La casa de Yamaguchi tenía la fachada de caravista y un jardín bien cuidado, aunque no era nada especial.
Con las prisas Yamaguchi se había dejado lo más obvio: las llaves. Así que tocaron y les recibió su madre. Llevaba un cabestrillo y el brazo escayolado. Antes de cruzar palabra Yamaguchi tiró la mochila al suelo y la abrazó.
—Mamá... ¿Cómo estás? —preguntó rompiendo a llorar.
—Mejor que tú —bromeó acariciándole la cabeza—. Tadashi, no debiste venir.
—Pero tenía que verte, mamá.
—Mira qué hora es, no era necesario. ¡Ah, tú tía es una exagerada! Estoy bien —decía animadamente—, solo ha sido un susto.
Kuroo pasó detrás y la saludó. Era una mujer de mediana edad entrada en carnes, con el pelo y los ojos totalmente negros. En sus mejillas no había ni una sola peca. No se parecían en nada.
—¿Y tú eres...?
—Tetsuro Kuroo, mucho gusto ¿cómo se encuentra?
—Bien, gracias. Pasad. ¿Venís con hambre? Tu tía me ha traído algo de comida, se acababa de marchar. He tenido que echarla —se reía.
Kuroo caminó tras ellos. En las paredes todo eran fotos de Tadashi y ella juntos. Había alguna con otros familiares, pero nada parecido a un padre.
—¿Y tu mochila? —preguntó la madre de Yamaguchi.
Kuroo se sobresaltó.
—¿Vienes de Tokyo con lo puesto? ¿Sabe tu madre que estás aquí?
—Mamá... No le riñas —dijo Yamaguchi todo avergonzado.
—Es tu amigo y va a dormir en mi casa. ¿No? Pues puedo reñirle —dijo y le guiñó un ojo a Kuroo—. Anda, Tadashi, sube a tu cuarto y búscale un pijama. Yo recalentaré la comida.
—No, mamá, tú siéntate, por favor. He venido para verte y ayudarte, no para ser una carga.
—No estoy impedida. De hecho, no quiero que perdáis clase, así que podéis quedaros pero mañana os vais.
—Ya veremos, mamá.
—Nada de ya veremos.
Tadashi subió escaleras arriba.
—Que sí, que sí, mamá. Tú solo no hagas nada por hoy.
—Pues prepara también el baño.
Yamaguchi volvió a asomar la cabeza por el hueco de la escaleras.
—¿Antes de cenar?
Preguntó a Kuroo, la madre se giró y miró también a Kuroo. Él se sintió desubicado por primera vez en mucho tiempo.
—Eh... Como quieras. ¿Antes está bien?
—Vale, pues voy a prepararlo todo.
Yamaguchi desapareció hacia el segundo piso, la madre hacia el pasillo y Kuroo quedó solo en el pasillo, ¿a quién debía seguir él? Sabía que seguir allí como un pasmarote no era una opción, así que ante la duda y -no queriendo ser irrespetuoso- caminó con la madre hacia el salón.
La tele estaba encendida en un canal público que emitía una teleserie de las de viernes por la noche, de esas con más publicidad que serie. La mesa estaba llena de pastillas antiinflamatorias y para el dolor.
—Ayúdame a meter esto en ese armario de ahí, por favor, hijo —le dijo la mujer a Kuroo—. Si Tadashi las ve se volverá loco.
—Venía muy preocupado por usted. Le quiere mucho —dijo mientras recogía.
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Solo y entre lobos [Kuroo x Yamaguchi]🔞
Fanfiction"Hay una ovejita perdida muy lejos de su pastor a merced de los hambrientos lobos de ciudad". AU Universitario HAIKYUU Kuroo x Yamaguchi 📛Advertencias 🔞💊