3 semanas después...
La mañana estaba algo calurosa y la humedad de la selva les incomodaba a muchos.Marina no podía evitar reírse a carcajadas mientras observaba la escena de Marcus y Sven luchando para comerse la salsa de hormigas negras que los niños pemones les ofrecían. Éstos niños amaban gastar bromas a los extranjeros con la comida.
Los pemones eran su etnia indígena favorita por mucho -y vaya que conocía varias por la cantidad de excursiones en las que había estado- pero el pueblo pemón estaba lleno de gente atenta y servicial; había estado cientos de veces en esa zona específica de la gran sábana, conocía a la mayoría de los miembros de ésta tribu.
Los pemones eran muy amables con todas las personas que visitaban la parte sur de la gran sabana, siempre y cuando éstas fueran respetuosas con la madre selva.
Marina dominaba casi a la perfección la lengua de los pemones. El dialecto taurepan.
Pero debía cuidarse las espaldas, si la gente de AVALON se daba cuenta de que los nativos la conocían iban a desconfiar.Agradeció que Kapüy, su gran amigo, estuviera ahí para recibir al grupo.
Nadie pareció sorprendido ante su llegada lo cual era perfecto, es quería decir que sus amigo había puesto sobre aviso a todos en la tribu para que fingieran no conocerla, tal como habían acordado un par de meses atrás.
Cuando la convocaron a participar en esto, tuvo un mal presentimiento y le olió extraño desde el principio, así que cuando logró documentarse mejor del (no tan súper secreto) proyecto pudo advertirle a Kapüy y contarle lo que pasaba, el trasfondo del fulano proyecto que traería consecuencias fatales para ese pueblo.
Le contó que esos tipos estaban buscando el corazón de la cueva y que tenía un plan para protegerlo pero debían confiar en ella y hacer lo que les pedía, de lo contrario, esos extranjeros les harían daño, seguramente la encerrarían y ya no podría ayudarlos.
Ella se aferraba al hecho de que los conocía y no dudó de que la respaldarían en este esfuerzo por protegerlos, además ella sabía el valor que ese cristal tenía para los pemones, no sólo por lo que representaba en la etnia, sino también por lo poderoso que era y definitivamente las cosas que podían suceder si caía en las manos equivocadas eran terribles e innumerables.
No, no iba a permitir que AVALON se apoderara.Por otro lado, ellos confiaban en Marina, quien al principio creyó que estaría sola en esto, pero sintió un verdadero alivio al saber que ahora contaba con la ayuda de su amigo y el respaldo de todo el pueblo.
Gracias al cielo Kapüy era muy inteligente, conocía miles de atajos y llegó un poco antes que el grupo de excursion, logrando así advertir a todos con señas de lo que ocurría, y que marina estaba por llegar.
Hubo un poco de revuelo, pero el jefe de la tribu, así como la primera vez, comprendió la situación, puso orden y los habitantes captaron el mensaje.Lo que Kapüy y Marina no sabían aún, era que el destino a veces es caprichoso y que nada ocurre por casualidad. Estaban ahí en el lugar y el momento correcto; los ancianos de la tribu lo sabían; les había sido revelado y sólo esperaban que el destino tomara su curso, pero se enterarían mucho después.
Y ahí estaba, sentada a parte, un tanto alejada del grupo. Los demás chicos estaban fascinados con la gente y la artesanía de la tribu, en especial Marcus.
Marcus. Ese era otro tema.
En las dos semanas que llevaban ahí haciendo prácticamente nada mientras aparecía el cristal, había hecho buenas relaciones con sus compañeros del campamento, pero Marcus y ella se habían vuelto inseparables.
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GOLDENMIST [editando]
Science FictionMarilyn Hawthorne, alegre, simpática y querida por todos, un prodigio de la bioquímica y futura heredera de la fortuna de su tío Marcus. Una explosión en el laboratorio dónde trabajaba lo cambio todo. Tras la fusión de un experimento olvidado y un s...