GOLDENMIST [editando]

Capítulo 5

Marilyn:

Atravesé las puertas de la mansión a una velocidad poco creíble y con Aria a mi lado. El lugar estaba lleno de gente yendo de aquí para allá y Antoine daba órdenes de ésto y aquello.

Los decoradores se movían muy rápido, los veía en todos lados como si pudieran clonarse, además noté que la Señora Zolotov (la mamá de Aria) también estaba allí, seguramente coordinando la decoración junto con Antoine, esos dos serían un equipo extraordinario.

Antoine tenía un gusto muy refinado en conjunto con una inteligencia visual- espacial bien desarrollada y la señora Zolotov era una de las mejores decoradoras de interiores del país, famosa por su impecable trabajo. No era algo común verla participar en la organización de celebraciones de éste tipo pero supongo que al tratarse de mi cumpleaños, hizo una excepción.

El salón era un lugar de ensueño. Habían lindos adornos por doquier, rosas blancas y rosadas en floreros dorados brillantes, lámparas, la vajilla de una finísima porcelana blanca... las mesas que estaban listas se veían increíbles.

-Si aquí parecen un ejército de hormigas, no quiero imaginarme cómo están Giorgio y Ruth allá en la cocina.- oí decir a Aria

-Pues, quizás igual. Aunque tienen al chef Nolan y a sus cocineros ayudándoles. Créeme la comida será algo fuera de éste mundo- respondí.

Caminamos hasta llegar al centro del salón, por suerte no tuve que gritar, Antoine en seguida me vio y vino en mí direccción.

-Antoine, ¿Qué tal todo por acá? , Se nota que has tenido un día de locos, pero productivo. ¡Todo ésto se ve magnífico!

- La verdad, mucho más fluido de lo que esperaba; ya va tomando forma. Me alegra que sea de su agrado.

-Eso es bueno... Oye, ¿podrías por favor darme las llaves del estante del laboratorio?

-Claro, un segundo. - dijo mientras buscaba en su saco.

Me extendió el juego de llaves.

-Gracias. ¿Sabes dónde está mi tío?- pregunté.

-El señor está en su despacho. En 20 minutos vienen a recogerlo para ir a una reunión. Puede ir a verlo antes de que salga o si tiene algo que decirle puedo darle el mensaje cuando lo vea salir.

-Oh, no, tranquilo. No es necesario, le escribiré. Gracias.
Por cierto, en caso de que él pregunte, estaré en el laboratorio con Aria.

- Está bien. Con su permiso, me retiro.

- Adelante, Anto.

Cuando íbamos subiendo, pude escuchar el sonido de las pequeñas garras de Harry contra las escaleras, ya estaba siguiéndonos. Aria, lo cargó en sus brazos hasta que llegamos.

El sistema de seguridad reconoció mi pupila, y las puertas se abrieron enseguida. Apenas entré fui directo a mirar la jaula dónde estaba el pequeño ratón al que había suministrado una dosis de prueba la noche anterior. Se veía demasiado tranquilo por no decir que estaba casi dormitando.

No, definitivamente esa no era la idea...

- No sé qué puede estar faltando. La muestra del suero que está en MOON no falló.- murmuré.

- ¿La que probaste en Harry?- quiso saber Aria.

-Sí. Esa... Recuerdo que lo adormeció pero solo por un par de horas y luego funcionó perfectamente, es decir, sólo míralo, Harry no es ni la sombra del revoltoso que solía ser; en cambio, éste pequeñín luce extraño.