Imagen. TaeGi/YoonTae.

IX

La sensación de otros labios en contacto con los suyos era extraña.

Ninguno quería pensar de nuevo en ello.

Tae había decidido hacer como que nada paso y dejar que una amistad se forjara entre él y su modisto. Había meditado la situación y concluyo no decirle nada a su esposo, total, tomaría todas las medidas necesarias para que no sucediera de nuevo. Había comenzado dejando en claro a Baek que estaba casado y amaba a su esposo.

Después de todo, hay cosas que no es necesario decir.

Jungkook, por su parte, aun no podía creer que se había dejado llevar por Jimin. Se sentía tan culpable... y satisfecho.

Cuando los labios de Jimin lo liberaron, apenas si fue consciente de la situación.

Jimin no le dio tiempo si quiera de reaccionar pues pasó de estar a su espalda a posicionarse sobre sus piernas, sentado a horcajadas sobre él, el cuerpo del rubio estaba en un contacto más profundo. Jungkook recordaba aquellas ocasiones en que habían compartido intimidad, Jimin era sexy y sensual, podía poner a cualquiera sin mucho esfuerzo.

Y eso era exactamente lo que había hecho con él. Sentado sobre sus piernas comenzó a mover sus caderas haciendo que ambos cuerpos tuvieran un contacto electrizante.

- Jimin... Tae...

- No pienses en él ahora.

- Es mi esposo.

- Parece que él lo ha olvidado - Jimin volvió a fundir sus labios con los del menor.

- Es mi esposo - murmuró demasiado bajo. Jungkook quería que el rubio entendiera que amaba a su artista, que no podía ceder a las caricias y besos que este le provocaba pero su cuerpo parecía no querer cooperar. En lugar de resistirse, bajo sus pantalones estaba creciendo una necesitada erección, la fricción del cuerpo de Jimin sobre el suyo estaba llegando lejos a grado de ser incontrolable.

Las pequeñas manos de Jimin se paseaban por el pecho contrario, sus labios recorrían un costado del cuello del peli negro dejando un rastro húmedo sobre él.

- Él debe apoyarte no humillarte. Si es tu pareja debe tratarte como tal - la mano de Jimin fue descendiendo deteniéndose en el cinturón contrario tomando una respiración antes de mirar a los ojos bajo su cuerpo y suspirar - debe hacerte sentir bien y no hacer que te preocupes por nada más. Él debe ser sumiso a ti no un contrincante de batalla.

Rápidamente desabrocho el cinturón y los pantalones del menor, sus caderas no dejaban de mecerse aún si sus manos continuaban trabajando.

Jungkook estaba perdiendo la cabeza.

¿Cuándo fue la ultima vez que había hecho el amor con Tae? ¿La ultima vez que él se había entregado a Jungkook con tal soltura y disposición?

No lo recordaba.

Taehyung era demasiado apasionado, demasiado intenso, que él apenas si podía seguirle el ritmo.

Sus pensamientos murieron en el momento en que las manos ajenas tomaron su miembro.

Jadeo emocionado al sentir como sus manos motivaban su excitación, Jimin estaba decidido a darle placer, a hacerlo olvidar y lo hacía sentir el rey del mundo.

Su imagen no le hacía recordar aquel papel firmado donde, básicamente, se había vendido a la familia Kim. Olvido por completo que fue su padre quien lo puso en esa situación, también olvido como su madre había ayudado a quebrar su matrimonio con tantas peticiones y exigencias estúpidas.