XVIII

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Su vida no había sido fácil los últimos meses.

Desde que cayó a prisión las cosas fueron difíciles.

Sabia que merecía estar allí y no se molestaba al respecto sólo que le era difícil aceptar el como llegó a estar tras las rejas.

Quiso entender a su madre cuando le pidió perdón por todo lo que había ocasionado, su absurdo pensamiento de que su esposo no era suficiente para él fue lo que lo ocasionó todo. Jamas imagino que ella fuera la responsable de que todo eso comenzará.

No la culpaba por hacerlo caer pues esa fue enteramente su culpa pero si ella no hubiera puesto a Jimin en su camino las cosas fueran diferentes para él. Aún estaría con su esposo, cargado de trabajo. Si, pero con su esposo.

Después de eso había evitado hablar con ella. Ella iba a visitarlo puntualmente cada semana, ya no era la misma mujer de antes, se veía cansada y desmejorada, también se veía humilde y pobre, cosas que nunca imagino para la gran señora Jeon.

Cada semana la veía pero solo eso, no cruzaba palabras con ella, sin embargo ella de algún modo consiguió pagar protección para él dentro de aquel lugar.

Pero nada más.

Escuchaba todo lo que ella tenia para decirle pero no era participe de alguna conversación con ella. La amaba con todo su ser pero estaba seguro de que nunca podría perdonarle el haber destruido su matrimonio, tal vez volviera a hablar con ella en algún momento pero mientras eso sucedía, él no creía que fueran a llevar los próximos años de una forma muy cómoda que digamos.

Aun cuando ella fue la responsable de que Jimin también cayera en le lugar no hubo algún apoyo o pago de protección para él. Eso le molestaba.

Tampoco había hablado con Jimin luego de que este le contará sobre el trato que tenia con su madre. Deseo golpearlo y reclamarle por todo lo que había ocasionado pero sabia que no era sólo culpa de él.

Si tan solo Jungkook hubiera sido mas fuerte no hubiera caído en la tentación y las cosas no fueran como eran.

Pero eso no evitaba que protegiera a su ex amante cuando veía que los presos lo molestaban, después de todo, su madre se había aprovechado de su situación y eso lo llevo hasta ese punto.

Estaba apunto de anochecer, era su cuarto mes en prisión, ya había establecido una rutina, servicios comunitarios en la cocina del lugar por las mañanas, trabajo de talla de madera por las tardes y sus horas de ejercicio por las noches. Siempre sólo, siempre lamentándose, siempre recordando aquellos ojos que tanto amo y en los que encontró tanto dolor y decepción la última vez que los miro.

Cuando iba camino a las duchas fue que lo escucho, estaba llorando y eso sólo significaba una cosa. Corrió tan rápido como pudo y se preparo mentalmente para una horrible escena pero en lugar de eso, su cuerpo en posición fetal lo recibió. Estaba vestido y no parecía haber signos de agresión en él.

- ¿Estas bien? - se atrevió a preguntar.

- ¡Jungkook! - Jimin se lanzo a los brazos de su ex amante y sollozo con fuerza. Jungkook lo recibió y permitió que sus lagrimas salieran de sus ojos, dejo que llorara y se desahogara hasta que no pudiera más.

- ¿Que te hicieron? - pregunto una vez que noto que el mas bajo habia calmado su llanto.

- Nada.

- ¿Nada?

- Nada, nadie me ha hecho nada - repitió. Jungkook trato de separarse al momento pues no quería mas contacto con aquel chico que le recordaba lo que una vez tuvo y perdió por estúpido. Jimin se aferro con fuerza al cuerpo contrario y trato de que se mantuvieran unido, Jungkook no quería que fuera así - suéltame Jimin.

Imagen. TaeGi/YoonTae.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora