—Suerte —Besó al castaño al castaño con dulzura, quien se encontraba listo para competir.—Gracias, po —Su sonrisa provocó una en Martín, quien lo miraba orgulloso por haber llegado a tal punto.
Manuel no podía creer como hace unos minutos hablaba con su novio, tratando de controlar sus nervios, y que de un momento a otro, estaba parado en el borde de la piscina, sintiendo un escalofrío por todo su cuerpo y haciéndolo tragar saliva.
No podía evitar sentirse nervioso, ya que aún sí participó en miles de competiciones, nunca a nivel mundial.
—¡UNO! —Gritó alguien para dar comienzo a la competencia de natación.
Se puso sus antiparras y se preparó para saltar al agua. No pudo evitar ver a los otros participantes; ¿podría ganarles?
Acá es cuando sus inseguridades atacaban, donde todas las personas que le dijeron que esto era una tontería volvían, remarcándole en la cara que no había posibilidades de ganar.
Recordaba sus prácticas, sin importarle la hora ni el tiempo. Repitiéndose constantemente que esto no era una pérdida del tiempo, y que algún día, iba a ser el mejor nadador. No de Chile, no de latinoamérica, sino del mundo entero.
Vio a Martín en sus recuerdos, viéndolo nadar todos los días, acompañándolo y acercándose preocupado cada vez que, por culpa de un descuido, terminaba tragando agua.
—¡DOS! —Volvió a gritar.
Sentía la intensa mirada de miles de personas, quienes observarían cada detalle suyo. Cada brazada, cada patada, cada respiración debía ser perfecta, ya no sólo por él ni por Martín, si no que por todo aquél que ponía sus deseos de ganar en él.
—Y... ¡TRES!
Al escuchar el fuerte sonido del silbato, todos los concursantes se echaron al agua sin dudarlo. El agua abrazaba cada uno de los poros de la piel del castaño, quien ignoró la sensación de renovación que usualmente esto le provocaba por culpa de la adrenalina del momento. Le disgustaba un poco que, por culpa del gorro, aquél líquido no pudiera jugar entre sus cabellos. Pero esto no importaba ahora, debía concentrarse en sus movimientos y en controlar la velocidad, para no quedarse atrás pero tampoco para cansarse.
—¡DALE, MANU! ¡VOS PODÉS! ¡ROMPELES EL CULO A ESOS HIJOS DE RE MIL PUTA! —El rubio no paraba de gritar y saltar apoyando a su novio.
Estaba cada vez más cerca. Vio los azulejos de la pared de la piscina, donde a continuación, había posado su mano, sintiendo un alivio recorrer todo su cuerpo.
Martín no paraba de cantar canciones de hinchadas de fútbol cambiadas para esta ocasión. Que lamentablemente, Manuel no escuchaba demasiado bien los gritos del argentino al estar abajo del agua, pero no hacía falta escucharlo para saber que no paraba de alentarlo.
Ya estaba volviendo. Iba primero, sin embargo, uno de sus contrincantes empezó a acelerar, dejándolo atrás.
Sus brazos temblaron un poco al ver a aquella persona por delante suyo acelerar cada vez más. Acá era donde tenía que dar todo de él, por sus admiradores y por su país, pero mas que nada, por Martín, quien lo había apoyado cuando nadie más lo hizo.
Estaba muy cansado. Cerró los ojos por todo el esfuerzo que pondría en estos momentos, y de un instante al otro, sintió el tacto de la dura pared del fondo de la piscina.
Su respiración estaba sumamente acelerada, apretaba sus ojos con fuerza. No sabía sí lo había llegado a pasar, hasta que gritaron:
—¡MANUEL GONZÁLES QUEDA EN EL PRIMER PUESTO!
Salió de el agua y se sacó sus antiparras dirigiendo su vista a todos aquellos que gritaban su nombre con furor. No pudo evitar formar una sonrisa, y hasta trató de retener algunas lagrimas.
Empezó a ver como Martín empezaba a bajar las gradas y a saltar las cercas sin importarle absolutamente nada, corriendo hacia Manuel y perseguido por la gente de seguridad.
—¡Rucio! ¡No podí venir, está resbaloso y- —Su frase fue interrumpida al sentir el abrazo del argentino.
—¡Me importa un choto! —Se separó levemente dejando en vista sus lágrimas de felicidad —¡Estoy re contento por vos! ¡Lo hiciste! Estoy orgulloso... ¡No paré de alentar por vos ni un segundo!
Manuel tan solo rio levemente al ver en ese estado a su novio.
El rubio tomó suavemente la mejilla del castaño, acariciándola con sumo cariño y cuidado como si se tratara de un reliquia. Acercó su labios con los del chileno para unirlos en un beso dulce, sintiendo un sabor de té por parte del chileno, y por parte del argentino, un sabor a dulce de leche. Al separarse, unieron sus frentes dejándole de dar importancia a su alrededor y centrándose en ellos mismos y en el amor que sentían el uno por el otro.
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No tengo ni puta idea sobre competencias de natación asi que la acabo de guitarrear como nunca ajsnajs.
Igual no me gustó, pero bueno, cuando me gustaron mi one-shots? Nunca ahre.
Si hay algún falta ortográfica, de gramática o lo que sea, mil disculpas wacho, estoy corrigiéndolo a las apuradas 😔✊🏻.
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one-shots argchi // latin hetalia
Fiksi Penggemar┊🇦🇷 💕 🇨🇱┊ ➳ Los personajes no me pertenecen. Créditos a Rowein. ➳ Contenido Argentina x Chile (ysí). ➳ Me disculpo por los fallos que pueda tener con el chilensis. ➳ Respeto ante todo, kpos. ➳ Todos los martes. • Empezada: 17/09/19. • Terminada...