, Kuroo arrastró los pies a la cocina buscando una aspirina mientras Akaashi, Konoha e Inuoka ya estaban desayunando.

—Buenos días... —gruñó como si la luz fuera radioactiva en sus ojos.

Akaashi apoyó la cadera en la encimera, sorbiendo su café mientras miraba a Kuroo.

—¿Avergonzado? —le preguntó.

—Mucho —contestó Kuroo.

—¿Por qué? —preguntó Inuoka.

—No lo digas... —pidió Kuroo.

—Anoche quisieron hacerle un estúpido sándwich a Yamaguchi.

"Estúpido sandwich" era un concepto -que ya nadie recordaba quién ni cuándo inventó, aunque sabían que tenía que ver con un programa de cocina- pero que ellos lo usaban para referirse a "montarse un trío con Bokuto y Kuroo", ya que todos en la fraternidad consideraban que solo los estúpidos se lo montaría con uno de ellos, mucho menos con ambos juntos.

—¿De verdad? ¿Con el chico de ayer? —dijo Inuoka.

—No llegó a pasar.

—Claro que no pasó ¿cómo creísteis que funcionaría? —preguntó Konoha.

—¿No te da vergüenza? —volvió a preguntar Inuoka.

—Ya he dicho que sí.

—Hacerle un estúpido sándwich a uno de primero... ¡Lo tengo que escribir por el grupo!

—No me... —Kuroo iba a protestar pero un chillido le interrumpió.

—¡Corre por tu vida, bro! —gritó Bokuto cruzando la cocina en calzoncillos y escondiéndose detrás de Akaashi.

Al momento apareció Yaku con el aspecto de alguien decidido a dar caza y muerte a otro.

—Ya ha visto el vídeo —afirmó Akaashi moviéndose. Esta vez no iba a defender a Bokuto.

—Akaashi, ¿no te importa que me maten?

Akaashi se detuvo y dejó su taza vacía en el fregadero.

—Claro que me preocupa... Yaku, por favor no lo hagas aquí, no quiero que la sangre salpique las cortinas.

—Venga, Yaku fue una broma... —soltó Kuroo antes de que ocurriera una tragedia.

—Tú ríete mientras tengas dientes porque eres el siguiente.

Bokuto comenzó a correr alrededor de la mesa de la cocina mientras Yaku le seguía. Si daba un paso a la derecha Yaku lo daba a la izquierda, en cualquier momento saltaría la mesa: estaba atrapado.