Capitulo XII

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Alex

Alex, el ministro te citó a una reunión - Mientras movía sus manos por delante de su rostro, tratando de llamar su atención.

Alex, Alex! - Repetía Taystee.

Uhmm, que, que? - Desconcertada y pérdida en sus pensamientos reaccionaba Alex.

Tienes una cita a la hora del almuerzo, el ministro quiere verte. - Volvió a repetir Taystee. ¿Que te pasa?, estás muy desconcentrada, desde hace varios días, lo he notado.

Es que no me llama, no me busca - Su voz soltaba algo de desilusión mientras volteaba a ver a Taystee.

Habían pasado varios días, y otra vez el silencio de Piper la tenía en desconcierto. No sabía que esperar nuevamente.

¿Para que me quiere? - Cambio rápidamente el tema para no seguir sumida en Piper.

No se exactamente, pero escuche que se trata de una nueva asignación, así que Felicidades - Dijo Taystee haciendo movimientos con sus dedos arriba mientras se daba la vuelta para salir de la oficina de Alex, cruzaba la puerta cuando volteó para decir algo. - Ah! se me olvidaba, es en el Hotel Chapman, no llegues tarde y cerró la puerta.

¡Mierda! - Soltó Alex mientras se atragantó con su propia saliva.

A partir de ese momento los nervios crecieron en su cuerpo, se dispuso a trabajar el resto de horas antes de su cita para tratar de despejarlos. No es que iba a verse con Piper, pero solo el hecho de que estaría en su terreno la hacia desarmarse.

Llegó la hora y Alex se fue a su reunión, iba comiéndose las uñas. Entro temblorosa a la recepción del hotel, ciertas miradas las sentía sobre ella, iba precavida, volteando a todos lados para distinguir si miraba a Piper.

Hola, buenas tardes - Dijo al recepcionista. Tengo una cita con el el equipo del ministerio de Turismo.

Es por aquí. - El recepcionista dándole indicaciones la guió hacia la sala.

Entro, saludo a todos y comenzó una larga charla de las nuevas asignaciones que le había comentado Taystee. No lo podía creer, por fin algo bueno después de tanta tormenta. El ministró la había citado para comunicarle que ella había sido elegida para dirigir un nuevo proyecto. A pesar de lo acontecido la última vez, por sobre todas las cosas su profesionalismo la había hecho destacar. Su jefe la había hecho sentir muy mal hasta el extremo de haber querido renunciar, y en cambio el ministro si estaba muy consiente del valor de su trabajo. Salió de la reunión muy contenta y orgullosa de si misma, su sonrisa no alcanzaba en este mundo. Por pocas horas se había olvidado de sus problemas. Esta era una señal pensaba, lo tomaré como la señal para empezar de nuevo, olvidar mis problemas, olvidar a Piper, alejarme de todo lo que me causara problemas, no necesito tormenta en mi vida. Este proyecto era la oportunidad perfecta para seguir escalando en su carrera, lo daría todo, se enfocaría solamente en su trabajo decía para sus adentros.

Se dirigía al parqueo donde había estacionado su auto, iba tarareando una canción, hacia girar las llaves de su auto entre sus dedos, Oh Si! gritaba en su mente, ¡soy tu puta ama!, se sentía como Diosa del rock, caminaba de lo más alegre, era su momento, su felicidad se sentía contagiosa. Nada, absolutamente nada ni nadie arruinaría su momento.

Giró con gracia mientras caminaba, nadie podía verla era solo ella. Una segunda vuelta y quedó congelada.

Pip... Piper! - Alex tragó con dificultad y clavó su mirada en esos ojos azul profundo. Quedó inmóvil. Piper paso a la par de ella sin decir una sola palabra.

No Alex, no vayas se repetía una y mil veces en la mente. No necesitas esto, déjalo pasar, déjalo ir.
Vamos, tú puedes. Púdrete Piper! - Dijo con entusiasmo, dio tres pasos adelante hacia su auto, volteó, y como si de una marioneta se trataba ya se encontraba veinte pasos tras de Piper.

Lie To MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora