Capítulo XXXII

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Alex

Alex había pasado su tiempo de reunión en reunión, platicas y evaluaciones de las instalaciones en las que se encontraban. Ella era la cabeza del proyecto, quien estaba al mando.

Su contacto con Camila habia sido muy poco, al menos ella asi lo había sentido. Un par de horas en la piscina mientras observaba algo del trabajo que ella estaba ejerciendo en todo el asunto. Motivada por todo el equipo tomó un par de copas para animar el ambiente y disminuir un poco el estres y el cansancio que sentía.

Sus pensamientos claro siempre se desviaban a una rubia que extrañaba. No habia podido comunicarse con ella el resto de su tarde, y menos por la noche. Sus mensajes y llamadas no habian sido contestados aún. No se sentía comoda con la situación, necesitaba saber algo de su rubia.

Optó por pensar que Piper al igual que ella estaba sumida en el trabajo. Al menos faltaba poco para regresar a la ciudad y pasar el resto del fin de semana junto a ella.

Camila era una persona muy llamativa, le encanta ser el centro de atención siempre. Agradable, espontánea, determinada, segura, y extrovertida. Ese concepto tenía Alex respecto a ella, y mientras no mezclaran lo profesional con lo personal estaría todo bien.

Agradecía el hecho de que Piper no llevara más allá sus celos con respecto a Camila. La chica no había hecho nada indebido hasta el momento. El poco contacto que habian compartido habia estado dentro de lo profesional.

Consciente estaba de que aunque Piper haya dejado de lado su malestar, no había desaparecido del todo. Pero de igual manera sabía que su rubia respetaba su espacio laboral.

Alex estaba conociendo a Piper en todos los sentidos, y cada día se sentía más enamorada, la quería tal cual, gruñona, cursi, melosa y sobre todo amorosa.

Alex conoce a Piper de otras maneras que los demás no. Su confianza en ella crecía cada día, con cada gesto, con cada detalle, con cada caricia, con cada necesidad que veía en ella.

Todo lo que Piper le hace sentir esta fuera de lo antes conocido y experimentado. La estaba extrañando demasiado, ¿es posible extrañarla de esa manera con tan poco tiempo juntas?. Seguro que si, era lo que Alex sentía.

Sábado por la mañana y Alex seguía sin saber nada de Piper, se sentía ya temerosa de cualquier cosa. Era extraño que la rubia no se comunicara en todo ese tiempo, más aún cuando en ocasiones anteriores en más de alguna reunión Piper le enviaba un mensaje diciendole cuanto la extrañaba.

Estaba tomando su desayuno muy temprano, sola con sus pensamientos, pendiente del celular a cada instante por cualquier noticia. Su atención fue capturada por Camila, quien se acercaba a su mesa con la intensión de hacerle compañia y al mismo tiempo tomar su desayuno.

Sus platicas eran muy fluidas, entretenidas y agradables, de vez en cuando la efusividad de Camila la hacia sentir incomoda. Los toqueteos, miradas, e insinuasiones eran muy obvias. Pero Alex lo tomaba como parte de todo el paquete que era ella. Seguro es asi con todo el mundo pensaba.

Alex no se iba a permitir crear un ambiente incomodo con ella. Es una chica bastante agradable. Tal vez solo se estaba dejando llevar por los celos de Piper. De igual manera no iba a permitirse nada mas allá de lo profesional con ella.

Alex disfrutó mucho su compañia, en definitiva solo eran ideas tontas las que se le venían a la cabeza. Ella y Camila podrían llegar a ser amigas muy facilmente.

El resto de su mañaña se la pasó recorriendo las instalaciones del lugar, y esta vez en compañia de Camila y su equipo. Entre risas, bromas, y jugueteos de la mas joven estaba pasando un momento bastante entretenido y fuera de los pensamientos ansiosos que tenia por Piper.

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