♡♡♡♡♡♡♡♡♡
Al día siguiente......
Salí de mi tienda con una gran sonrisa. Un nuevo día me espera.
Tenía que darle de comer a los animales.
Ir a la casa del señor Einar.
Y hablar con Ludmila acerca de su compromiso con el señor Viggo. No era que me oponía a ese compromiso, sino que me parecía una falta de respeto que no se lo haya informado a Einar. Sobre todo, el señor Viggo. ¿Cómo es posible que siendo el hombre no haya pedido su mano como debe ser?.
Alce la vista, deteniendome.
<< Qué hace aquí?>> pensé al ver su figura en medio de mi camino.
Ivar.
Estaba de pie en frente de mi,con su gran sonrisa.
-buenos días- saludó, con una pícara sonrisa.
-¿Acaso no durmió pensando en mi?- bromee, cruzandome de brazos.
Odiaba empezar mi día con su cara.
-ja ja ja,muy gracioso - soltó -¿empezamos?- se cruzó de brazos.
Apreté mis labios.
-no es posible, tengo que trabajar- lo hice a un lado. Siguiendo con mi recorrido.
<<¡por todos los dioses!
ya me estoy lamentando de haber echo ese trato>>.
Abrí el Granero. Tome la canasta, empezando a colocar la comida dentro de ella,cuando veo que una mano toma una espiga de maíz.
Levanté mi vista, encontrándome con ivar a mi lado con una canasta en sus mano.
-Si somos dos, será más rápido- ofreció ayuda.
Coloque otra espiga.
-¿Tan apurado se encuentra ante mi casamiento con el señor Gilsi?- ataque.
Me puse recta, saliendo del Granero.
-de echo estoy apurado por obtener a MIS animales...- me siguió
-¿y que piensa hacer con ellos?- pregunté,curiosa.
Alce la canasta al cielo,tirando la comida. El señor ivar imitó cada uno de mis movimientos. A diferencia de mi, él no tenía que colocarse de puntas de pie para arrojar la comida.
-mmm...- lo pensó- ¿comerlos?- respondió,ampliando su sonrisa ante mi cara de pánico.
Lo golpee suavemente con la canasta haciendo ampliar más su sonrisa.
Luego de que el señor ivar y yo le diéramos agua a mis animales, su cuerpo cansado se tiró al suelo,tratando de recuperar el alivio del mismo.
-¿siempre hace todo esto sola?
Patético. Así se veía. Cansado, como si hubiese llegado de una dura batalla en contra de dos aldeas aliadas.
-Comprendo- su vista se alzó para mirarme a la cara - Es de esas personas que poseen esclavos para hacer las tareas difíciles mientras que usted sólo se resigna con afilar su espada
Y empecé a caminar en dirección a la casa del señor Einar. Debía hablar con la señorita Ludmila.
♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡
ESTÁS LEYENDO
IVAR: Un mujeriego con corazón
Romanceél, tenía el corazón roto ella, no pensaba que tuviera uno él, sentimental ella, fría como la nieve dos polos opuesto un amor que florecera