Solo y entre lobos [Kuroo x Yamaguchi]🔞

TREINTA Y CUATRO

Cada vez hacía más frío y atardecía más pronto en esa época del año, así que aunque no eran más que las siete de la tarde la calle estaba casi vacía y oscura salvo por las miles de luces que tenía la ciudad de Tokyo y que ahora brillaban a lo lejos. Habían pasado ya unos días de aquello, los primeros habían sido insoportables y embarazosos, pero Yamaguchi hacía el máximo esfuerzo por hacer oídos sordos y tirar para adelante. No había vuelto a ver a Kuroo ni mucho menos a Terushima. No había dado solución a ninguno de sus dos problemas, así que pensaba olvidarlo sin más. Además, las clases habían terminado hasta el próximo semestre, para poder terminar los exámenes y eso hizo más fácil llevar el asunto.

Hinata, su amigo, estaba al tanto de todo y había visto el vídeo como todo el mundo pero solo lo borró tras recibirlo y nunca le hizo un comentario al respecto a Yamaguchi ni de ese asunto ni de su relación con Kuroo.

Ahora, esa tarde Hinata y Yamaguchi regresaban de hacer la compra para la cena de esa noche, cada uno llevaba una bolsa e iban charlando animadamente.

—Y me dormí en clase —iba contando Hinata mientras Yamaguchi le escuchaba y se reía—, fue divertido porque...

—¿Hinata y Kenma?

Escucharon una voz a su espalda y ambos se detuvieron. En la calle solo había un tipo alto con el pelo rojo como el infierno y otros tres chicos iban con él.

Hinata y Yamaguchi se dedicaron unas miradas mientras los vieron avanzar hasta ellos, algo no iba bien.

—¿Kenma? —preguntó a Yamaguchi—. Tú eres el novio de Kuroo Tetsurou, ¿no? Nos dijeron que iba con un pelirrojo de primero con cara de idiota. Ese eres tú —dijo señalando a Hinata.

—¡Eh! ¿¡a quién llamas idiota!? —gritó Hinata pero antes de poder protestar más le dieron un empujón y lo rodearon los otros tres. Su bolsa de la compra fue a para el suelo igual que él.

El pelirrojo con cara de pocos amigos y ojos de loco se acercó hasta Yamaguchi.

—¿Eres Kenma? ¿El novio de Kuroo o no? —le preguntó empujándole por los hombros con más fuerza de la que a primera vista aparentaba ese chico delgado.

Si Yamaguchi hubiera estado solo se hubiera largado corriendo de allí pero estaba con Hinata y ni se planteó irse sin él. Así que hizo lo único que podía hacer: plantar cara.

—Yo... ¿qué quieres? —preguntó mirando a los lados, nadie pasaba por allí.

Nadie para ayudarles.

—Quiero que le des un mensaje a Kuroo —dijo con una sonrisilla que no hizo más que erizar la piel de Yamaguchi, quien tragó saliva antes de hablar.

—¿Sí? ¿Cuál...?

Lo siguiente que notó fue un puñetazo en la cara. Yamaguchi cayó al suelo y antes de poder levantarse sintió varias patadas, en el abdomen y en el rostro. Se cubrió la cara en posición fetal mientras oía a Hinata protestar y pelear, tratando de defenderle.

—Tú cállate que no va contigo —le amenazaban los otros a Hinata.

El que le pegaba a él solo se reía.

Yamaguchi empezó a sentir el sabor metálico de sangre en la boca al haberse cortado el labio con sus propios dientes tras el primer puñetazo en la cara. Escupió en el suelo y efectivamente la saliva era roja.

—¿Te ha quedado claro el mensaje? —le dijo el pelirrojo pisándole la cara contra el suelo.

Yamaguchi no quería llorar pero era inevitable hacerlo. "¡No, para, por favor!", quería suplicar pero no lo haría así como no dijo quién era. El del pelo rojo siguió golpeándole y él no entendía nada solo se cubría y recibía los puntapiés que caían aleatoriamente sobre su cuerpo. Luego un pitido agudo se instaló en su cabeza y ya no oía nada más que eso.