CAPÍTULO 1

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Abrí mis ojos lentamente ante los primeros rayos de luz del amanecer. Mire que a mi costado estaba la chica morocha que me acompañó por la noche

no sabía su nombre,jamás se lo pregunté. Es uno de los beneficios de no tener compromiso con nadie.

Me levanté de la cama, tomando mi ropa. Me vestí,saliendo de mi habitación

- buenos días señor - saludo Dahlia

- buenos días, ya esta listo mi desayuno? - pregunté, encaminandome hacia la pequeña mesa de mi tienda

-si, señor - respondió,mientras me servía el desayuno

-gracias - le dije, tomando la taza

-su padre desea hablar con usted y su hermano- me informó

alce la vista encontrándome con aquella niña que se convirtió en mujer, más de una vez intente que pasará la noche conmigo, pero jamás lo aceptó

me conoce demasiado

-deje de asistir a esas reuniones hace tiempo- murmure, llevandome un bocado de comida a mi boca

- pero su padre....- insistió

me puse de pie

-prepara un desayuno para la chica, debo irme- la ignore

Salí de mi tienda, colocándome un arma en mi cintura.

camine entre las personas de la aldea que ya comenzaban a hacer su trabajo de todos los días. La época de sembrar  se acercaba por lo que debíamos preparar la tierra, la semilla y las herramientas necesarias para hacerlo. El invierno pasado fue muy duro, apenas sobrevivimos con lo suficiente,sin contar que algunos de nuestros  animales murieron, es por eso que este año queremos cosechar lo suficiente para resistir el invierno.

-Hola, guapo- me saludo una hermosa joven al pasar

le sonreí

la mayoría de las jóvenes de esta aldea ya han sido cautividas por mi encanto, cosa que ya me está aburriendo. Es por eso que de vez en cuando voy a fiestas de otras aldeas.

- ivar!- gritó alguien detrás de mi

cerré mis ojos, levantando la cabeza al cielo

-demonios...- susurre

Sus pasos se acercaron hasta donde estaba, deteniendose a cierta distancia desde donde me encontraba

-acaso Dahlia no habló contigo?- preguntó ask

di media vuelta, enfrentándome al nuevo jefe de la aldea. Mi hermano

-si, pero decidí no ir- sonreí

ask apreto el ceño molesto, se acercó más a mi

- no entiendo que te pasa, es tu aldea también y necesito de tu ayuda para manejarla. Necesito tu opinión acerca de mis decisiones- confesó

Sonreí

me acerqué a él, dandole pequeñas palmadas a su hombro

-eres lo suficientemente inteligente, no necesitas de mi ayuda- me burle

di media vuelta,para alejarme de él

- es por elin, verdad?- soltó, a mis espaldas

solté un suspiro, cerrando mis ojos

- es porque ella me eligió a mi ante que a ti, es por eso que estas tan enojado conmigo?- atacó

y ya la tuvo que nombrar....

lo mire

- no- negué

-por favor ivar!- sonrió,levantando las manos al cielo -ya somos lo suficientemente grandes! si ese es el problema, me gustaría que algún día hablemos- me miro

- no hay nada de que hablar, ya supere eso, ya te felicite! que más quieres?!- me enoje

-que vuelvas a ser el mismo de antes, que me ayudes, que dejes de estar con cualquier mujer que se te crucé por el maldito camino!- gritó

me acerqué a mi hermano, apretando mis puños.  Me estaba conteniendo,pero no sabía hasta que punto podía hacerlo

- es mi vida ask, y déjame vivirla a mi modo- murmure entre dientes

-yo sólo te quiero ver bien- se defendió

-entonces,alejate de mi camino- le advertí

-papi!!!!!!!- llegó la pequeña niña, tomando a ask de las manos

es igual a su madre

A elin

me di media vuelta,alejándome de ellos

-esto no va a quedar así ivar!!-me grito ask

claro que quedará así....

tome uno de los caballos, montandolo

Salí con todo, hacia los campos

Desde que elin y ask se casaron, trate de evitarlo. Pero eso no impidió de que me enterara que elin a los pocos meses estaba embarazada, eso me dolió.

Se que debo superarlo,pero es difícil. Ella tocó un parte de mi que ninguna mujer antes había llegado

ella llegó hasta mi corazón,y duele sacarla de allí

duele verla feliz con otro hombre, y más si esa persona es mi hermano

baje del caballo

-diablos! ya! sal elin!- me grite a mi mismo

me senté en el suelo,mientras una lágrima comenzó a rodar por mi mejilla

-por que es tan difícil aceptar? por que elin? por que no te puedo sacar de mi cabeza?...- me pregunté

limpie mis lágrimas

-diablos... que estoy haciendo? en serio estoy llorando?- me saque otra lágrima y sonreí -vaya ivar.... eres todo un hombre sensible- y volvi a sonreír

Pase el resto del día pescando y recorriendo los campos, siempre buscaba algo con que me pueda distraer.

Cuando la noche llegó, volví a montar mi caballo

-ivar! donde vas? ivar! tienes que hablar conmigo!- grito ask

pero como siempre,lo ignore

cabalgue por unas horas hasta que observe a la enorme aldea aparecer en mi vista, sólo se podía observar la luz del fuego que la hacia visible

esa aldea pertenecía al viejo Haakon, una de las más pequeñas y pobre de toda la zona.

Sonreí

baje del caballo, entrando sigilosamente en ella, sin ser visto por nadie

llegué hasta una de las tiendas, adentrándome en ella

como en otras noches

allí estaba, una de las mujeres que me daba placer

- ivar.... es bueno verte de nuevo- sonrió

Se acercó a mi rozando sus labios con los míos

-así que al fin te casaste con el viejo Haakon- sonreí, atrayendo su cuerpo al mío

-y tu volviste hacia mi- sonrió,encaminandome a su habitación

ambos, nos dejamos caer sobre la cama enredandonos en el fuego que se apoderaba de nosotros

-esta vez es diferente, y lo sabes- susurre, arrancandole el vestido

-dime porque- gimio

-ya no soy tu prometido, renuncie a ello hace bastante tiempo- sonreí

-ya estoy casada ivar, pero sin embargo te sigo deseando...- susurro, quitando mi ropa

- lo se preciosa,lo se...- susurre, uniéndome a ella




IVAR: Un mujeriego con corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora