I'm Fallin' For You- Ross Lynch

Capítulo 5

Una semana después...

-¿Así que tú y Jeremy ya son novios?- pregunté a Scarlet sentándonos en una mesa dentro de la cafetería.

-Sí.- suspiró como toda una enamorada- Ayer me lo pidió de la forma más romántica del mundo- sonrió y tomó un sorbo de su café.

-Sí- reí- ayer me lo contraste como te lo pidió como por cinco veces-

-Perdón, es que no puedo creer que pasara. Fue como amor a primera vista.-

-Supongo que fue así- me encogí de hombros y tomé un sorbo de mi jugo de naranja.

Me sentía feliz por Scarlet. Ayer me llamó emocionada por la noche contándome sobre su increíble cita con Jeremy. Él la había llevado a un restaurante de comida italiana y al momento de pedir el postre se le declaró.

-Por cierto, en este mes que hemos estado en la universidad... ¿no te ha interesado ningún chico?- preguntó Scarlet cambiando radicalmente de tema.

Ya se había tardado con preguntarme eso. Pero supongo que puedo confiar en ella, así como ella confía en mí como para contarme acerca de sus citas con Jeremy.

-Pues...- jugué con mis manos- hace como dos semanas atrás, cuando fuiste al baño y te esperé afuera... vi a un chico-

-¿Qué chico?- preguntó con emoción en su voz.

-Un chico rubio, creo que estudia música.- sonreí un poco- No estoy diciendo que me guste, sino que se me hace interesante y algo... misterioso-

-Oh vaya... pero estás sonriendo- frunció el ceño- eso significa que sí te gusta- sonrió de forma juguetona y yo rodeé lo ojos.

-No, de verdad que no me gusta. Solo se me hace guapo- me encogí de hombros y ella rió negando con la cabeza.

-Sí, claro-

Hablando del rubio, en toda la semana no lo había visto. Cosa que se me hacía demasiado bueno, ya que estaba haciendo que me confundiera respecto a mis sentimientos.

Tal vez Scarlet tenga razón y me gusta...

No, no me puede gustar un chico misterioso que se ve qué es muy serio. Suficiente con mi seriedad como para tener a un chico serio de novio.

Doble seriedad.

-Es la verdad. No me gusta-

-Eso lo veremos, querida amiga.- sonrió de forma burlona- Necesito que me digas quién es. Justo ahora están saliendo los de música y quiero verlo-

-Bien- volteé y comencé a buscarlo con la mirada. No fue muy difícil porque venía con el pelirrojo de hace una semana.

¿Y saben qué? Él estaba sonriendo, jamás lo había visto sonreír y déjenme decirles, tiene una hermosa sonrisa...

¿Qué estoy diciendo?

-¿Lo encontraste?- preguntó Scarlet, su voz sonaba impaciente.

-Sí.- suspiré un poco- Es el chico rubio que va caminando con el pelirrojo-

Ella fijó su vista hacia donde yo estaba viendo y sonrió- Está lindo, no tanto como mi hermoso novio, pero está lindo-

-Lo es-

[...]

Ya era la hora de la salida, Scarlet se había ido hace unos minutos.
Hoy me iría sola a casa, ya que Caleb se iría a casa de unos amigos y Grace, bueno, se iría con su novio.

Estaba frente a la universidad (qué era el lugar donde pasaba el autobús que me llevaba a casa). Aún no había pasado el autobús y ya me había desesperado.

Miraba a todos lados y vi que iba saliendo cierto rubio con su grupo de amigos.

Vaya suerte que tengo. Ahora comencé a ponerme nerviosa. Y el maldito autobús no pasaba.
Y todavía peor, él y sus amigos se habían puesto a mi lado. Estaban en un círculo, todos platicando; a sus amigos los tenía de espalda y él estaba prácticamente frente a mi mirándome.
Después de unos cuantos minutos en lo que sentía su mirada y yo trata de ser discreta con él, el chico rubio se despidió de sus amigos y se fue, y al mismo tiempo pasó el autobús que me llevaba a mi casa.

Qué rara coincidencia.

Luego de unos treinta minutos, por fin llegué a mi casa. Mis padres estaban trabajando (como es costumbre) y pues bueno, mi hermanos ya saben dónde estaban.

Caminé hacia la cocina y me serví un poco de jugo en un vaso mientras pensaba sobre este chico rubio.
En la forma en la que lo vi sonriendo hoy por algo que dijo el pelirrojo, la forma en que me puso nerviosa con tan solo una mirada. También pienso en que no deja de verme cada que tiene la oportunidad, lo hace y no despega su mirada de la mía.
Yo igual no puedo dejar de verlo, por el simple hecho de que se me hacia un chico bastante diferente a los demás (exceptuando el hecho de que se nota que es un chico fiestero), pero jamás en mi vida había visto a un chico como él, y creo que es por eso que no dejo de pensar en él y en esa mirada profunda y misteriosa.

Sin darme cuenta me encontré a Caleb mirándome fijamente.

-¿Hace cuánto llegaste?- pregunté algo asustada.

¿Tanto tiempo me quedé pensando en el rubio?

-Hace como diez minutos- respondió y bebió del jugo que me había servido.

-¡Oye!- exclamé molesta- Si querías jugo hubieras agarrado otro vaso, no el mío-

-Lo siento, enana.- se sirvió más jugo- ¿En qué tanto pensabas?-

-En nada que te importe, niño- no me mal interpreten, le tenía mucha confianza a Caleb, pero no me gustaba mucho contarle acerca de los chicos que me gustaban y esas cosas. Siempre salía su lado sobre protector y me terminaba diciendo que todos los chicos que me gustaban eran unos idiotas.

-No me hables así, niña- me miró alzando una ceja y yo bufé.

-Lo siento, niño- por cierto, le decía niño, ya que siempre actuaba como uno, a pesar de ser mayor que yo a veces se comportaba así.

-¿Me dirás en qué pensabas?- preguntó sonriendo de forma juguetona.

-Lamento decirte que no.- reí y tomé otro vaso para servirme jugo- Tal vez te lo cuente en otro momento, mientras no-

-A veces eres muy mala- me miró indignado y caminó fuera de la cocina.

También era muy dramático.