Capítulo 1

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POV Manuel
Abro los ojos y lo primero que hago es ver a la chica. Está inconsciente, pero su corazón aún late.

— ¿Estás bien muchacho? – era un señor.

Manuel: si, sólo... mi amiga no lo está.

— la señorita Isabela – Isabela, así que ese es su nombre –. Llevemos la a mi casa, es de las pocas que no fueron afectadas por este ataque desviado.

Manuel: si – la tomé en mis brazos.

— sólo espero y no sea como hace seis años.

Manuel: ¿Hace seis años?

— si muchacho, recuerda. Está guerra lleva más de diez años. Hace seis hubo ataques increíbles, estuvo apunto de ser nuestro fin, pero de la nada se detuvo. Dicen que los ataques eran del príncipe y la princesa, y que al verse se enamoraron.

Voy derrotando a todos los soldados enemigos a mi paso, sin ningún remordimiento, liberando casi todo mi poder. Preparándome para matar a la princesa del Reino da água.

Al llegar, ataco a un soldado que planeaba atacarme por la espalda y al dar la media vuelta mi espada choca con otra, y al ver al dueño, o más bien la dueña, me quedé impactado pues tenía a una chica realmente hermosa en frente de mí.

— no sabemos si eso es verdad, el enamoramiento entre ellos dos son sólo rumores pues se sabe perfectamente que los reyes lo tomarían como traición.

Manuel: si, creo que sí.

— llegamos – entré junto a la chica de nombre Isabela, y la recosté en una cama –. Gusta un vaso de agua – lo tomé y agradecí.

Manuel: creo que esto será para ti.

Isabela: ¿Dónde estoy? – dijo abriendo a los ojos –. ¿Quién eres tú?

Manuel: despertaste.

Isabela: ¿Tú fuiste la silueta que ví?

Manuel: si.

Isabela: el ataque venía directo, ¿Cómo sobreviviste?

Manuel: lo importante ahora es que estés bien.

Isabela: tengo que irme.

Manuel: no, tú no vas a ninguna parte hasta que no estés bien completamente.

Isabela: tengo que cumplir mi promesa.

Manuel: ¿Cuál promesa?

Isabela: debo encontrar a la gran maestra del agua.

Manuel: tenemos que huir ya.

Bia: no podemos. Debo encontrar a la gran maestra del agua.

Manuel: es peligroso.

Bia: estaré bien ¿Si? Tú ve por tu maestra.

¿Por qué la dejé ir? Si tan sólo la hubiese detenido...

Isabela: ¿Estás bien?

Manuel: no te dejaré ir.

Isabela: tú no eres quien para impedirme algo.

Manuel: es peligroso, sólo eres una humana.

Isabela: y tú... Un ataque.

Manuel: ¿Lo sentiste?

Isabela: de fuego, muy potente, viene para acá.

Manuel: quédate detrás de mí.

Isabela: ¿Estás loco? Morirás.

Los Cuatro ElementosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora