Lie To Me

Capitulo III

Alex

Alex estaba nerviosa, sus dedos bailaban en los botones de su bata que recién estaba abierta de nuevo. La mujer la veía con cara de molestia, soltó un Ja, con sarcasmo, diciendo: No es posible!, que clase de chica es esta, refiriéndose a Alex.

¿Esta bien? - Pregunto a Alex. Sin esperar respuesta se fue sin decir nada del cuarto de pacientes. Alex quedó totalmente descolocada. Una enfermera ingresaba para hacerle firmar el alta de la clínica. A como pudo firmo lo más rápido que pudo y salió en búsqueda de la misteriosa mujer que la había acompañado toda la noche.

Choco con una enfermera a la cual le preguntó si había visto a tal mujer describiéndola en si. Esta le informo que se encontraba en recepción.

La misteriosa mujer estaba terminando de llenar los registros de salida de Alex para luego retirarse por fin del lugar.

Alex le dio alcance hasta la salida del hospital.
¡Disculpe! - gritó a lo lejos. La mujer volteo a ver tras el ruido sobre ella, no le dio importancia y abordó el taxi que esperaba por ella.

Arranque - Le dijo al taxista.

Alex alcanzó a llegar al taxi y tocó la puerta con desesperación.

Oiga, ¡Disculpe! - decía, y la mujer con molestia la volteo a ver a los ojos. Su mirada quedó fija ante los ojos verdes profundos de Alex. Se sentía molesta, si, pero por alguna razón siempre cedía ante la situación incómoda que desde la noche anterior venía sufriendo por Alex.

Ni el infierno tiene la furia de una mujer despreciada - dijo el taxista. Lo que llamó la atención de la mujer y volteo a verlo. Ante tal comentario salió del taxi para enfrentar a Alex.

¿Que sucede? - Dijo la mujer.

¿Como puede solo irse? - Contestó Alex

Ya he pagado la cuenta del hospital, ya que no era demasiado, no necesita sentirse en deuda le dijo la mujer.

No es eso, no tengo mi bolso, ni dinero, si usted se va así... dijo con Pena Alex.

¿No tiene familia? - Hizo otra pregunta la mujer.

Si tengo - Respondió Alex. Pero incluso, no puedo presentarme solo así y decir que me internaron por una intoxicación de alcohol.

Oh, ¿Quiere dinero para ir a su casa? Mientras sacaba la cartera de su bolso la mujer, y Alex con cara de ofendida observaba el gesto.

¿Luzco como algún tipo de mendiga? - soltó una Alex enojada y frunciendo una ceja.

¿Que es entonces? - Pregunto la mujer ya irritada por la situación.

Vayamos al bar juntas, cuando encuentre mi bolso, le pagaré la cuenta del hospital le dijo Alex tratando de ser un poco amable, debido a que no se podía dar el lujo de perder la oportunidad de recuperar sus cosas, y puesto que la mujer era la única que en ese momento le podía ayudar después de todo.

Alex tomó desprevenida a la mujer y tomó su mano, la elevó un tanto a su pecho, y clavó sus ojos a los de ella, su mirada sin querer se desviaba a sus labios, pequeños viajes en pocos segundos se daban entre sus ojos y sus labios.

Usted salvó mi vida - Dijo casi en un suspiro sin quitar la vista de la mujer.

Esta se quedó inmóvil sin saber cómo reaccionar. Luego de unos cuantos minutos se dio cuenta que la electricidad que había recorrido su cuerpo empezaba a afectarla de otras maneras que no se explicaba. El toque de está chica la había afectado tanto que su primera reacción fue apartar la mano, no por descortesía, sino por el susto de lo que estaba sintiendo. Aunque ella se hacía la ruda, y sus expresiones solo infundían molestia, y enfado, esta chica la había hecho ceder en aspectos que jamás pensó le sucederían. Ella siempre tenía quien se encargara de ese tipo de asuntos que no importaban a un grado elevado en su vida cotidiana.