Epílogo II

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Alex

Llevamos seis meses de casadas, días maravillosos, pero también momentos tensos, Piper es una mujer muy demandante, luchar contra sus hábitos controladores no ha sido fácil, hay momentos donde me desespera y saca de mis casillas, pero me llevo el orgullo de que la hago ceder, ambas luchamos para lograr un equilibrio.

La relación con su tía no ha mejorado, al menos ya se hablan, me contó que por motivos laborales su tía si o si tenía que darle la cara. Ella no ha querido exponerme más de lo necesario sobre el asunto.

Realmente me preocupa que no se reconcilien, no quiero perjudicar la relación familiar de ellas, se que su tía es realmente importante para ella, pero su falta de preocupación termina por calmarme y no insistirle en que aclare las cosas con ella.

Xavi, por el contrario, es de lo mejor
de la familia, me alegra y me sorprende todo lo que hizo por nosotras, si no fuera por él, no hubiera conocido al amor de mi vida, o debería agradecerle a
las abejas también? ¡Ay, no lo sé!

No podía pedir más a la vida. Nuestras costumbres y formas de ser se estaban acoplando
poco a poco, es toda una aventura lidiar con mi esposa, nunca deja de sorprenderme. Es la cosa más dulce de este mundo. Me encanta en todas sus
facetas, la amo, es perfecta ante mis ojos.

Sus celos es algo que hemos venido trabajando de a poco, su manía por querer controlar todo también, por más que la confianza cada día crezca entre nosotras, hay circunstancias y sobre todo personas que se entrometen y no necesariamente de manera inocente.

Ya habia culminado mi proyecto, los pequeños viajes que realicé me habian dado ciertos dolores de cabeza, y sobre todo por Camila. Piper jamás se la iba a tragar, ella tenia razón, sus intensiones siempre fueron otras conmigo, muy ingenua fui al creerla inofensiva. Pero la gota que derramó el vaso fue esa vez que descaradamente intentó besarme en su camerino.

Piper estaba hecha una furia, y con justa razón, su verguenza no tuvo limites. Nos habia invitado a ambas a un desfile en el cual ella participaría en la pasarela. Ella perfectamente sabia que estabamos casadas, yo ya portaba mi anillo de casada, no es que fuera invisible a la vista. La misma Piper, en muchos de los encuentros cuando iba por mi al aeropuerto chocaba con ella. Siempre era una pequeña discusión o advertencia para que se mantuviera alejada de mi, hasta ese momento ella no se habia propasado, eran mis discusiones con Piper, yo me mantenia un limite con ella, todo siempre dentro de lo laboral, Piper se enojaba conmigo cada vez que yo le ofrecia una disculpa a Camila por su comportamiento. Pero todo llega a su tiempo, tenía que pasar justo eso para que yo cambiara de parecer.

Flashback

¡No quiero ir Alex!

¿Que?, ¿porque?

Porque no quiero, simple. No existe motivo alguno que me haga querer ir a ver a esa mocosa.

Es parte de mi trabajo Piper, yo si iré. - Le reté.

No te atrevas Alex, y no, no es parte de tu trabajo, ustedes ya terminaron esa colaboración, y tampoco me salgas con que se lo debes por todo lo compartido. Te conozco, se que eso estas pensando.

¡Mierda!, era justo lo que estaba pensando.

Bueno, si no quieres, no vayas. Yo si iré. Después no te enojes si salen fotos nuestras en las noticias. - Advertí.

¡Golpe bajo Alex! - Bufó resentida.

Está bien, ire contigo. No me apetece que mi esposa salga en los medios con otra mujer, y menos si es con ella.

Admito que me pasé un poco, se que ese tema es algo sensible para ella. Pero no queria seguir discutiendo por esa tonteria.

Te prometo que te recompensaré bebe. - Me acerque a ella en plan reconciliatiorio, para que bajara un poco su mal genio, la tome por la cintura y la pegue a mi cuerpo, nos fundi en un abrazo en donde le estaba depositando hasta mi alma.

Lie To MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora