XIV

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Seokjin se sentía sobrepasado. Todo lo que había pasado le tenia al borde.

Luego de escuchar lo que Taemin tenia para contar, estaba seguro de quien había sido responsable de todo esto y no descansaría hasta que pagara.

Estaba esperando al fiscal Jung para pasar y hablar con Tae y los malditos infieles.

También esperaba Yoongi, sabia que su mejor amigo pasaría por esto del mismo modo que él, odiando al mundo y así mismo por no haber podido proteger a su artista.

No sabia como podría ayudar a su hermano, Tae estaba pasando por algo demasiado difícil como para afrontarlo solo.

*

Yoongi salio a toda prisa de su oficina, que ni siquiera sabia porque tenia una si trabajaba desde de casa. Apenas escucho el mensaje que Seokjin le dejo en el buzón, y corrió tan rápido como le fue posible, poco le importo que dejara un par de reuniones de la tarde en completo abandono. Su mejor amigo lo necesitaba y su artista también.

Antes de encerrarse en aquella sala de juntas con su jefe habia recibido un mensaje de Seokjin diciendo que lo necesitaba, no explicó que sucedida pero Yoongi no era tonto, sabia que tenia algo que ver con el menor al que tanta admiración, cariño y respeto le tenía. Pero después, al escuchar a su amigo en ese estado tan dañado supo que las cosas eran mas grandes de lo que imaginaba.

No había mucho que él pudiera saber con aquel mensaje pero las palabras que dijo y su tono hacia mas que suficiente para crear mil escenarios en su mente.

"Yoonie, Tae... él nos necesita... lo que nos dijo Nam fue peor de lo que creíamos... Jungkook es un desgraciado... te necesitamos... ven a mi oficina en cuanto tengas oportunidad"

En su interior creía que tal vez había comprobado la infidelidad de Jungkook pues, aun cuando él era fiel creyente del amor que vio alguna vez en los ojos del mas joven por el artista, para nadie paso desapercibida aquella cercanía con su supuesto asistente. Tanta comodidad entre los dos, como el rubio interfería a cada oportunidad cuando los esposos estaban juntos y, aun mas importante, como Tae parecía alterado con la presencia de su marido, hacia que todo apuntara en esa dirección.

Aun cuando la tensión en el cuerpo del artista reflejaba mas que simple incomodidad por una infidelidad, no quería dejar que su mente vagara demasiado lejos. No podía ir tan lejos...

Se sorprendió en cuando vio un par de autos de las autoridades junto a la camioneta del fiscal que él bien conocía, todos frente al gran edificio de los Kim le hacia pensar en lo peor. Y eso que él trabajaba dentro de un edificio periodístico y había escuchado cosas demasiado graves.

Alcanzo a ver a las autoridades dentro del ascensor cuando el cruzaba las puertas de la entrada, un par de uniformados sostenían a la señora Jeon que parecía al borde de la histeria.

Solo saludo con un asentimiento de cabeza a las recepcionistas y subió al ascensor continuo, la presencia de la señora Jeon solo implicaba problemas y él estaba mas que seguro que Taehyung se encontraba allí y seria el receptor de todo lo que esa bruja tratara de lanzar.

El camino hasta el piso doce se le hizo eterno, no habia nadie que entrara o saliera del ascensor, era sólo él y aún sin la interrupcion de otros, él camino se hacia mas y mas largo.

Justo cuando creia que podría gritar y maldecir la lentitud de su camino, las puertas del ascensor se abrieron dejando ver como el fiscal Jung se detenia frente a Seokjin y ambos comenzaban a hablar, decidio sólo escuchar antes de hacerse notar pues parecia que su amigo no tenia cabeza para nada en esos momentos.

Imagen. TaeGi/YoonTae.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora