Capítulo final

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POV Jhon
Benicio y Simón ya estaban muy cansados. Yo luchaba con todas mis fuerzas y para evitar que a ellos les pase algo grave pedí que dirigieran resistencias hasta mí. La Reina da água era el verdadero problema, con Bia dándole poder era muy difícil neutralizar la.

Guillermo y Sol volvieron a estar consientes. Bia fue la primera en volver y ahora el Rey de fogo se estaba debilitando. Creo que Manuel de verdad está luchando esta vez. Sé que Manuel quiere volver con todos nosotros.

Jhon: Vamos Manuel —comencé a susurrar—, terminemos con esto.

Rey de fogo: ¿Qué... dijiste?

Jhon: ¡Que esto terminará ahora! Corporis atque animai discidium!

Lancé el ataque y salí volando. Vi como el Rey de fogo salía del cuerpo de Manuel. Manuel salió disparado hacia delante y cayó sobre mí. Me quejé y el también.

Jhon: Había olvidado que... pesas mucho —reímos.

Manuel: Eres muy cómodo, ¿sabes? —volvimos a reír.

Jhon: Bienvenido de nuevo, Manuel.

Celeste: ¡Ah! —miré a Celeste y estaba recibiendo un gran ataque de la Reina da água. Manuel también giró para ver y Bia estaba siendo cada vez más lastimada.

Sol: ¡Manuel! —lo abrazó y nos ayudó a levantarnos— Necesitamos liberar a Bia, ya.

Manuel: ¡Bia!

Bia: ¡Manuel! ¡Ah! ¡No te preocupes por mí! ¡Ah!

Luna: ¡Necesitamos ayuda!

Manuel: Vayan contra la Reina —miró a su padre—. Yo me haré cargo de mi padre.

Guillermo: Y yo te ayudaré.

Manuel: ¡Hermano! —lo abrazó— Para salvar a Bia, hay que deshacernos de los reyes, uno por uno.

Sol: Sí, yo también te ayudaré.

Simón: Y yo.

Guillermo: Benicio, Jhon, vayan contra la Reina.

Benicio: Primero recuperese príncipe —asentí.

Jhon: No tardo.

Retrocedí y fui hasta los encargados de curarnos. Con Manuel de regreso, tenemos esto ganado.

POV Manuel
Mi hermano y yo fuimos por delante y con Simón y Sol por detrás. Mi padre aún sigue con vida y tengo que terminar con él antes de que sea demasiado tarde.

Rey de fogo: ¿De verdad... mis dos hijo... van a matarme?

Guillermo: Nunca nos hiciste sentir que eras un padre para nosotros.

Manuel: Aún así, siempre te llamamos padre. ¿Sabes? Yo quería ser como tú, pero comprendí que eso era lo peor que me podía pasar.

Guillermo: Ya no somos esos niños que podías manipular. Nosotros pudimos ver algo que tú no, pudimos ver qué no vale la pena estar en guerra contra un Reino que solamente quiere lo mismo que nosotros.

Manuel: Esta guerra no tiene sentido. Y hoy me encargaré de terminarla.

— Mortiferum flammis!

Rey de fogo: ¡Ustedes nunca podrán contra mí! Trepidat igne ferali pecus! —quité a mi hermano del camino. Este ataque es muy poderoso, él no podría salir con vida. En cambio yo…

Bia: ¡No!

Alice: ¡¿Qué haces?!

Vi un escudo de agua que se colocaba frente a mí y mi padre caía de rodillas. Guillermo me miró y miró a Bia, ella me protegió controlando a su madre.

Los Cuatro ElementosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora