I'm Fallin' For You- Ross Lynch

Capítulo 27

Una semana después...

No había visto a Ross en toda la semana, lo que me preocupaba bastante, ya que tampoco habíamos hablado desde la última vez, que fue cuando me presentó a sus hermanos.
Tampoco había tenido mucho tiempo para verlo o buscarlo, estaba en semana de exámenes y entrega de proyectos, lo que se me hacía difícil poder hacerlo.

A Scarlet también se le hacía raro que el rubio no apareciera, y menos cuando ya estamos intentando algo. Digamos que tampoco hemos visto a Rachel, y se nos hace demasiado extraño que ellos dos hayan desaparecido.
No quiero pensar nada malo, pero muy dentro mi me hace pensar que se vieron.
Trato de pensar positivo y en que no está con ella, y que solo es una casualidad que no los haya visto a los dos en toda la semana.

-Solo espero que sea una coincidencia que esos dos estén desaparecidos- habló Scarlet mientras caminábamos a la biblioteca- sino, se las verá conmigo-

-Yo también lo espero- murmuré y entramos a la biblioteca.

[...]

Habíamos terminado de hacer nuestra tarea. Ambas salimos cansadas de la biblioteca y caminamos hacia la salida de la universidad.
Ya quería llegar a casa y dormir.

En el momento en que salgo, puedo ver a cierto rubio platicar con una castaña oscura.

Oh vaya...

Díganme que esto no es cierto.

Después de no verlo una semana, sin hablar con él, lo encuentro platicando con Rachel.

-Lo voy a matar- susurró una Scarlet molesta.

-No vale la pena- susurré al igual que ella, ya que teníamos que pasar al lado de ellos.

-¿Estás bien?- preguntó y yo asentí.

-No te preocupes.- sonreí un poco- Mañana nos vemos- me despedí de ella con un beso en la mejilla.

-¡Adiós, chica seria!- gritó Scarlet mientras se alejaba.

Atrás de mí se encontraban ellos, pero supongo que Ross se percató de mi presencia gracias al grito de Scarlet.

No quiero hablar con él.

No es que este haciendo nada malo, sino que me siento celosa y algo dolida por el hecho de verlos juntos.

-Violet...- habló alguien a mis espaldas y justo en ese momento estaba pasando el autobús que me lleva a mi casa.

Tendré que fingir demencia y hacer como si no lo hubiera escuchado. Rápidamente caminé al autobús ignorando a Ross y me subí en el sin mirar a la ventana.

Una vez que nos alejamos, suspiré y me recargué en la ventana.

Tanto tiempo pasó para que esto se descontrole otra vez.

[...]

Estaba acostada en mi cama pensando acerca de cómo extrañé a Ross en esta semana que no lo vi y que no hablé con él; estoy demasiado acostumbraba a que me mande un pequeño mensaje o que nos veamos un momento en la universidad. Lo que me hace dar cuenta de que estoy enamorada de él.