CAPÍTULO 13

5.4K 450 12
                                    

♡♡♡♡♡♡♡♡♡

Al día siguiente......

Salí de mi tienda con una gran sonrisa. Un nuevo día me espera.

Tenía que darle de comer a los animales.

Ir a la casa del señor Einar.

Y hablar con Ludmila acerca de su compromiso con el señor Viggo. No era que me oponía a ese compromiso, sino que me parecía una falta de respeto que no se lo haya informado a Einar. Sobre todo, el señor Viggo. ¿Cómo es posible que siendo el hombre no haya pedido su mano como debe ser?.

Alce la vista, deteniendome.

<< Qué hace aquí?>> pensé al ver su figura en medio de mi camino.

Ivar.

Estaba de pie en frente de mi,con su gran sonrisa.

-buenos días- saludó, con una pícara sonrisa.

-¿Acaso no durmió pensando en mi?- bromee, cruzandome de brazos.

Odiaba empezar mi día con su cara.

-ja ja ja,muy gracioso - soltó -¿empezamos?- se cruzó de brazos.

Apreté mis labios.

-no es posible, tengo que trabajar- lo hice a un lado. Siguiendo con mi recorrido.

<<¡por todos los dioses!

ya me estoy lamentando de haber echo ese trato>>.

Abrí el Granero. Tome la canasta, empezando a colocar la comida dentro de ella,cuando veo que una mano toma una espiga de maíz.

Levanté mi vista, encontrándome con ivar a mi lado con una canasta en sus mano.

-Si somos dos, será más rápido- ofreció ayuda.

Coloque otra espiga.

-¿Tan apurado se encuentra ante mi casamiento con el señor Gilsi?- ataque.

Me puse recta, saliendo del Granero.

-de echo estoy apurado por obtener a MIS animales...- me siguió

-¿y que piensa hacer con ellos?- pregunté,curiosa.

Alce la canasta al cielo,tirando la comida. El señor ivar imitó cada uno de mis movimientos. A diferencia de mi, él no tenía que colocarse de puntas de pie para arrojar la comida.

-mmm...- lo pensó- ¿comerlos?- respondió,ampliando su sonrisa ante mi cara de pánico.

Lo golpee suavemente con la canasta haciendo ampliar más su sonrisa.

Luego de que el señor ivar y yo le diéramos agua a mis animales, su cuerpo cansado se tiró al suelo,tratando de recuperar el alivio del mismo.

-¿siempre hace todo esto sola?

Patético. Así se veía. Cansado, como si hubiese llegado de una dura batalla en contra de dos aldeas aliadas.

-Comprendo- su vista se alzó para mirarme a la cara - Es de esas personas que poseen esclavos para hacer las tareas difíciles mientras que usted sólo se resigna con afilar su espada

Y empecé a caminar en dirección a la casa del señor Einar. Debía hablar con la señorita Ludmila.

♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡

IVAR: Un mujeriego con corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora